miércoles, 23 de diciembre de 2020

DEPRESIÓN SONORA - TÚ NO ME TIENES QUE SALVAR

Creo que hubo un tiempo en que pretendiste salvarme. Nunca lo comprendí. Nadie salva a nadie. Todo el mundo se hunde solo o se salva en soledad. Sí, ya sé, como redundante proclama nihilista ha quedado estúpidamente fantástica. Semana perdida en la factoría Mr. Wonderful. No pierdas el tiempo con libros de Coelho. Autoayuda, sí, para el propio escritor. Vaya negocio inesperado. Para flotador consistente ya tengo los discos de Nadadora, aunque algunos voraces jovenzuelos también clavan despiadados sus colmillos de formol. Duelen y anestesian, como Ian. Intenté envolverte con mis brazos de Plastic-Man aunque fueron claramente insuficientes ante la coraza intransigente de tus miedos. Sedimentados en el tejado disfrutando de las vistas.

No sé qué decirte
Cuando te miro a la cara
Tus manos en mis manos
Camino al Nirvana

Nunca me he sentido demasiado bien
Solo soy un niño
No tengo muchos amigos
Crisis de identidad

Haciendo que me santiguo
Quién me va a salvar

Quién me va a salvar
Quién me va a salvar
Tumbados en el tejado
Nada se ve igual
Te quiero a rabiar
Nada se ve igual

Voy a disparar,
contra ese cristal
No me gusta mi reflejo,
me gusta el mar

Eco en la ciudad
Qué es lo que dirán
Ya no importa

Nunca me he sentido demasiado bien
Solo soy un niño
No tengo muchos amigos
Crisis de identidad
Haciendo que me santiguo
Quién me va a salvar

Quién me va a salvar
Quién me va a salvar
Tumbados en el tejado
Nada se ve igual
Te quiero a rabiar
Nada se ve igual

Quién me va a salvar
Tú no me tienes que salvar
Quédate a mi lado y ya está
Te quiero a rabiar



martes, 22 de diciembre de 2020

BAUHAUS - IN THE FLAT FIELD. 40 ANIVERSARIO DE UN DISCO MÍTICO.

El texto es una adaptación de la reseña sobre el disco In the Flat Field de Bauhaus, con motivo de su 40 aniversario y que se difundió en el Mineral#86, programa de radio emitido en www.ipopfm.com el 18/11/220.


Vamos a celebrar el 40 aniversario de un disco fundamental: In the Flat Field de Bauhaus, que vio la luz el 03/11/1980.

En 1979 el punk estaba acabado. Esta corriente que nació como una protesta, una oposición, prendió como una antorcha; con tanta fuerza que arrasó con todo y esa misma desmesurada potencia provocó que acabará autocombustionando en un período escaso de 3 años. Algo totalmente lógico, necesario y consecuente por propia definición.

Pero el daño, o el bien, mejor dicho, ya estaba hecho y gracias a él, muchos se atrevieron a comprar instrumentos, experimentar con ellos y subirse a un escenario. El Do it Yourself vino para quedarse.

En Northampton, 3 chicos decidieron montar un grupo en 1978: Daniel Ash (guitarra), David J Haskins (bajo), su hermano Kevin Haskins(batería) y como no tenían cantante convencieron a un amigo sin ninguna experiencia en la música: Peter Murphy. Como nombre eligieron Bauhaus 1919, como homenaje a la escuela de arquitectura alemana, aunque con el paso de los meses, las cifras acabarían desapareciendo de su nombre.

A los pocos meses publicaron un single clave Bela Lugosi’s Dead, un tema majestuoso de más de 9 minutos con una guitarra hipnótica deudora del dub, bajo y batería repetitivos y siniestros y una interpretación vocal sórdida y cavernosa. 


Durante esos meses también aparecieron los primeros trabajos de Public Image Limited, Gang of Four, Siouxsie and the Banshees, 17 Seconds de The Cure, Unknown Pleasure y Closer de Joy Division y la muerte de Ian Curtis. Un nuevo movimiento había nacido, el goth.

Justo allí, en ese momento, Bauhaus lanzó su LP de debut In the Flat Field, una de las primeras referencias del novedoso y arriesgado sello 4AD.

En In the Flat Field, que autoprodujeron ellos mismos, encontramos 9 temas en los que mezclan sabiamente influencias como The Doors, Pink Floyd, el dub jamaicano, Bowie, el Krautrock de Can o Neu, Black Sabbath, el existencialismo, la literatura victoriana y el cine de terror. Todo ello sumado a una atrevida experimentación de los músicos con sus instrumentos y una interpretación vocal -nunca mejor dicho lo de interpretación- a cargo de Peter Murphy sencillamente espectacular. Consiguieron un sonido hipnótico, desquiciado, oscuro y tenebroso, sencillamente irresistible, con un vocalista portentoso, que oscila teatralmente entre lo histriónico y lo terrorífico dominando todos los matices intermedios.

