No hay futuro
no queda hielo
no hay nada más que hablar
Débil la voz
espaldas caídas, mirada triste
Débil de miedo
de mala salud, débil de todo
Viene con mierda
buscando abrasivos a nuestro club
del que no podrá salir
Dice que le quema dentro
que por eso grita fuerte
Pide que le lleve pronto
y se suena con la manga
“¡Por la hermandad!”
Como una estatua
sobre ese banco, bajo la lluvia
Horas y horas
en forma de cuatro, chirriando de dientes
Vuelan las sillas
rompen los platos, se acaba el respeto
Suerte del impermeable
Dice que le quema dentro
que por eso grita fuerte
Pide que le lleve pronto
y se suena con la manga
“¡Por la hermandad!”
No hay futuro
no queda hielo
no hay nada más que hablar
Meses después
llegó una carta con esa letra
Dos esquimales
y nuestro chico, mejillas rojas
Le brillan los ojos
cumplió su promesa, siempre hacia el norte
del que no querrá volver
Dice que le quema dentro
que por eso grita fuerte
“¡Por la hermandad!”
no hay futuro, no queda hielo
ni lo habrá
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