sábado, 4 de enero de 2020

DAVID TRUEBA - EL RIO BAJA SUCIO. Una crítica

David Trueba es claramente uno de mis escritores preferidos. Sus tres primeros libros son magníficos y, especialmente, los dos iniciales – Abierto toda la Noche y Cuatro Amigos – los he recomendado encarecidamente muchas veces. A pesar de esta predilección todavía no he leído su anterior novela, Tierra de Campos (ese regalo que nunca llegó). Por todo ello, solo publicarse su última obra El Río Baja Sucio aproveché egoístamente para autoregalarmela por mi aniversario.

Como cada Semana Santa, Tom, un adolescente de casi catorce años, va con su madre a pasar las vacaciones a una urbanización situada en un pueblecito de la sierra madrileña. Allí se encuentra con su amigo Martín acompañado de su hermana, su madre y su pareja. Como ambas madres son amigas desde pequeñas, los chicos están juntos todo el día dedicándose a ir en bicicleta, hacer excursiones al río y jugar a lo que les apetece. Al tener Martín el móvil confiscado, la sensación de aislamiento es aún mayor.

Así, entre juegos y distracciones, transcurren los días de la semana hasta que conocen a El Ros, el habitante de la que anteriormente fue la mejor casa de la urbanización (que por cierto conoció tiempo mucho mejores empezando por el río en que anteriormente se bañaban sus madres y ahora está totalmente contaminado por los vertidos de las industrias de la zona). El hecho de que El Ros acabe de salir de la prisión y quiera rehabilitar su deteriorada casa da una nueva dimensión a las aventuras de los chicos. 

El libro es corto y se lee rápido. En la edición de Siruela tiene 190 páginas divididas en 9 capítulos, uno por cada día de la semana y con tipografía grande. Los temas que pretende reflejar el autor podrían ser: la importancia de las vivencias de la adolescencia que acaban de configurar la personalidad del adulto; el deterioro de la naturaleza en contacto con el hombre, manifestado en el total deterioro del río y también, el ansia de los políticos en buscar el pelotazo para solucionar todos los problemas sin importar las consecuencias que provoque.

El Río Baja Sucio puede recordar a una obra mayor como es El Camino de Miguel Delibes. Me refiero al entorno y a la edad de los personajes. Pero ahí acaban las similitudes y empiezan los problemas para la novela de David Trueba; la trama es débil y le falta ritmo siendo un mero deambular por los días de la semana, las aventuras de los chicos son insustanciales y acusan falta de enjundia como para revelarse cruciales (Roque Moñigo y El Mochuelo están a años luz de Tom y Martín), y para rematar da una cierta sensación de final precipitado, como si tuviese que pasar algo importante para terminar las vacaciones y, como metáfora, la infancia de los protagonistas. 

El Río Baja Sucio es un libro de fácil lectura, demasiado fácil incluso para adolescentes, y se despacha en un rato largo, aunque tanta accesibilidad provoca que se olvide con la misma rapidez. Ante esta decepción, echamos de menos a un David Trueba narrando historias con mayor sustancia.

OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:

David Trueba en la Wikipedia

Recomendación: 
Abierto Toda la Noche y Cuatro Amigos, os suena?.
Confiar siempre en David Trueba. Volverá a publicar grandes novelas

Mientras escribía esta reseña he disfrutado del magnífico electro dark de Infrarouge de Minuit Machine así como del encantador jangle de Pastel Coast en su disco Hovercraft.

2 comentarios:

  1. MMM. ¿Por qué lo habrá publicado con Suela y no con Anagrama, su editorial "madre"? ¿Se la habrán rechazado en Anagrama por no estar a la altura?

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  2. Pues no lo había pensado, pero ya podría ser. Es una obra muy menor.

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