El triplete inicial del disco con Double Dare, In the Flat Field y A God in a Alcove es sencillamente desarmante, con guitarras desquiciadas y batería y bajo percutiendo sin parar arrastrando al oyente a un novedoso caos rítmico irresistible.


Dive, Small Talk Stinks y St. Vitus Dance son totalmente diferentes: remolinos vertiginosos y enloquecidos plagados de experimentación y ritmo.

The Spy in the Cab y Stygmata Martyr suponen la vuelta al redil oscuro al transitar por cauces tenebrosos, lóbregos y densos, rematando el disco con los insanos y desasosegantes 7 minutos finales de Nerves, un epílogo perfecto al disco y que permite atisbar lo que se verá en su siguiente disco Mask.

In The Flat Field tuvo una recepción dispar entre la crítica: desde conjunto inconexo de sonidos y golpes hasta obra maestra fundacional del post-punk. A pesar de no tener un reconocimiento unánime inicial, con el tiempo se ha visto ampliamente reivindicado siendo considerado con todo merecimiento piedra fundacional del gótico o post-punk y obteniendo Peter Murphy el título de padrino del goth. Un disco fantástico e importantísimo en el alumbramiento de un nuevo movimiento: el post-punk, goth, after-punk o siniestro, llámalo como quieras.

 

Cabe decir que el disco que aparece en Spoti corresponde a la edición de 1988 con extras añadidos y no la original de 1980 de 9 temas. 

viernes, 30 de octubre de 2020

BELADRONE - ANDÉVALO. Una crítica

Breve reseña publicada en www.ipopfm.com

Los añorados Blacanova eran una banda tan singular como inclasificable y sus fans, acérrimos, nos quedamos huérfanos con el anuncio de su disolución. Lo que en su momento fue una nefasta noticia, con el tiempo ha evolucionado hacia la alegría y satisfacción al ir descubriendo los nuevos entes que van surgiendo de sus cenizas. Primero, aparecieron los más que interesantes Martes Niebla y durante este extraño verano pandémico han sido Beladrone los que han alumbrado su primera criatura en formato de disco largo.

Acabo de revelar parte de la genética de la banda. La otra parte, procede del universo post-rock de los desaparecidos (o eso creemos) Tanhauser. Los ingredientes de esta aleación predecían un resultado prometedor. Estos ingredientes, o integrantes que es mucho más apropiado, son Manuel Begines, Paco Arenas e Iñaki García, con la colaboración de Eduardo Escobar a la batería, se pusieron en manos de Nacho García y Raúl Pérez en su estudio La Mina para grabar su disco debut, el magnífico Andévalo.

Andévalo ofrece 8 canciones en que mezclan sin pudor el noise, el shoegaze, el post punk y el indie rock más atmosférico. Por sus surcos transitan aromas a My Bloody Valentine, Slowdive o, incluso, Sonic Youth o The Sound. A la lista de deslumbrantes singles precedentes; La Flecha, El Valle y Cemento, cabe añadir canciones tan destacadas como la palpitante Andévalo, las ruidosas Astro Muerto y Quema, reservando una mención especial para los seis minutos largos de la postrera Las Monjas y su trenzada distorsión, enhebrada por los sintetizadores enloquecidos de Cristian Bohórquez, que cierra de manera apoteósica este compacto, hipnótico y adictivo Andévalo

Sus letras, entre capas de ruido y distorsión, barajan realidad y elementos oníricos, situándolas geográficamente en la provincia de Huelva, con lo que este disco no deja de ser un homenaje a sus tradiciones y leyendas, entremezcladas con los recuerdos de los integrantes de la banda. Como nota curiosa, a cada canción le corresponde una coordenada para situarla en el mapa. 

Andévalo ha sido publicado por El Genio Equivocado y es un disco antológico que ha nacido con vocación de clásico.   

miércoles, 9 de septiembre de 2020

RUKELI - Una historia no demasiado conocida. FUTURO TERROR - RUKELI


Los alicantinos Futuro Terror llevan publicados cuatro discos de solvente y aguerrido punk-rock con cierta querencia pop, aspecto éste especialmente remarcable en su último trabajo; el estupendo Sangre (Humo Internacional, 2020).

Pero si por algo destaca Futuro Terror es por sus afiladas letras, tan cuidadas como combativas y con vocación de denuncia social, en las que siempre encontramos interesantes referencias (literarias, hechos históricos, personajes -muchos de ellos soviéticos) en las que indagar y profundizar.

Entre términos y nombres como Komsomol, Armen Beniaminov o Matrosov, me llamó poderosamente la atención la referencia a Rukeli (de quien no sabía absolutamente nada). La lectura detenida de la letra me abrió la puerta a una tan poderosa como funesta historia que trataré de contaros a continuación.

