Según la nota de la solapa, Edward
Bunker fue un delincuente –principalmente atracador a mano armada y traficante-
que pasó varios años de su juventud entrando y saliendo de la cárcel. Consiguió
convertirse en escritor basando sus novelas en su propia experiencia, posteriormente fue guionista de Hollywood e
incluso, actor ocasional.
A pesar de tan interesante vida
lo cierto es que desconocía totalmente al autor. Menos mal que, con excelente
criterio, me regalaron No Hay Bestia Tan Feroz. Solo tener en las manos la
cuidada edición de Sajalín Editores, me llamó la atención tanto la bonita
portada del libro como que el prefacio lo firmase el gran James Ellroy, además
de figurar un elogio de Quentin Tarantino en la banda publicitaria. Todo ello
buenos presagios sobre lo que depara la novela.
En No Hay Bestia Tan Feroz, el
autor explica la historia de Max Dembo, justo en el momento en que –ya en la treintena- le conceden la condicional y sale de la cárcel tras ocho años
de estancia. Max vuelve a su ciudad, Los Ángeles, con la firma intención de
dejar de delinquir y reinsertarse en la sociedad pero los escasos sesenta y
cinco dólares que posee poca ayuda le ofrecen.
Ante la imposibilidad de
encontrar trabajo por la negativa de todo empresario a contratar un exconvicto,
por su precariedad económica y, especialmente, por la actitud arrogante y
desconfiada del agente de la condicional, Max se halla en una encrucijada y
decide volver a lo mejor –y único- que sabe hacer, delinquir, quebrantando la
condicional convirtiéndose en un fugitivo y renunciando a vivir dentro de la
ley.
A partir de ese momento, Max deja
atrás sus recién adquiridos prejuicios y se dedica a planear y ejecutar atracos
cada vez de mayor envergadura, reclutando a viejos conocidos para poder
llevarlos a cabo. Aunque como muy bien sabe, como mayor es el botín deseado
mayor es el riesgo, conociendo que puede llegar a pagar el precio más alto, su
propia vida, o en el mejor de los casos pasar una muy larga temporada en la
cárcel al haber quebrantado su condena anterior. A pesar de ello, Max se lanza
a tumba abierta a su retomada carrera delictiva confiando en su inteligencia y
minuciosidad en los preparativos. Pero, ¿será ello suficiente para que no le
capturen?.
Está claro que Edward Bunker sabe
de qué escribe. El escritor coge al lector de la mano y le hace pasar la última
noche en la cárcel al lado del protagonista, las mismas penurias y
humillaciones que padece Max mientras intenta ser un hombre de bien, le lleva
de visita por los bajos fondos de Los Ángeles para que vea como beben,
trafican, pinchan y se relacionan sus integrantes, le hace partícipe de la
planificación de los golpes, así como sufrir la tensión y la angustia del desarrollo
de los mismos.
Si a todo esto le sumamos una
narración vigorosa, de una verisimilitud casi tangible y unos personajes
sólidamente perfilados nos encontramos con una novela muy atractiva para el
lector que la devorará para saber si la huida hacia delante emprendida por Max
Dembo será exitosa o le llevará al fracaso como parece estar condenada desde el
principio.
La narración se sitúa a
principios de los años setenta aunque tiene un carácter totalmente atemporal ya
que lo que nos dice su triste trasfondo es la total incapacidad de escapar de
su triste destino por parte de los ladrones, yonkis, traficantes y otros
delincuentes de baja estofa que habitan las páginas del libro, sumergiendo a
sus familias en el mismo lodo que pisan cotidianamente. También critica al
sistema judicial, reflejándose en el comportamiento despótico del agente de la
condicional que ya ha juzgado y condenado a Max Dembo de antemano así como la
imposibilidad de reinsertarse en la sociedad de alguien que sale de la cárcel y
no encuentra ninguna oportunidad que le evite reincidir.
No Hay Bestia Tan Feroz es una gran novela criminal que recomiendo
encarecidamente.
OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:
LITTLE BOY BLUE
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Edward Bunker en la Wikipedia
Edward Bunker
Recomendación:
Leer toda la obra literaria de Edward Bunker.
Me encanta Bunker. Y la labor que hace Sajalín al recuperarlo es fabulosa. Me quedo sin duda con sus prólogos, más impactantes que sus argumentos muchas veces y de entre sus títulos, Perro come perro
ResponderEliminarBesos
Me apunto tu recomendación. Este libro me ha encantado y seguiré a Bunker.
ResponderEliminarBesos