miércoles, 22 de octubre de 2014

Víctor del Árbol- Un Millón de Gotas. Una crítica.




Al llegar Sant Jordi tenía muy claro el libro que quería: Un Millón de Gotas de Víctor del Árbol. El impacto que me produjo su libro anterior, Respirar por la Herida provocó que el escritor barcelonés estuviese muy arriba en la lista de escritores a seguir,. Por tanto cuando gracias a las redes sociales me enteré que publicaba nuevo libro, no tardé en encargarlo a la maravillosa y referencial librería Negra y Criminal y en pocos días lo tenía en mis manos, pudiendo admirar su preciosa foto de portada.


El libro empieza, fiel al estilo del autor, con una patada en el estómago, al narrarnos el asesinato de un niño de 6 años por parte de un sicario de la mafia rusa. La madre del  niño, Laura Gil, es agente del cuerpo de Mossos d’Esquadra y estaba investigando sus actividades. Al poco tiempo, encuentran el cuerpo salvajemente torturado del sicario y poco después, hallan el cuerpo inerte de Laura después de haberse suicidado.


A continuación de este impactante, triste y descorazonador punto de partida, nos presenta a la familia de Laura: su hermano Gonzalo –un gris abogado casado con la hija de un muy influyente abogado, bien conectado con las altas esferas desde la época en que fue un alto cargo del franquismo y su madre Esperanza, de origen ruso y con varios secretos por desvelar. Cuando Gonzalo se entera de la muerte de su hermana, convencido de que ella nunca se suicidaría y mucho menos cometería un asesinato de esas características, empieza a investigar por su cuenta, involucrándose de tal manera que rompe con la inercia que preside su vida provocando que ésta se desmorone y afrontando por fin los muros de niebla y silencio que han envuelto siempre a la figura de su padre, siendo necesario derribarlos para poder alumbrar alguna de las claves que le puedan llevar a esclarecer el misterio alrededor de la muerte de su hermana. 


Su padre, Elías Gil, fue una figura mítica del comunismo en España, con una vida y una muerte envuelta en una aura nebulosa. Su historia se inicia en 1933, en la Rusia stalinista cuando era un idealista veinteañero que viaja hacia ese país junto a otros 3 brillantes jóvenes de otros países europeos, destacados afiliados comunistas como él. Lo que en un principio tenía que ser una oportunidad para ver de cerca la victoria del comunismo deriva hacia una falsa acusación de espionaje, siendo deportados en una de las famosas purgas de Stalin, al campo de concentración en que se convirtió la pequeña isla de Názino, en Siberia occidental, lejos de todo y de todos, donde tropezará con Igor Stern, abominable y despiadado personaje que se convertirá en el enemigo durante toda su vida. Este episodio histórico sucedió realmente, el gobierno estalinista deportó a 6.000 personas a una reducida isla casi sin comida ni techo donde resguardarse en el despiadado invierno siberiano.

El relato de su vida continúa en el campo de concentración de Argelès, donde va huyendo de la victoria franquista y logra crear una mínima infraestructura organizativa en una playa atestada de desheredados y después de diversas peripecias, su regreso a España trabajando para la Unión Soviética, convirtiéndose en un personaje mítico y una leyenda del comunismo español.



La narración de la vida de Elías Gil es magistral, la desolación nos invade ante la descripción del campo de concentración de Názino – y la lucha continua por la supervivencia en condiciones totalmente adversas, rebajando a la condición humana a niveles absolutamente ínfimos (el horror que decía Joseph Conrad) y las consecuencias de estas vivencias, convirtiendo a sus supervivientes en personas rotas con importantes carencias. El autor tiene que conocer muy bien las debilidades de la condición humana para poder detallarlas con esta precisión, reflejadas perfectamente en el continuado enfrentamiento entre Igor Stern y Elías Gil, siendo enemigos irreconciliables precisamente por la similitud de sus caracteres.  



Un Millón de Gotas bien podría definirse como 2 libros distintos en uno solo, con 2 protagonistas diferentes –Gonzalo Gil y su padre Elías Gil- cuyas historias, lógicamente,  no llegan a confluir salvo durante la infancia de Gonzalo, pero las acciones de Elías y de las personas que le rodeaban y sus consecuencias siguen presentes marcando la vida  de Gonzalo y sus familiares. A mi entender, el único desequilibrio del libro está en que la enorme fuerza narrativa de la historia de Elías Gil hace palidecer a la de su hijo, a pesar de la cantidad de elementos que la pueblan y de que se trata de una investigación criminal. Pero no es una crítica descalificativa sino todo lo contrario, un elogio ante la descomunal calidad de la historia del dirigente comunista.