Johann Wilhelm Trollmann, nació a finales de 1907 en Wilsche (Alemania) cerca de Hannover. De origen gitano, fue conocido como Rukeli (en romaní árbol fuerte o árbol joven, según las fuentes). Fue un boxeador que destacó en la segunda mitad de la década de 1920 y la primera mitad de la siguiente. Tras sobresalir de joven, pasó al profesionalismo en 1929. Destacaba más que por su contundencia, por su velocidad de movimientos y juego de pies, hasta el punto de llegarse a decir de él que bailaba sobre la pista. Por su elegancia y un rastro de finas facciones se convirtió en un sex symbol ante el que las teutonas sucumbían inevitablemente y llenaban los asientos que rodeaban los rings donde luchaba. Su carrera y prestigio aumentaban y tras 52 combates en poco más de 3 años, le llegó la oportunidad de disputar la corona de Campeón de peso semipesado de Alemania ante Adolf Witt el 9 de junio de 1933.

Paro la narración para contextualitzar: Alemania, 1933. Un tal Adolf Hitler era Canceller Imperial desde principio de año y poco tiempo le faltaba para ser Führer. Uno de los postulados principales de Hitler trataba sobre la pureza de la raza ária y, digamos, que los gitanos no se adaptaban precisamente a ese precepto, por lo que el éxito del púgil no estaba nada bien visto desde las altas esferas del país.

Dicho esto, vuelvo al combate. Rukeli controló a Witt sin demasiados problemas, esquivando sus golpes gracias a sus movimientos de cadera y su juego de pies y mostrando superioridad sobre su oponente. A pesar de ello, al final del combate los jueces lo declararon sin resultado o sin decisión. Solo la presión del público, que protestó vociferando ante la injusta decisión, provocó que finalmente se le concediese el combate y la corona a Rukeli. Ante esta reacción y por su victoria, se emocionó y lloró.

Pero la alegría dura poco en la casa del diferente en entornos supremacistas y tan solo diez días después, se le desposeyó del título por supuesta conducta inapropiada: ¿cómo un ario llorando en público?. Se le permitió repetir el combate ante un nuevo oponente; Gustav Eder, elegido expresamente, por seguir fielmente los postulados del partido nazi y por ser físicamente más grande y voluminoso, pero prohibiendo a Rukeli moverse del centro del ring (eliminando así una de sus ventajas, su prodigiosa movilidad). Ante tamaña injusticia -o directamente chanchullo de la organización- y como forma de protesta, Rukeli se presentó al combate con su moreno pelo teñido de rubio y su piel aceitunada cubierta de polvos talco, para en forma de burla desesperada acercarse al prototipo deseado de raza aria. Al iniciarse el combate, el boxeador gitano plantó ambos pies en el centro del ring y allí estuvo resistiendo, sin atacar, hasta que cayó noqueado en el quinto asalto, cubierto por la sangre de sus múltiples heridas.

Tras este combate la persecución contra el pueblo gitano y contra Rukeli no solo no cesó, sino que se acrecentó como bien saben los libros de historia. En 1935 se le desposeyó de la licencia de boxeador por lo que tuvo que sobrevivir realizando exhibiciones circenses. Hacia 1938 fue enviado a un campo de trabajos forzados, siendo esterilizado ya que los gitanos eran defectuosos genéticamente y no debían procrear, aunque él ya tenía descendencia e incluso se divorció de su esposa para no perjudicarla a ella y a su hija. A pesar de no ser considerado un alemán puro, no dudaron en alistarle en la Wehrmacht y enviarle al frente ruso. Casualmente después de ser herido, fue expulsado del ejército por los conocidos motivos raciales. 

Al poco tiempo de regresar a Hannover, fue detenido por la Gestapo (por ser gitano) y enviado a un campo de concentración. Allí, al ser una figura pública, recibía castigos ejemplares y le hacían luchar contra otros reclusos, en ocasiones, hasta la muerte. Hay diferentes versiones sobre su fallecimiento, aunque la más extendida es que en una de esas peleas, ya en 1944, venció claramente a un kapo (preso colaboracionista con los nazis) y éste, enfurecido y después de recuperarse del combate, le mató a palazos.

Durante muchísimo tiempo, no se reconoció el ensañamiento e intento de eliminación de la raza gitana por parte de los nazis. De hecho, el gobierno alemán no lo hizo hasta 1982. El reconocimiento para Johann Wilhelm Trollmann, Rukeli, aún se demoraría unos años más: en diciembre de 2003 se le concedió o restauró el título de campeón semipesado de boxeo de Alemania por la victoria ante Adolf Witt en 1933. Actualmente, en Hannover una calle lleva su nombre así como existe un monumento en su honor y en recuerdo de una de esas historias que nunca tendrían que haber sido realidad.

Investigando compruebo que en los últimos años se han realizado diversas exposiciones teniendo como objetivo reivindicar su nombre e, incluso, el Nobel Darío Fo narró su historia en la novela El Campeón Prohibido.

Solo me queda agradecer a Futuro Terror tanto su música como las interesantes historias que permiten entrever entre sus reflexivas letras. A continuación dejo la canción.


