miércoles, 10 de abril de 2013

Suede- BloodSports. Una crítica.





Ya tenemos aquí el nuevo disco de Suede, Bloodsports. El 7º de su carrera, 20 años después de la publicación de su homónimo primer disco. Aparte de los discos de Suede también Brett Anderson y Bernard Butler han publicado discos en solitario y ese experimento fallido llamado The Tears.

Aunque lo cierto es que desde el fantástico Coming Up (1996) los trabajos publicados tanto bajo el nombre de la banda como sus otras combinaciones me han interesado más bien poco, salvo algunas canciones esporádicas, y creo que al mundo también. Buena prueba de ello es que Suede ha vuelto a confiar en Ed Buller, productor de sus tres primeros discos para intentar reflotar su nombre y llevarles por el camino del éxito.

Con un cierto prejuicio pongo el disco y empieza a sonar Barriers, una guitarra marca de la casa reforzada por un omnipresente bajo que le da textura y profundidad al sonido y, primera reflexión; qué en forma está la voz de Brett, muy buen primer tema con su guitarra ascendente y un enérgico estribillo. La agresiva guitarra con la que abre Snowblind me pone en alerta y su riff acompañado de un gran bajo y la pasión y épica con que canta Brett me hacen percibir que estamos delante de un gran tema, el mejor en muchos, muchos años. Seguimos con It Starts and Ends with you, posiblemente algo más tópica pero aún así un muy buen tema pop que es el que han elegido como primer single del disco. Hasta ahora 3 canciones luminosas, esto promete.

Empieza a sonar Sabotage con un ritmo más calmado después de la trilogía inicial y una guitarran que parece retorcerse detrás de la voz de Brett dándole un tono oscuro muy apropiado, en este tema dan rienda suelta a toda la épica made in Suede (Dog Man Star) convirtiéndolo en otro de los grandes momentos del disco, junto con Snowblind las mejores canciones del mismo. Seguimos con For the Strangers, otro tema que mantiene la buena línea del disco gracias a la omnipresente guitarra de Richard Oakes contrapunteando perfectamente la voz de Brett Anderson.

Ya ha pasado la mitad del disco y una sonrisa ilumina mi cara. Este continúa con Hit Me que aunque suena menos imaginativa tiene un buen estribillo que hace que discurra fácilmente por el reproductor.

La siguiente es la primera balada propiamente dicha del álbum, Sometimes I Feel I’ll Float Away, un tema ampuloso y muy vacío, ni la voz de Brett transmite el dramatismo ni la emoción necesaria ni la música contagia demasiado. Con el siguiente tema What Are You Not Telling Me, el disco toca fondo. 3 minutos totalmente superfluos llenos de nada.

A continuación viene otro medio tiempo como es Always en el que Brett Anderson consigue transmitir un tono de desolación a su voz que salva el tema y nos lleva de la mano hasta Faultlines en el que la instrumentación y, especialmente, la batería enmarcan la voz de Brett consiguiendo transmitir una sensación de desamparo y emoción contagiosa que nos hace evocar momentos de las mejores canciones tristes de Suede.

Y el disco se ha terminado y se ha hecho corto. Y uno se da cuenta de que quiere volver a escuchar el disco. Y eso solo quiere decir que es un buen trabajo y, sobretodo, que me ha gustado, mucho y más teniendo en cuenta que mis expectativas eran prácticamente nulas.

En resumen un muy buen álbum que se pueden dividir claramente en 2 partes: las 6 primeras canciones que nos trasladan, junto con los Suede, a algún momento de 1995 justo entre Dog Man Star y Coming Up. Los temas aún conservan parte de la épica y desgarro del primer álbum y se ven trazas de los singles redondos, directos y arrolladores del Coming Up. De hecho tanto Snowblind, como Sabotage e It Starts and Ends with you podrían estar tranquilamente en estos discos.

La 2ª parte del disco decae de manera alarmantemente especialmente con Sometimes I Feel I’ll Float Away y What Are You Not Telling Me, consiguiendo remontar con Always y, especialmente Faultlines. Suede demuestran que siguen teniendo un enorme talento al equivocarse eligiendo las canciones para los discos ya que varias de las caras B del disco son superiores a estas 4. Para muestra volver a escuchar el maravilloso recopilatorio de caras B, Sci-Fi Lullabies.

El sonido del disco es magnífico, Brett Anderson canta como si no hubiesen pasado 20 años desde que empezó en esto, la guitarra de Richard llena todo el disco y está muy bien secundado por bajo, batería y teclados. La mano de Ed Buller se hace evidente dando un gran empaque a todo el sonido del disco.

En una clasificación de discos de Suede este Bloodsports se situaría inmediatamente detrás de su trilogía mágica Suede- Dog Man Star y Coming Up. A cierto distancia sí, pero a bastante más distancia del resto de los álbumes de su discografía y a años luz de sus trabajos en solitario o del publicado bajo el nombre de The Tears.

Los Suede han demostrado ser chicos listos presentando un trabajo de escasos 41 minutos (que aprendan otros grupos, por favor) confiando en el productor que les guió por el camino del éxito a la vez que ha actualizado su sonido y con tan solo 2 canciones malas de un total de 10.

Una grata sorpresa cuando ya no esperábamos nada de ellos. 

It Starts and Ends With You


Barriers


BloodSports en Spotify 

2 comentarios:

  1. Pufff Suede!
    Hace siglos que no escucho nada de este grupo, y no me ha sonado nada mal.
    Todo sea poner un poco de atención, gracias en todo caso por el recuerdo que me has traído asociado a este nombre
    Besos

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  2. Eso mismo pensé yo en un primer momento: puff Suede, seguro que otro nuevo LP lleno de banalidad. Y no, todo lo contrario, un disco más que digno.

    Gracias a ti por ponerte con él.

    Besos.

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