jueves, 29 de agosto de 2019

SHE WANTS REVENGE - TEAR YOU APART

Vienes hacia mí, pausada y sinuosa. Te veo y me cuesta respirar, que no se note la opresión en mi pecho. La luz se desvanece imperceptiblemente. Tu pelo, tus piernas, el brillo de tus ojos. Eres todo. Llegas a mí. Dos besos en que el tiempo se detiene mientras te huelo subrepticiamente, cartografiando tu aroma. Prolongo, prolongamos el contacto, piel contra piel, sin querer separarnos. Andamos, flotando, cualquier excusa es buena para acercarnos y tocarnos. Somos niños en Navidad. La rotación de la tierra te acerca a mí y no voy a desaprovechar la oportunidad. Te ríes, me río. Nos miramos, mejor todavía, nos poseemos con miradas expectantes y en mi cerebro el bajo martillea sin parar:    I wanna fucking tear you apart.



Got a big plan, his mind's set, maybe it's right
At the right place and right time, maybe tonight
In a whisper or handshake sending a sign
Wanna make out and kiss hard, wait never mind

Late night, in passing, mention it flip to her
Best friend, it's no thing, maybe it slipped
but the slip turns to terror and a crush to like
when she walked in he froze up, leave it to fright

It's cute in a way, till you cannot speak
And you leave to have a cigarette, knees get weak
escape was just a nod and a casual wave
Obsess about it, heavy for the next two days

It's only just a crush, it'll go away
It's just like all the others it'll go away
Or maybe this is danger and you just don't know
You pray it all away but it continues to grow

I want to hold you close
Skin pressed against me tight
Lie still, and close your eyes girl
So lovely, it feels so right

I want to hold you close
Soft breath, beating heart
As I whisper in your ear
I want to fucking tear you apart

Then he walked up and told her, thinking maybe it'd pass
And they talked and looked away a lot, doing the dance
Her hand brushed up against his, she left it there
Told him how she felt and then they locked in a stare

They took a step back, thought about it, what should they do
Cause theres always repercussions when you're dating in school
But their lips met, and reservations started to pass
Whether this was just an evening or a thing that would last

Either way he wanted her and this was bad
Wanted to do things to her it was making him crazy
Now a little crush turned into a like
And now he wants to grab her by the hair and tell her

I want to hold you close
Skin pressed against me tight
Lie still, and close your eyes girl
So lovely, it feels so right

I want to hold you close
Soft breath, beating heart
As I whisper in your ear
I wanna fucking tear you apart


miércoles, 21 de agosto de 2019

CHUCK PALAHNIUK- PIGMEO. Una crítica


Verano, tiempo de desplazarse, de ir a la playa o a la piscina. El libro, imprescindible, no puede ser un tocho por lo que es una buena oportunidad para recurrir a los libros de bolsillo por su poco espacio. Con esta premisa, para las vacaciones me decidí por uno de mis trangresores favoritos, Chuck Palahniuk, y su Pigmeo en edición de Debolsillo.

Como parte de un programa de intercambio de estudiantes, un grupo de terroristas adolescentes procedentes de un país comunista asiático (no se cita pero planea la sombra de Corea del Norte) llegan a USA. Entre ellos, el protagonista, el agente 67 -rebautizado Pigmeo por sus huéspedes- que a pesar de su frágil aspecto ha seguido un duro entrenamiento dominando varias artes marciales así como es poseedor de elevados conocimientos en química.

La finalidad de los jóvenes terroristas es, por un lado, inseminar al máximo de nativas estadounidenses para extender la semilla de la revolución y, por otro, llevar a cabo la Operación Estrago, un atentado en el que utilizarán una toxina mortífera para causar el máximo daño posible. 

La misión se complicará ante las tentaciones de la sociedad capitalista occidental y, especialmente, ante el descontrol de sus hormonas al estar en contacto con jóvenes rebosantes de sexualidad. Será suficiente su férreo entrenamiento y su sólido discurso ideológico para poder continuar con el plan marcado o bien sucumbirá placenteramente en el intento?.

Como es costumbre en el escritor estadounidense el planteamiento es ciertamente original. Utiliza los asombrados ojos de un recién llegado de una cultura totalmente distinta (prácticamente de otro planeta) para diseccionar, tan hábil como grotescamente, aspectos de la sociedad norteamericana y por ende occidental. Desde la religión y el bullyng escolar pasando por los centros comerciales, la insatisfacción de la clase media o los tiroteos en las escuelas, destacando a tenor con la edad del protagonista, la constante presencia del sexo en nuestra sociedad. Para acentuar el choque conceptual, Pigmeo se refugia en citas de sus referentes; sujetos como Hitler, Mussolini, Stalin o Trotski. 

El libro se estructura en 36 comunicados (con una media de 6-7 páginas) del protagonista a su central en los que cuenta los avances de su misión, excepto en algunos de ellos que narra aspectos de su educación y entrenamiento en su país. Es decir, Pigmeo es siempre el narrador y, por una parte, provoca hilaridad en su percepción del choque de culturas pero por otra, se expresa con voz pasiva y al no dominar el idioma, inventa conceptos sustitutivos de algunas palabras (p.ej: máquina de pensar por cerebro). Ante ello se ha de resaltar la enorme labor del traductor, Javier Calvo, y el dolor de cabeza que le habrá supuesto la búsqueda de los sustitutivos. Este estilo narrativo provoca, en algunos momentos, una cierta sensación de aridez en la lectura. Creo que Chuck Palahniuk es consciente de este riesgo y limita la duración de la novela a 260 páginas, ya que alargarla más hubiese sido malograrla. 

