sábado, 12 de septiembre de 2015

Michael Chabon- El Sindicato de Policía Yiddish. Una crítica.


Conocimos a Michael Chabon gracias a Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, libro muy recomendable que homenajea a los primeros creadores de cómics americanos y que disfrutamos mucho durante su lectura. Con estos antecedentes poco nos costó decidirnos a adquirir El Sindicato de Policía Yiddish a pesar de su horrenda portada.


La acción se desarrolla en una realidad alternativa, una ucronía, en la que el estado de Israel desapareció a finales de los años cuarenta del siglo pasado y la diáspora judía se reunió en la población de Sitka, un decrépito asentamiento de origen ruso en la estadounidense Alaska, en el que la población judía han mantenido durante 60 años un estatus de estado provisional. Pero esta situación tiene fecha de caducidad ya en pocos meses se producirá La Revocación, que consiste en la pérdida de este status y los privilegios de la población de Sitka. Los crecientes rumores señalan que deberán abandonar el país la mayoría de sus habitantes.


En este decadente ambiente se halla el cadáver de un yonki, asesinado en su habitación de un decrépito hotel. El detective Meyer Landsman es el policía asignado al caso y nuestro protagonista. Alcohólico, insomne y hecho una ruina desde la separación de su esposa. A pesar de su deplorable estado personal, la investigación va avanzando poco a poco, hasta acabar descubriendo que el difunto es ni más ni menos que el Mesías, el Elegido del pueblo judío que les tenía que guiar en el camino a la Tierra Prometida. Aunque, como resulta evidente, ha desviado ligeramente su camino. Ni la orden de cerrar el caso por parte de sus superiores ni las trabas y amenazas encubiertas recibidas tanto de parte de las altas esferas judías de Sitka como de los enviados del gobierno de los EEUU, impedirán al detective Landsman continuar adelante hasta resolver todos los enigmas y conexiones que rodean el asesinato que está investigando.


A pesar de este interesante planteamiento de realidad alternativa y de cómo el protagonista se da de bruces con un complot mundial para resolver la provisionalidad del pueblo judío, la lectura del libro es muy farragosa. Michael Chabon utiliza constantemente palabras en yiddish –por ello incluye un pequeño diccionario al final del libro- y en  argot –suponemos inventado- de Sitka, que hemos de interpretar por contexto, hecho éste que interrumpe constantemente el ritmo (imaginar el esfuerzo realizado por el traductor produce vértigo). Pero no solo eso, nos gustan las metáforas y los símiles, pero el uso y abuso de ellas por parte del autor, que en muchas ocasiones no aportan nada, se traducen en parrafadas ciertamente plomizas en que es muy fácil dispersarse y perder el hilo de la acción. Especialmente en la primera mitad del libro, la narración avanza a trompicones y las diferentes historias se mezclan y entrecruzan de manera confusa, mejorando ligeramente en la segunda mitad pero sin desprenderse de una cierta aridez  que acompaña hasta el final de la lectura.


Defrauda El Sindicato de Policía Yiddish tanto por su espinosa lectura como por el escaso botín que ofrece su desarrollo respecto a lo ambicioso de su planteamiento.

Michael Chabon en la Wikipedia
Michael Chabon

Recomendación: 
Las Asombrosas Aventuras de Kavalier y Clay
Durante la escritura de esta reseña escuché el maravilloso In Rainbows, sin ninguna duda uno de los mejores discos de los últimos diez años,  su hermano pequeño In Rainbows 2, el fascinante Regiones Devastadas de Blacanova y también el arrollador Beta de los debutantes El Lado Oscuro de la Broca.

2 comentarios:

  1. Acabas de pinchar mi globo Chabon, inflado pacientemente durante años, años y más años mediante el procedimiento de leer todas las críticas de sus libros pero ninguno de sus libros, a pesar de tener en casa desde hace tiempo 'Los misterios de Pittsburgh' y la novela de Kavalier y Clay. Pero no te preocupes, un parche soberbia ("¡mi criterio huele mejor que el de nadie!") y enseguida me pongo a soplar otra vez.

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    1. Lee Kavalier y Clay. El sindicato de la policía yeddish es una soberana pérdida de tiempo y tengo por aquí Telegraph Avenue, pero entre lo descorazonador que me ha resultado éste y que una amiga que acaba de leer TA lo ha calificado de tostón vacio, como que ha retroducido muchos puestos en la lista de espera.

      Saludo.

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