Entre los diferentes temas que trata el libro nos encontramos con el peso de las decisiones tomadas en el pasado y su reflejo sobre la vida de los demás, las reacciones de las personas en situaciones extremas que pueden llevar a convertirlas en monstruos y el problema cuando esta anomalía se convierte en residente en la personalidad del individuo. También denuncia los despiadados e injustificados abusos cometidos bajo la excusa aparente de un ideal (en este caso el comunismo personificado en Stalin y su megalomanía aunque estos desmanes se han cometido en repetidas ocasiones históricamente y siguen cometiéndose actualmente) aprovechando para dar a conocer un episodio que ha estado oculto durante muchísimo tiempo. Un Millón de Gotas también incide en los secretos que se ocultan en las familias, resquebrajándolas desde dentro a pesar de sus apariencias de perfección y en que en muchas ocasiones los ídolos y mitos tienen los pies de barro, sufriendo por ello sus propias familias.


Víctor del Árbol no es, precisamente, un escritor alegre. En sus libros el dolor por la muerte de los seres queridos está siempre muy presente, sus personajes son imperfectos, dolientes y siguen respirando por sus heridas mal cauterizadas– me es fácil imaginar al escritor como un demiurgo amenazando su destino sin ninguna contemplación-. La lectura de sus libros es gratificante precisamente porque exige un esfuerzo al lector. A pesar de la desesperanza y congoja que planean sobre muchas de sus planas, sus historias siempre están deliciosamente bien escritas y las diferentes tramas encajan perfectamente en el nudo principal de la historia, guardándose siempre algunas sorpresas para mantener la atención. En este caso, después de más de 650 páginas, el final no deja de sorprender. A pesar del volumen de la misma, la novela es muy amena gracias a que el autor nos va suministrando sus claves poco a poco. El vocabulario  y las descripciones, como es habitual en el escritor, son muy precisas, siéndolo también el rigor histórico de los diferentes episodios relatados durante el libro.


Víctor del Árbol es un escritor magistral y Un Millón de Gotas es una novela magnífica.

Vale la pena descubrirle pronto y así no perderse ninguna de sus futuras publicaciones. 


Víctor del Árbol en la Wikipedia

Recomendación: 
Sus libros anteriores, Respirar por la Herida y el anterior, La Tristeza del Samurai.
La recién publicada novela La Ira del Fénix de Rafa Melero.

Escribiendo esta reseña escuché el fabuloso Stories from the city, Stories from the Sea de la gran PJ Harvey, el apocalíptico Sangrín de Pablo und Destruktion y el magistral Cajas de Música Difíciles de Parar de Nacho Vegas. 



7 comentarios:

  1. Vaya reseñón, Ariel... No he leído a este autor todavía, pero sí que tenía ya la idea (viendo reseñas y comentarios) de que desde luego no son libros de humor los de Víctor del Árbol... Tengo que leerlo, está claro.

    Gracias y besos!

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  2. Muchas gracias Ana, eres muy amable. En cuanto a Víctor del Árbol, creo que lo mejor que puedes hacer es leerlo y entonces ya me dirás.

    Besos.

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  3. Aunque no suelo entrometerme, por pudor, por no inmiscuirme, esta vez no puedo resistir la tentación de acercarme para darte las gracias. Para mí, la pasión que has puesto, lo que transmites -lo que te ha transmitido un millón de gotas -es muy importante. Me ayuda, me empuja. Gracias, Ariel.

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    1. Muchas gracias por tus palabras Víctor. Un auténtico placer leerte y que seas tan cercano a tus lectores.

      Un abrazo.

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  4. Vaya, no sé si Víctor del Árbol será un buen escritor, no he leído nada suyo (aunque me has despertado la curiosidad), pero desde luego es todo un detalle que te haya dejado un comentario de agradecimiento. Tu subidón debe de andar más o menos a la misma altura que el suyo con tu reseña, jeje.

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  5. Cierto, Víctor ha sido muy amable al dejar el comentario. Evidentemente, me hinché como un pavo real pavo real (cántese como El Puma, sin mover ni un solo cabello de su pelazo) al verlo.

    Lee algún libro suyo y me lo agradecerás.

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  6. Es un libro magnífico de verdad. Me encanta su manera de expresarse, sus personajes llenos de sombras, sus historias entrecruzadas... Fantástico de verdad
    Besos

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