La publicación de No Saldré Vivo
de Este Mundo me llamó la atención de inmediato. Su atrayente título, la bonita
portada y el hecho de que fuera la primera novela larga del reputado músico y activista
político Steve Earle me predispusieron a su favor, aunque he de reconocer que
no lo he tenido en mis manos hasta que en un intercambio de libros con un amigo
–merci Antonio- lo canjeé por Absolute Beginners de Colin McInness.
Conocemos a Joseph Alexander
Ebersole III, descendiente de una prestigiosa familia de médicos de Louisiana,
al que su adicción a la heroína ha convertido simplemente en Doc, un matasanos al
que le han retirado la licencia para ejercer y que pasa consulta en el bar de
una pensión en South Presa, uno de los barrios más marginales de San Antonio. Sus
clientes habituales son prostitutas con enfermedades venéreas, jóvenes con
embarazos indeseados que remediar y heridos de bala o cuchillo en reyertas
nocturnas.
Doc puede
ver y oír al fantasma del músico Hank Williams, que le acompaña e importuna desde
su muerte. Así, entre escuchar al merodeante fantasma y realizar operaciones,
casi siempre desesperadas, para conseguir costearse su implacable adicción, pasan
los días sin vislumbrar ninguna luz ni final de túnel hasta que aparece
Graciela, una inmigrante ilegal mexicana muy joven, necesitada de sus
servicios.
La intervención es complicada
quedando la joven muy debilitada y requiriendo una larga recuperación. Cuando
Graciela está repuesta del todo ya ha pasado a formar parte de su vida y
empieza a ayudarle en sus operaciones. Poco a poco, Doc se da cuenta de las sorprendentes
facultades de la joven: tiempos de recuperación de los pacientes asombrosamente
cortos, operaciones imposibles con resultados exitosos e incluso cambios en el
comportamiento hacia mejor de las personas a las que conoce. Incluso Doc
consigue dejar atrás su adicción a las drogas sin especial dificultad. Pero
todo este periodo de felicidad no puede durar. ¿Cuánto tardará en alcanzar la
suficiente repercusión los supuestos milagros de la auxiliar de un médico
abortista para preocupar a la iglesia o a la policía?. La aparición por la zona
del sacerdote de la parroquia más próxima, desconcertado por el incremento de
la fe y el número creciente de sus feligreses, complicará el día a día de
nuestros felices protagonistas provocando la aparición de negros nubarrones en
su próximo horizonte.
Ésta es la interesante trama de
No Saldré Vivo de Este Mundo. A pesar de tratarse de la primera novela larga de
Steve Earle no encontramos ningún defecto típico en obras primerizas. Entre sus
aciertos destacan una trama bien construida, personajes potentes y muy bien
perfilados –tanto los principales como los secundarios-, referencias históricas
que sitúan perfectamente la acción y una muy acertada descripción del
ecosistema que puebla los bajos fondos de San Antonio. Se pueden rastrear en la
historia detalles autobiográficos del autor, especialmente en todo lo
relacionado con las drogas.
Sorprende positivamente el tono
del libro, claramente emparentado con el Realismo Mágico. La presencia de
fantasmas, poderes sobrenaturales y la alegría de vivir y generosidad de los
personajes a pesar de estar situados al borde de la delincuencia o bien,
totalmente dentro de ella, son buenas muestras de ello. Este encanto que
transmiten consigue que el lector empatice con ellos, a pesar de su entorno
hostil.
Como trasfondo trágico, el autor
refleja la dureza de la vida de un adicto a las drogas, encaminando su vida con
el único propósito de conseguir el dinero para sus dosis estando dispuesto a
cualquier cosa para ello. También muestra la corrupción en la policía y la escasa
atención hacia barrios tan marginales como el que se desarrolla la acción. Pero
la crítica más dura se la guarda para la Iglesia Católica, denunciándola como
un ente retrógrado e inmovilista, sin ninguna intención de aperturarse y
dispuesto a ocultar cualquier hecho que pueda afectar a su hermética
estructura. Aunque pasa de soslayo sobre la trama, no podemos dejar de destacar
la ilusión que produjo en buena parte de la sociedad norteamericana la elección
de JF Kennedy como Presidente y la posterior conmoción que produjo su
asesinato.
No Saldré Vivo de Este Mundo es
un novela muy agradable en la que sus páginas transcurren llenas de encanto. Se lee con
facilidad encaminándonos a un final que no por oscuro y turbulento deja de ser
coherente. Grata sorpresa provocada por esta novela, que coloca a Steve Earle
como uno de los músicos que vale la pena seguir en su carrera como escritor ya
que, por desgracia, no todos merecen esa consideración.
Steve Earle en la Wikipedia
Steve Earle
Recomendación:
Intercambiar libros. Dejarse sorprender por gustos de otras personas (bueno, un pequeño filtro sí que puede ser necesario).
¿Pero el intercambio es con vuelta? ¿Por qué McInness?
ResponderEliminarEn este caso el intercambio es con retorno. Por qué McInness? porque hace tiempo Antonio -el amiguete contraparte- hizo una mención al libro en relación con la peli de Bowie y yo le dije que lo tenía.
EliminarDe esos polvos estos lodos, o algo así.
Abrazo.
Pd: Como Earle lea que lo que más te interesa de la reseña es el intercambio, nos canea a los dos.
Jajaja. Tú reseña es interesante. Muy completa y muy clara, como siempre. El problema es que soy un manojo de prejuicios y hay dos cosas que los han activado: no soy muy aficionado al tipo de música que hace Steve Earle, no me gusta demasiado el realismo mágico. Por no dejar un comentario gratuitamente negativo me he ido a la periferia de la entrada, jeje.
EliminarGracias por los elgios, te acabas de ganar un par de cañas.
EliminarEstoy de acuerdo contigo, el americana es un soberbio coñazo (como esto no lo va a leer nadie, no nos lapidarán). En cuanto al realismo mágico, en su justa medida tiene mucha gracia.
Saludos y haz las críticas necesarias que hagan falta.