sábado, 21 de diciembre de 2013

Patricia Cornwell- La Huella. Una crítica.






Sigo con el filón de la colección de Novela Negra que publicó este verano el periódico El País. La ventaja tanto de estas colecciones, llamémosles baratas, como de las expediciones a las bibliotecas es que puedes aventurarte con autores que te son totalmente desconocidos y si los tuvieses que comprar en tapa dura, muy posiblemente se quedarían acumulando polvo en los estantes de la librería.



Toda esta perorata es para justificar la elección a ciegas de La Huella, de la escritora estadounidense Patricia Cornwell. Al leer la solapa veo que se trata de una novela perteneciente a la serie de la patóloga forense Kay Scarpetta. Por norma general, cada vez que me empiezo con la serie de un personaje intento empezar por el primer libro publicado aunque si alguna vez no se sigue este principio tampoco pasa nada (salvo que mi neurosis protesta durante unos días).



El libro empieza con el regreso de Kay Scarpetta a Richmond, localidad donde labró su enorme prestigio y de la que salió por la puerta de atrás por presiones políticas. Lo mejor del caso es que vuelve a esa ciudad respondiendo a la llamada de ayuda de su sucesor para desentrañar las oscuras circunstancias del crimen de una joven adolescente en un caso que podría tener repercusiones políticas. Al avanzar la novela vemos que aparte de este caso se destapan otros que también presentan puntos oscuros y la protagonista debe y quiere buscar algún aspecto que los permita relacionar con un mismo autor. Uno de estos otros casos es la agresión a una joven que trabaja para su sobrina.



Entre el componente familiar de éste último caso y el hecho de trabajar en la ciudad y en colaborar con el departamento en el que se convirtió en un referente provocan que la investigación se lleve a un terreno mucho más personal de lo que acostumbra a ser un caso normal.



A pesar del atractivo punto de partida del libro, éste me ha parecido una completa pérdida de tiempo. El ritmo de la narración es soporífero, teniendo que transcurrir 250 páginas para que ocurra algo mínimamente interesante. Los personajes son tan maniqueos que resultan increíbles; la inspectora Scarpetta es un prodigio de virtudes y la adornan múltiples cualidades mientras que su sustituto es un desastre absoluto que llega a tal punto que el lector se pregunta cómo puede desarrollar su labor.



Pero no es solo eso; las motivaciones del asesino no acaban de quedar claras, la prueba que actúa como denominador común de los casos roza el surrealismo, el comportamiento y motivaciones de los protagonistas es absurdo incluso, o especialmente, a nivel personal. La aparición de varios personajes (la sobrina y su entorno) es totalmente superflua y, para rematarlo, el final del caso es precipitado.



En conclusión, que a veces no debería importar dejar un libro sin terminar e ir a por otro. Una gran decepción éste La Huella de Patricia Cornwell


Patricia Cornwell en la Wikipedia

Recomendación: 

Después de unos personajes tan estereotipados qué mejor que recomendar a Andrea Camilleri y a su comisario Salvo Montalbano. Personaje con múltiples matices e imperfecciones y reflejo de la vida siciliana y, lo que es mucho mejor, de la vida en general. Por cierto, estos últimos días ha tenido repercusión por la concesión del IX Premio Pepe Carvalho.

Mientras escribía esta reseña he escuchado el flojo Wolf's Law de The Joy Formidable, el divertido La Ciudad Subterránea de Dorian y el majestuoso Ovations de los enormes Piano Magic que ha dado empaque a todo esto después de tanta ligereza. 


3 comentarios:

  1. Mira que me he reído. A veces también me gustaría ser capaz de dejar a medias un libro.
    Esta mujer... escribe entretenimiento. De esos libros para llevar en tren y tal vez perder sin grandes dramas.
    En tu caso lo mejor del libro... la música durante la reseña.
    Besos

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    1. jajaja gracias por tu comentario. Cuesta, cuesta dejar un libro.

      Besos.

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  2. No puedo estar más de acuerdo con tu crítica! Una auténtica pérdida de tiempo. Ni giros en la historia, ni misterio, las conclusiones de la investigación cogidas con pinzas.. Vaya decepción.

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