Voy a ser vuestra caricatura
Voy a ser vosotros
el vivo retrato de vuestra locura
y no caeré hasta el quinto round
1933
vuestros cómplices me verán caer
me voy a clavar en vuestra mirada
y ser espejo de la grada
Tendré que caer
inocente y pálido
el talco y la sangre
en el último asalto
Voy a ser sangre coagulada
el llanto de una piel dorada
el vivo retrato de vuestra locura
y no caeré hasta el quinto round
1933
vuestros cómplices me verán caer
me voy a clavar en vuestra mirada
y ser espejo de la grada
Tendré que caer
inocente y pálido
el talco y la sangre
en el último asalto 


sábado, 29 de agosto de 2020

CESAR PEREZ GELLIDA - SARNA CON GUSTO. Una crítica.

César Pérez Gellida deslumbró, hace ya 7 años, con su tremendamente adictivo debut Memento Mori -primer volumen de su trilogía Versos, canciones y trocitos de carne-. Desde entonces, ha publicado 9 libros más, revelándose como un autor tremendamente prolífico. En su momento leí la trilogía inicial, causándome una grata impresión y ya tenía ganas de volverme a poner con el autor vallisoletano. Para ello nada mejor que ir a por la segunda trilogía del inspector Ramiro Sancho: Refranes, canciones y rastros de sangre del que Sarna con Gusto es el primer volumen.

Tras el caso Augusto Ledesma y unos meses de suspensión de empleo y sueldo, el Inspector de Homicidios Ramiro Sancho se reincorpora a su trabajo en Valladolid. Solo aterrizar, se produce la noticia de la desaparición de una adolescente en la ciudad. Conforme pasan las horas va tomando cuerpo la certeza de que se trata de un secuestro. La chica, Margarita, es hija del concejal de Urbanismo de la ciudad y nieta del propietario de una importante empresa alimentaria, por lo que las altas esferas no dejarán de presionar exigiendo resultados satisfactorios.

Las horas van pasando y no se tienen indicios de paradero de la chica por lo que todas las esperanzas se centran en el proceso de negociación con los secuestradores, que están demostrando ser muy experimentados. Al mismo tiempo, Olafur Olafsson, su amigo islandés, se ahoga tanto en alcohol como en sus fantasmas y le pide ayuda y cobijo a Ramiro. Para acabar de complicar la situación, tanto Ramiro como Érika Lopategui van a recibir un informe completo e incriminador sobre La Congregación de los Hombres Puros, una poderosa organización delictiva secreta con muchos años de antigüedad que no está dispuesta en absoluto a verse amenazada, por lo que ya ha enviado a 2 de sus sicarios para eliminarlos. 

Una sinopsis larga, pero hay que tener en cuenta que en Sarna con Gusto el autor ya introduce todos los elementos a desarrollar durante la trilogía. La trama principal de este primer volumen es el secuestro de la joven adolescente y en su narración el escritor se luce. La planificación, cautiverio, negociaciones para liberar a la joven y, especialmente, la plasmación de los sentimientos y angustia de los familiares están magníficamente expuestos, lo que refleja un importante trabajo de estudio y documentación por parte de Pérez Gellida. Proceso que también ha seguido para dar visos de realidad a la investigación llevada a cabo por el Grupo de Homicidios, su funcionamiento interno y las presiones recibidas. 

Sarna con Gusto es una novela extensa, supera por poco las 500 páginas, aunque no lo parece y se consume con rapidez y facilidad debido a las claves habituales del escritor vallisoletano: escenas muy visuales; ritmo narrativo frenético y con un atractivo punto de tensión implícita siempre a punto de estallar; personajes atractivos y bien perfilados, un Ramiro Sancho -ya nuestro- obstinado, tenaz, impulsivo y todavía reconcomido por las vivencias del caso Augusto. Pero no es el único, también destacan el secuestrador Chimuelo (muy profesional; como aseveraría sin dudar Pazos en Airbag) e incluso tanto la secuestrada Margarita como su madre, Azucena; así como los hilos que va abriendo, pudiendo parecer deslavazados al principio y que terminan conformando una cohesionada madeja donde todo encaja sin estridencias, a pesar de contener diferentes elementos espaciales e incluso temporales (en este caso destacan los años más duros del conflicto vasco, la crudeza e irracionalidad de la delincuencia en México o incluso el tráfico de influencias a nivel local). Otro elemento que nos gusta en la narrativa de César Pérez Gellida es que no le tiembla el pulso a la hora de hacer sufrir a sus personajes (o mejor dicho, hacerles pasar las de Caín) si la historia lo requiere sin falsas conmiseraciones ni Deux ex Machinas redentoras e injustificadas. Todo esto proporciona una lectura tan interesante como adictiva, en que el lector corre el peligro de abstraerse totalmente ante su magnetismo, devorando páginas sin notar el transcurrir de los minutos y las horas.

Sarna con gusto confirma y reafirma la idea de que César Pérez Gellida es uno de los pesos pesados del género negro que han aparecido en este país en los últimos diez años. Para finalizar, cabe resaltar que aunque sea el primer volumen de la trilogía Refranes, Canciones y Rastros de Sangre puede leerse de forma totalmente independiente.

OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:
César Pérez Gellida en la Wikipedia
Recomendación: 
Para Ramiro Sancho: vas mejorando al dejar de lado a los acomodados Vetusta Morla y Love of Lesbian, pero no has de tener miedo en buscar entre nuevos (o no tan nuevos) grupos de pop-rock indie. Pelirrojo, ahí van unos unos cuantos: Triángulo de Amor Bizarro, Belako, Carolina Durante, Cariño, Anabel Lee, Salvador Tóxico, Viva Suecia, Mujeres, Melenas, Cala Vento, La La Love You, Confeti de Odio, Apartamentos Acapulco, Los Punsetes, Mourn, Tulsa, Sierra, Miqui Puig, Holysun, C.A.R.R.E.R.A., Kokoshca, L'Emperador, Pantocrator, Luces Negras, Atención Tsunami, Arista Fiera, El Lado Oscuro de la Broca. Mad Robot, Neleonard, Lebend, Tittyshev, Yawners, Sindicato Vertical, Últim Cavall o The Levitants. Alguno te gustará, seguro.
Mientras escribía esta reseña he disfrutado del magnífico nuevo disco de Belako, Plastic Drama. También del excelente recopilatorio The Divided Self de los enigmáticos This Cold Night, un disco en el que perderse repetidamente. Así como he disfrutado del tratado de pop llamado 15 canciones de amor, barro y motocicletas del gran Miqui Puig.  

jueves, 20 de agosto de 2020

SPIKE MILLIGAN - MALA PINTA. Una crítica.

Y la peque de casa volvió a agotar su reserva de libros por lo que tocaba ir de nuevo a la librería en busca de provisiones. Una vez allí y satisfechos sus deseos con mangas, libros de curiosidades de animales y otras filias, no podía irme sin llevarme algo que me llamase la atención. Humor irlandés y cerveza? Esa es una buena combinación. Así es como me llevé Mala Pinta de Spike Milligan para casa.

A pesar de que Spike Milligan sea bastante desconocido en nuestro país es todo un referente en el Reino Unido. Tuvo un programa radiofónico “The Goon Show” durante casi 10 años en la BBC con, entre otros, Peter Sellers y ha sido citado como referencia ineludible por los Monty Python -que incluso le dieron un papel en La vida de Brian-. Mala Pinta se publicó en 1962, bajo el título original de Puckoon, y si no estoy equivocado la cuidada edición de Blackie Books -con traducción de Julia Osuna y una portada tan preciosa como acertada- es la primera que se publica en este país.

En 1924, tras la Declaración de Independencia de la República de Irlanda, la Comisión de Fronteras debe delimitar la ubicación exacta de la línea fronteriza entre la República de Irlanda (Eire) e Irlanda del Norte. Tras diez días de estériles discusiones sin llegar a ningún acuerdo, los participantes acuerdan coger entre todos un lápiz sobre el mapa y trazar una línea que será la frontera definitiva. Así lo hacen, con la fortuna de que la línea atraviesa de pleno un tranquilo pueblecito llamado Puckoon.

En el pueblo hallamos toda una caterva de curiosos personajes: Dan Milligan, vago y borrachuzo que tiene la facilidad de hablar con el escritor (con el que coincide en el apellido y actúa como convencido demiurgo); el Doctor Goldstein, el médico judío de la localidad; el revolucionario padre Rudden, que necesita desesperadamente dinero para reformar su decrépita iglesia; Dan Doonan, un difunto de noventa y ocho años con tendencia a no estarse quieto ni después de muerte e, incluso, un policía chino, entre otros muchos. Hacia este tranquilo y nacionalista pueblo se dirigen los funcionarios para instalar un puesto fronterizo y trazar el recorrido que separará ambos países, sin importarles que transcurra por el cementerio, la taberna y casas particulares, con las consecuencias y malentendidos que esto puede provocar. Lógicamente, los lugareños no están de acuerdo y, entre trago y trago y trago y trago, traman como poder revertir la decisión mientras el IRA, siempre acechante, también quiere aprovechar para desarrollar alguna acción armada con desopilantes consecuencias.

Esta vendría a ser una aproximación a la trama principal, aunque lo cierto es que tampoco es demasiado importante ya que no se recurre a ella hasta bien avanzado el libro. En Mala Pinta el autor nos presenta una sucesión de personajes variopintos y les coloca en situaciones oscilantes entre lo absurdo y lo esperpéntico, provocando en el lector un elenco de reacciones desde la satisfactoria carcajada inesperada hasta el pestañeo estepicursórico.

Aprovecha Spike Milligan para, mientras nos hace reír, mofarse de los irlandeses (beodos, tacaños, brutos) IRA incluido; de los ingleses (funcionariales, lerdos); de la religión y, en fin, de todo lo que se le pone por delante. La mejor virtud de Mala Pinta es a la vez su mayor defecto; esta colección de gags enlazados que es el libro provoca la risa en muchos momentos, aunque también cansa por saturación. Evidentemente, los personajes no tienen ningún tipo de profundidad ya que solo se resaltan sus aspectos más ridículos y risibles. Ante esto, podríamos decir que el libro vendría a ser más una extensión de sus programas de radio, una frenética sucesión de gags cómicos, más que una narración al uso. Teniendo claras sus intenciones, el escritor liquida el libro en unas accesibles 180 páginas para no empachar demasiado al lector.

