Reconozco que David Trueba es uno
de mis escritores preferidos. Los tres libros que le he leído (todos los que ha
publicado) Abierto toda la noche, Cuatro Amigos y Saber Perder me han parecido
magníficos y no he dejado de recomendarlos insistentemente. Al enterarme
durante la pasada primavera que publicaba nuevo libro, Blitz, me lo apunté para
autoregalármelo por Sant Jordi, que el Día del Libro también sirve para
satisfacer peticiones y caprichos propios. Teniendo en cuenta que Saber Perder
se publicó en 2008 estaba ansioso por tener en mis manos una nueva novela de
David Trueba.
Blitz nos cuenta la historia de
Beto Sanz, treintañero reciente, arquitecto paisajista que, junto con su novia
Marta –que le ayuda en sus trabajos-, ha acudido a Munich a presentar un
proyecto en un congreso mundial. A la mañana siguiente de aterrizar en la
ciudad bávara, Beto recibe por error un mensaje de Marta, con el siguiente
texto: “aún no le he dicho nada, me cuesta tanto. Uff, tq <3”. En consecuencia y con la
verdad en la pantalla del móvil, la pareja se rompe y el orgullo de Beto decide
no regresar a Madrid junto a la infiel y desleal Marta y quedarse, como un
náufrago desamparado, en Munich.
¿Y a qué se dedica Berto en
Munich en esos días oscuros? A lamentarse, llorar, deambular autocompadeciéndose, adoptar todos los tics del
amante despechado, hundir su carrera
profesional en el charco del ridículo absoluto e intimar profundamente con Helga (la sexagenaria voluntaria del
Congreso que les había guiado la noche anterior). Redundando y resumiendo, Berto
se convierte en un sujeto totalmente patético hasta que las palabras de Helga y
su propia toma de conciencia de lo absurdo de su situación, le hacen regresar a
su ciudad y emprender una nueva vida sin Marta a su lado.
Blitz es un libro corto, de
apenas 166 páginas, aunque se me ha hecho muy largo. ¿Por qué? Porque en las
primeras páginas ya conocemos la ruptura sentimental y durante el resto del
libro nos encontramos con un personaje que bordea entre la estupidez absoluta y
el gilipollismo recalcitrante. Si el gran asidero de la novela tenía que ser la
historia de amor-deseo-fetichismo-bizarrismo con Helga, el autor no lo ha
conseguido. Cierto es que ésta se desarrolla pero ni hay seducción, ni interés
mutuo ni, de hecho, llegamos a creérnosla en ningún momento. Más bien se trata
de un polvo vergonzoso o, mejor dicho, vergonzante a la mañana siguiente,
aunque eso no sea impedimento para que repitan. Lo que sí me ha sorprendido ha
sido la detallada descripción de las escenas sexuales entre Berto y Helga que
realiza el escritor (¿será por influencia del éxito de 50 Sombras de Grey y
que, hasta que pase la moda, tengamos que habituarnos a estas derivas en la
historia que bien poco aportan?). Si el autor quería reflexionar sobre el
inexorable paso del tiempo, reflejado en las abundantes referencias a relojes
de arena, tampoco lo consigue a pesar de la diferencia de edad entre los
protagonistas.
David Trueba siempre había
conseguido emocionar en sus novelas anteriores. Funambulista en el delicado equilibrio
de la tragicomedia, alternando entre la carcajada, la sonrisa y el nudo en la
garganta, en Blitz la poca fuerza de la historia llega a provocar indiferencia,
sus personajes no generan ninguna empatía –ni tampoco compasión- y llega un
momento en que poco nos importa lo que les pase, especialmente a Beto.
Todo lo anterior es una verdadera
lástima porque nunca antes el escritor había escrito tan bien como en esta
novela, siendo muy certero con el lenguaje y preciso en los detalles y
descripciones. El inconveniente es que puede que adorne tanto su escritura
porque realmente la historia y sus personajes tenían poco que ofrecer.
Blitz me ha decepcionado. Más que
el relámpago del título, llama de cerilla que se extingue con rapidez.
David Trueba en la Wikipedia
David Trueba
Recomendación:
A pesar del bajón de nivel de Blitz no perder la fe en David Trueba y leer toda su obra anterior, si todavía no lo habéis hecho.
Entonces es oficial: Trueba la ha pifiado con 'Blitz'. ¿Qué pensará él del libro? ¿Se dará cuenta del bajón de calidad? No da la sensación de que viva de la escritura de novelas, ¿no? No creo que le hiciese falta sacar algo para subsistir. En cualquier caso, veo que tú se lo perdonas sin problemas.
ResponderEliminarGracias por darme visos de oficialidad, jaja. En cuanto a qué piense él del libro, creo que debe saber que no es demasiado bueno, quieres decir que estas cosas no las nota el creador?.
ResponderEliminarSe lo perdono, claro, me lo ha hecho pasar muy bien con los anteriores y es un personaje que me cae bien. Espero que vuelva a publicar libros y éste se convierta en una piedra en el camino y sea algo anecdótico.
A los de Anagrama no creo que les haga tanta gracia el bajón, parece ser que Cuatro Amigos es un libro que se vende muchísimo y los otros van haciendo. Si se empieza a correr la voz que Blitz es flojuno, se preocuparán.
Un abrazo.
Por cierto gon, te debía la crítica. Si hubiese sido buena incluso te la dedicaría y todo... jajaja
EliminarPero si tendría que pagártela. Ha sido casi un encargo, jeje.
EliminarLo cierto es que siempre le tengo ganas a los libros de David Trueba, ayudaste con tu empujón.
EliminarSaludos.
Parece que no ha acertado Trueba con Blitz, no estoy viendo buenas críticas, y eso que mira que me cae bien Trueba. Lo que sí es la primera vez que veo tan claramente dónde está el fallo: el estilo narrativo se ha comido la historia. Supongo que Trueba ha intentado arriesgar y no le ha salido bien, pero al menos parece que sí que se ha dado cuenta de que tiene que dar un paso más.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro si te he ayudado a obtener tu conclusión. Estoy de acuerdo contigo en que el estilo se ha comido a la emoción y eso ha dado al traste con la novela.
EliminarUn abrazo, Ana.