sábado, 12 de octubre de 2013

Nick Cave & The Bad Seeds- Push the Sky Away. Una crítica.






Nuevo disco de Nick Cave & The Bad Seeds. Palabras mayores. Nick Cave es uno de los artistas que más admiro y espero cada disco suyo con expectación e impaciencia. Al verlo, lo primero que llama la atención es la bellísima portada de Push the Sky Away.


Y el disco empieza con We no Who U R, primer single, canción elegante en la que Nick impone claramente su voz sobre un delicado fondo instrumental. Sigue con Wide Lovely Eyes con un buen inicio de canción que se va diluyendo ante la falta de fuerza de la misma. El australiano continúa con Water’s Edge que se abre con un bajo oscuro y amenazante sobre el que planea la cavernosa y privilegiada voz de Nick aunque la ausencia de otros instrumentos provoca que quede en un esbozo de lo que podría haber sido. Por cierto, 3 canciones y aún no he oído ninguna guitarra, mala señal. La siguiente canción es el segundo single, Jubilee Street, un tema en el que el cantante muestra su lado más accesible enmarcando su voz con una guitarra que recuerda a Mark Knopfler (lo que no sé si es bueno. No, no lo es). La canción es agradable, aunque tratándose de Nick Cave no creo que sea un elogio. 6 minutos y medio es excesivo para un tema tan plano. El disco empieza a transmitir una cierta sensación de comodidad y poco riesgo.



A continuación llega Mermaids y todo encaja. La canción es una auténtica joya que te levanta y rodea de sirenas que saludan desde las rocas incitándote a dejarte caer. Maravillosa. La siguiente We Real Cool,  enlaza con la anterior Water’s Edge aunque aquí la parte amenazante viene de una turbia guitarra circular secundada por unos  acertados e imprevistos arreglos de cuerda.  Otra buena canción aunque peca de cierta falta de contundencia. Las 2 siguientes: Finishing Jubilee Street y Higgs Boson Blues son canciones menores que aportan bien poca cosa y la última, con sus casi 8 minutos, se hace excesivamente larga. El disco termina con sorpresa, la homónima Push the Sky Away, en la que un majestuoso órgano nos hace arrodillar ante la liturgia que el pastor Nick Cave dirige a su rebaño. El sentimiento y la emoción que transmite la hace memorable.




El disco es inferior a sus obras anteriores y, debido a la falta de instrumentación, las canciones se acaban desmoronando convirtiéndose, por primera vez, en inofensivas e incluso anodinas, perdiendo el efecto turbio y misterioso que siempre ha transmitido el australiano. Quizá sea un efecto buscado como contrapunto a los excesos con Grinderman y su violento disco anterior, Dig Lazarus Dig.
Pero como gran creador que es, el australiano incluyen 2 auténticas piezas de orfebrería llamadas Mermaids y Push the Sky Away, con las que alcanzan altísimas cotas de emoción.

We No Who U R
Jubilee Street
Mermaids
Push the Sky Away
Push the Sky Away en Spotify

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