Tras la lectura de Mala Pinta, puedo afirmar que la tan cacareada influencia de Spike Milligan sobre los Monty Python es totalmente cierta y, por extensión, sobre el humor absurdo inglés. No solo eso, creo que Tom Sharpe (autor al que aprovecho para reivindicar, siempre) también aprendió mucho de Milligan sobre el planteamiento de situaciones inverosímiles en las que emplazar al pobre Wilt.

Mala Pinta me ha parecido un libro divertido aunque excesivo. He alternado momentos en que la risa me ha atacado a traición con otros de franco desconcierto, dejando el balance final en un empate ligeramente decepcionante. Puede ser que el problema sea mío ya que prefiero una estructura más clásica. De hecho, el mismo Spike Milligan me da la razón ya que en una de sus páginas encontramos este párrafo:

¿Se puede saber de qué va este libro? Estamos… ¿qué?, en la página…., -miró hacia abajo-, en la página86… y no hay más que gente que viene y va, ¿adónde va a ir a parar todo esto?

Spike Milligan en la Wikipedia
Recomendación: 
El humor irlandés y británico por extensión. Una buena muestra de él es La Tumba del Tejedor de Seumas O'Kelly que reseñé hace ya un tiempo.

Ahora que lo pienso, lo suyo hubiese sido escuchar a The Pogues para inspirarme (no a U2 no, que no quiero aburrirme soberanamente) pero la verdad es que no ha sido así. Mientras escribía esta reseña he puesto en el plato el reconfortante The New Abnormal que nos recupera a The Strokes. Tampoco nos pasemos, 3-4 canciones del disco pero es muchísimo más de lo que nos ofrecían en sus anteriores discos. También he escuchado el post punk de Heather, desde Barcelona, en su disco Union. Y hablando de post-punk, no dejéis escapar a los poco conocidos franceses Glasszone. Música de atmósferas hipnóticas y sinuosas.

domingo, 16 de agosto de 2020

JOE HILL - FUEGO. Una crítica.

Los dos libros que he leído de Joe Hill me han producido una sensación contradictoria. Me encantó El traje del muerto, en cambio, me decepcionó sobremanera Cuernos. Para deshacer el empate compré hace un tiempo Fuego, aunque su elevado grosor hizo que esperase al momento adecuado para leerlo. Con el confinamiento y el acopio de horas que se podían dedicar a la lectura (después de trabajar, que nadie me sea malévolo) pude por fin atacarlo.

Harper Grayson es una chica risueña, de buen corazón y feliz; joven, embarazada de su primer hijo y muy enamorada de su marido Jakob; adora su trabajo de enfermera y no para de canturrear canciones de Mary Poppins. Aunque el mundo se ha vuelto completamente loco a su alrededor. Una plaga altamente contagiosa se extiende de manera imparable. Sus síntomas: unas manchas negras y doradas en la piel del enfermo que le provoca un creciente calor hasta terminar en poco tiempo haciéndole estallar envuelto en fuego. Harper combate contra esta enfermedad cada día, en el hospital donde trabaja, hasta que éste acaba incendiándose y ardiendo completamente.

Pocos después, empieza a descubrir las manchas en su cuerpo. Cuando su marido intenta matarla, Harper huye, debiendo evitar a los exterminadores de enfermos hasta encontrar un clandestino campamento de infectados, en el que parece que la plaga se ha detenido y conviven con ella sin que la enfermedad avance. Pero, esta convivencia puede durar hasta encontrar una cura, si es que la hay?. O, una incógnita todavía mayor: el campamento es realmente seguro y oculto ante los exterminadores que pretenden acabar con los infectados?.

No está nada mal mi elección en pleno auge del coronavirus; una historia sobre una pandemia. Porque de esto trata Fuego, de la aparición de una plaga que nadie sabe de donde viene ni como se contagia y, mucho menos, como remediarla. Tan solo la delatan unas bonitas manchas en la piel que se calientan y al incrementarse la ansiedad y nervios del paciente, acaban haciéndole entrar en combustión. Original, igual no, pero muy adecuado desde luego que sí (antes de continuar, indico que el libro se escribió en 2016).

Durante las 800 páginas del libro asistimos al proceso de infección de la enfermedad y a su resultado: un mundo nuevo consecuencia de la devastación provocada por la enfermedad. Un nuevo mundo dividido en 2 bandos: sanos y enfermos. 2 partes enfrentadas, en que los sanos quieren exterminar a los enfermos para evitar cualquier riesgo de transmisión (así en frío el planteamiento es sencillamente escalofriante). Como la protagonista, Harper, está infectada, la historia se centra más en los enfermos y en cómo se organizan para sobrevivir. Con el trasfondo del campamento, el autor realmente lo que quiere es reflejar las dinámicas de grupo: creencias, relaciones amorosas, egoísmos e intereses y las clásicas luchas por el poder. Este enfoque puede recordar, salvando las distancias, a clásicos maravillosos como El Señor de las Moscas o Rebelión en la Granja. Aunque la intención del de Maine es escribir una historia fantástica siendo esta lucha por el poder una subtrama y no el elemento principal como en los referentes citados.