Chuck Palahniuk es un escritor que sorprende por sus originales y cáusticos argumentos, aunque Pigmeo quedará como una obra menor dentro de su bibliografía. Una lectura ideal para el verano, que se coge y se deja con facilidad por su tenue hilo argumental. Cuenta con momentos divertidos aunque acusa cierta falta de la corrosividad típica de su autor. De todos modos, cumple perfectamente con su cometido como lectura ligera. 


Recomendación: 
Chuck Palahniuk, siempre con su estela sorprendente y provocadora.
Durante la redacción de esta reseña escuché el grower El Resto del Mundo de Apartamentos Acapulco con su delicado shoegaze-pop, el espectacular Dance on Walls de Ghostland así como el fenomenal Vietnam de los post-punker neozelandeses del mismo nombre. Un tesoro la reedición de este último disco editada por BFE.

viernes, 16 de agosto de 2019

ALAN HOLLINGHURST - EL CASO SPARSHOLT

En la pasada Diada de Sant Jordi me regalaron El Caso Sparsholt de Alan Hollinghurst, libro que había ojeado con anterioridad y del que recordaba la imposibilidad de deletrear correctamente el apellido del escritor, así como el hecho de estar editado dentro de Panorama de Narrativas de Anagrama, siempre con títulos de buena literatura británica.

El libro se divide en cinco relatos. El primero de ellos se sitúa en 1940, durante el Blitz. A un college de Oxford llegan de manera provisional alumnos de otras facultades huyendo de los bombardeos. Uno de ellos, David Sparsholt, crea mucha expectación por su juventud, figura atlética y determinación, logrando introducirse en los círculos más bohemios e intelectuales del collegue, formado por jóvenes aspirantes a literatos y pintores.

El citado David Sparsholt es la figura vertebradora de los relatos, situándose en periodos temporales diferentes separados por unos, aproximadamente, quince-veinte años entre cada uno. En alguno de ellos el protagonista es el mismo Sparsholt, en otros el círculo de amistades que conoció en Oxford y sus progresos en las artes, en los últimos la presencia de su hijo -inicialmente aspirante a pintor- es la predominante, pero siempre con la magnética referencia de su padre presente en segundo plano.

Tras esta estructura dividida en diferentes relatos lo que realmente quiere mostrar el autor es la evolución de la homosexualidad en este período, ya que la mayoría de los personajes de El Caso Sparsholt son abiertamente homosexuales, y como la sociedad la acepta o la rechaza.

Y precisamente aquí, en lo que tendría que ser su principal atractivo, es donde la novela se desmorona claramente. El ambiente en el que se mueven los personajes es totalmente elitista: jóvenes de buena familia, bohemios, artistas consagrados. En lugar de sacar el bisturí y diseccionar la sociedad británica, el libro se limita a explicar como una serie de niños bien snobs culturetas se dedican a vivir su sexualidad sin salir de su burbuja. El único momento de cierta repercusión social, de ruptura del confort grupal, se da con el escándalo que titula la obra, pero tampoco se entra en demasiado detalle, quedando tan solo como una bruma lejana.

Mi impresión es que Hollinghurst desperdicia la oportunidad de analizar la evolución de la homosexualidad en la sociedad británica en los últimos setenta años (que es el período que recorren los relatos) y el cambio de percepción que se tiene sobre ella. Del estigma y la ocultación de los años cuarenta a la relativa normalidad (como tendría que ser) actual. En el único cambio en que se recrea el escritor, es en las formas de ligar en las discotecas gay, para lo que ocupa páginas y más páginas que aportan bien poco. Los personajes tienen poca hondura, se limitan a deambular por las historias sin incidir en las motivaciones de sus comportamientos y cayendo en muchos estereotipos.

A esta cierta sensación de falta de atrevimiento en su planteamiento le podemos sumar una narración más centrada en la anécdota y en la pulsión sexual de los personajes que en llevar la historia hacia algún sitio. Ante esto, El caso Sparholt, de Alan Hollinghurst, acaba convirtiéndose en poco más que un culebrón entre mullidas moquetas, obras de arte y sexo intempestivo.

En la contraportada se califica a la novela de ambiciosa, desde aquí pensamos que es absolutamente todo lo contrario. No perdáis el tiempo con ella.


Recomendación: 
Seguir buscando tesoros en Panorama de Narrativas, aunque de los últimos leídos solo salvo Serotonina. El próximo a asegurar con Irvine Welsh. 
Durante la redacción de esta reseña escuché el preciosista post-punk de los italianos Secret Sight y su disco Shared Loneliness, la oscuridad a golpe de bombo de Night Haze y su Love is Chaos y el atractivo Spectacle 1 de Push Buttom Press, todo ello muy post-punk.