Como he dicho anteriormente el libro sobrepasa las 800 páginas, pero durante su lectura se hacen cortas y se consumen con facilidad. Joe Hill ha llegado a una elogiable madurez como escritor, es un gran contador de historias en las que despliega un poderoso torrente narrativo -que indudablemente recuerda su herencia paterna-, dotando a la narración de mucho ritmo y acción, integrando perfectamente las subtramas en el cuerpo de la historia principal y creando unos personajes atractivos, coherentes y bien trazados a los que no ahorra ni escatima infortunios ni padecimientos. Por todo ello, Fuego destaca por su capacidad en absorber la atención del lector, al que le cuesta despegarse de sus páginas hasta llegar al final de la narración.

Fuego es un libro magnífico. Regala una historia absorbente, adictiva y que proporciona unas buenas horas de entretenida lectura. Joe Hill hace tiempo que confirmó que es una realidad, un peso pesado del fantástico de hoy en día. En mí caso, el 2 a 1 se queda corto y ya tengo reposando en un estante NOS4A2 

OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:
CUERNOS


Joe Hill en la Wikipedia
Recomendación: 
Claramente este libro y seguir de cerca al autor. Si alguien tiene prejuicios ante la obra de su padre, que los deje de lado y se sumerja en ella.


Mientras escribía esta reseña he disfrutado del excelente Infrarouge de Minuit Machine, un disco que me encanta. También he disfrutado del cálido Canciones de Laboratorio de Salvador Tóxico, un trabajo más que reivindicable, así como he disfrutado del magnífico The Blue Hour de Suede. Qué grandes tres últimos trabajos han entregado los ingleses!.

martes, 11 de agosto de 2020

Isabel-Clara Simó - T'imagines la vida sense ell?. Una crítica.


El pasado 13 de enero falleció Isabel-Clara Simó. La escritora de Alcoy era, sin ninguna duda, una de las más importantes y populares de la literatura catalana gracias a títulos como La Salvatge, Dones o La Innocent, entre otros muchos. Al leer la noticia de su defunción y como hacía tiempo que no leía un libro suyo, pretendí homenajearla con la elección de T’imagines la vida sense ell? que tenía desde hace tiempo por casa esperando su momento.

1967, Mercè tiene 24 años, es huérfana y vive con su tía. Es una chica muy inocente que hace poco ha empezado a trabajar como secretaria en una empresa de muebles. Un buen día conoce a Ricard, un operario que va a arreglar el aire acondicionado de la empresa. Se trata de un joven ligeramente más mayor, muy simpático y seguro de sí mismo. Empiezan a salir y se enamora totalmente de él, en parte por la novedad y en parte, también, por el miedo a quedarse sola en la vida -que ya empieza a tener unos años-. Tras unos pocos meses de noviazgo, la pareja se casa y ella deja su trabajo para cumplir con el cometido de la mujer en aquellos tiempos: tener hijos y cuidar del marido y de la casa.

A las pocas semanas de casarse, la joven esposa ya es consciente que se ha equivocado totalmente. Ricard no es esa persona encantadora y jovial que le ha conquistado, sino que es una persona arrogante, controladora y desconfiada hasta niveles enfermizos. Para él, su esposa es una propiedad, su propiedad, y ella no tiene más derechos que la que él le concede. Impone siempre su opinión ninguneando la suya, le raciona el dinero y, encima, no para de buscar inexistentes rastros de suciedad para humillarla, ante lo que la joven esposa cada vez se siente más pequeña y más insignificante.

Tras unos meses, ella se queda embarazada y poco después, Ricard pierde el trabajo y empieza a beber. El infierno de Mercè se acrecienta. Su marido está todo el día en casa, sin hacer nada más que emborracharse, fiscalizarla y culparle de todos sus males. En esos momentos ella empieza a pensar T’imagines la vida sense ell? (Te imaginas la vida sin él?), se acabarían el miedo y la sumisión. Un buen día, Ricard tiene un ataque al corazón del que podría recaer si no cambia de vida. Como no lo va a hacer, Mercè solo espera que se repita el ataque para así liberarse. Pero, y si en lugar de esperar intenta provocarlo ahorrándo así años de sufrimiento estéril a ella y a su hijo?.

Conocemos los avatares de la protagonista debido a la lectura de su diario, encontrado y leído por su hijo pasados treinta años de los hechos narrados y después de que ella haya fallecido. Por tanto, la estructura de la novela alterna pasado y presente, al transcribir el diario de la madre y dar voz a las impresiones de su hijo al leerlo.

Isabel-Clara Simó plantea en T’imagines la vida sense ell? un muy interesante dilema ético: está justificado el asesinato en este caso? No hay violència física ni tampoco grandes actos traumáticos. El control se impone de manera cotidianamente y persistentemente, ayudado y favorecido por la sociedad de la que se forma parte. El padre no es un psicópata sino un hombre que se desmorona tanto física como psicológicamente y, cabe preguntarnos si en realidad era la persona que muestra ese diario o bien, esa es la impresión de la madre, llevada por el odio y el aborrecimiento, para así justificar sus actos posteriores?. Esa duda es lo que desconcierta y azora a su hijo, porque además, la narradora de esas palabras, de esos hechos, no se parece en nada a la abnegada y esforzada madre que ha conocido y que se ha sacrificado toda la vida por él.

Tras este dilema se esconde el verdadero tema de la narración: en 1967 en España, en los años finales de la dictadura, las mujeres estaban totalmente supeditadas a sus maridos, abandonando con la boda, trabajo y amigos para “cuidar la casa”. No existía el divorcio por lo que no existían segundas oportunidades y el infierno cotidiano plasmado desde el microcosmos de un domicilio era real y extendido en el conjunto de la España de la época. Además favorecido por hallarse en una sociedad machista -patriarcal que decimos ahora- y las quejas de las Mercès de turno  caían siempre en saco roto.

Las 190 páginas del libro se leen con rapidez gracias al influjo que ejerce el diario de la protagonista. La historia de Mercè es poderosa y cautiva al lector mientras que la narración del hijo y sus reacciones palidece ante ella. Esto ocurre así porque el lector ha empatizado con ella desde el primer momento y quiere su bienestar calificando como pusilánimes y egoístas las dudas del hijo.

T’imagines la vida sense ell? es un libro tremendamente atractivo al contar con una poderosa historia. Isabel-Clara Simó muestra su vigor narrativo describiendo a la perfección una cautivadora historia costumbrista de fuerte carga psicológica para reflejar el papel destinado a la mujer en los oscuros tiempos del franquismo. Tiempos e ideas no tan lejanos y, lo que es peor para nada superados, como muestran las proclamas de algunos retrógrados partidos políticos.

Isabel-Clara Simó en la Wikipedia


Recomendación:
No dejéis pasar ni una. A la mínima señal, no hace falta que sea física, puerta.
Profundizar en la obra de Isabel-Clara Simó, nunca decepciona.


Mientras escribía esta reseña he disfrutado con Made of Rain, el regreso de The Psychedelic Furs veintinueve años después y aunque no sea perfecto, no decepciona en absoluto. También con el rock de guitarras de Hockey Dad y su Brain Candy así como con el gratificante shoegaze dream pop guitarrero de Bdrmm con su disco de debut Bedroom.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Cala Vento - Gente como tú.

Cerrar la puerta, entrar en el decrépito ascensor y ponerte a cantar. Inconscientemente, hasta saltar, asustado, al no reconocer la cara de cándida felicidad que devuelve el espejo interior. Lo de tu crush te está desbordando. Solo fue un café; pero que café, respondes sin tregua. Anhelos, sueños e ilusiones flotando alrededor de horrendas tazas patrocinadas.  

Sonrisa estúpida e incontenible. Pasos ligeros y livianos, con saltitos -calma tío, qué narices haces saltando?, los perros vienen a tu encuentro moviendo la cola y no te ladran, los camareros orientales te saludan por primera vez. Será tu brillante armadura de autoconfianza?. Soy el último de la fila, soy el que no atrae las miradas. Antes. Pero cuando miro alrededor, soy del bando ganador. Llegué. Molará verte ho oh oh oh oh oh oh oh.



Oh, oh, oh, oh...
Qué pena, tú tampoco vas a venir
Y voy a tener que contártelo
Me jode que no puedas disfrutar
Esto que nos separa tanto
Molaría verte oh oh-oh-oh oh-oh-oh
Oh-oh-oh oh-oh-oh hoy
Entiendo que esto siempre ha sido así
Y me gustaría cambiarlo
Con el tiempo irá mej-oh oh-oh-oh oh-oh-oh
Oh-oh-oh oh-oh-oh -or
Compartiendo el erro-oh oh-oh-oh oh-oh-oh
Oh-oh-oh oh-oh-oh -or
El cómo y el cuándo
Los eliges tú y yo me adapto
Hace falta
Gente cómo tú en cada plaza
Uh-uuuh...
Cuando miro alrededo-oh oh-oh-oh oh-oh-oh
Oh-oh-oh oh-oh-oh -or
Soy del bando ganado-oh oh-oh-oh oh-oh-oh
Oh-oh-oh oh-oh-oh -or
El cómo y el cuándo
Los eliges tú y yo me adapto
Hace falta
Gente cómo tú en cada plaza
Uoh-oh-oh-ooh
Uoh-oh-oh-ooh
Uoh-oh-oh-ooh
Uoh-oh-oh-ooh
Uoh-oh-oh-ooh
Uoh-oh-oh-ooh
Uh-uuuh...