martes, 27 de marzo de 2018

JOHN WILLIAMS - STONER. Una crítica.


Creo que no descubro nada si digo que la gran ventaja de las ediciones de bolsillo es su reducido precio. Esta asombrosa demostración de inteligencia tan solo es pretexto para resaltar que por unos escasos 7-8 euros, uno puede aventurarse a adquirir títulos desconocidos que le llamen la atención por motivos peregrinos. En una de las visitas a mi librería preferida y después de coger los que quería me llevé de relleno y casi a ciegas, Stoner de John Williams.

Lo cierto es que deposité el libro en una estantería y allí, con su bonita portada -en la edición de La Butxaca-, ha estado reposando impertérrito durante algo más de dos años hasta que el otro día, en el mágico momento de elegir la próxima lectura y bajo el elaboradísimo criterio de no querer un tocho, fue el elegido.

El libro no es ni más ni menos que la narración de la vida de William Stoner, nacido en 1891 en un pueblecito agrícola de Missouri (para situarnos uno de los estados centrales USA), hijo único de un matrimonio de humildes campesinos y con un destino claramente ligado a la tierra y a ayudar a sus padres. El chico dio muestras de inteligencia en sus estudios y las autoridades propusieron a sus padres que fuese a cursar estudios en la nueva Facultad de Agricultura situada en la cercana Universidad de Columbia. Para William aquello representa una nueva vida ya que debe dejar la granja familiar y trasladarse a la gran ciudad cuando nunca antes había salido de su pequeño pueblo. Allí estudia con la intención de aprender nuevas ideas para aplicarlas a la explotación familiar pero en el segundo curso, y como en una epifanía, se da cuenta de que lo suyo son las letras cambiando sus estudios. Cuando al terminar la carrera, le ofrecen una plaza de profesor ayudante en la Universidad, no se lo piensa dos veces y acepta dejando atrás su marcado futuro como campesino.

William, siempre metódico y esforzado, se vuelca en la enseñanza y en los libros. Desde los pasillos de la Universidad ve transcurrir la vida, su vida, con un cierto distanciamiento; desde acontecimientos históricos tan importantes como las Guerras Mundiales hasta situaciones tan íntimas como su propio matrimonio. Se deja llevar por la corriente de los días sin hacer demasiado por prosperar, sin aspavientos ni salidas de tono. La vida es para Stoner un trayecto en tren que pasa secuencialmente por diferentes estaciones.

John Williams se revela como un narrador inmenso. Utiliza un tono crepuscular totalmente acorde con el carácter del protagonista; estoico y resignado- totalmente alejado del perfil tan sobado de héroe- que no duda en reprimir sus pasiones y se mantiene obstinadamente fiel a sus principios aunque le lleven a decisiones equivocadas. Con este material consigue hilar una narración fluida y poderosa, de fuerza torrencial,  empleando un lenguaje preciso y ajustado, sin florituras, y con una enorme capacidad de emocionar sin caer, en ningún momento, en un sentimentalismo que no casaría con el tono de la novela. Brilla especialmente al convertir en especial cualquier detalle cotidiano y, sobre todo, consigue que el lector quiera desesperadamente al pasmado de Stoner, incluso o puede que por su falta de tino, y que desee permanentemente que en la página siguiente de las trescientas treinta y dos que tiene la historia, su suerte cambie de una vez por todas. Stoner tiene esa extraña cualidad de gustar, incluso fascinar, sin saber definir demasiado bien por qué, generando una adicción irresistible.

Bajo un falso envoltorio de historia sencilla, John Williams nos regala en Stoner una narración  maravillosa, reflejando magistralmente la vulgar cotidianeidad de un hombre, tan gris y mediocre como especial y único, casi como cualquiera de nosotros. Sin ninguna duda, un libro fascinante, un tesoro.


John Williams en la Wikipedia
John Williams

Recomendación: 
Evidentemente esta novela y encontrar el resto de novelas del autor.
Durante la redacción de esta reseña escuché el novísimo y magnífico El Gatopardo de los maravillosos Triángulo de Amor Bizarro, el bellísimo Vuelve a Empezar de los reaparecidos Tom Boyle así como el convincente Records de Kyoto de los brumosos Últim Cavall.


jueves, 22 de marzo de 2018

TOM BOYLE - Vuelve a Empezar. Una crítica

Una de las mejores noticias musicales del año pasado fue la vuelta a la actividad de Tom Boyle. El grupo getxotarra, cuyo nombre homenajea  a un legendario skater, anuncio un parón en 2011 después de publicar unos magníficos LP y EP, Maniobra de Aproximación y Biografía de un Espejo respectivamente. Cese de actividades que finalmente se prolongó -salvo alguna reunión puntual- hasta mediados del año pasado en que, con energias renovadas, los miembros iniciales Xabier Setién (guitarra) y Gloria Para (bajo y voz), reclutan a Oskar Hernández (guitarra y voz) y Miguel Terán a la bateria. Todos juntos van a los sevillanos Estudios La Mina y en 5 días y de la mano de su habitual productor, Raúl Pérez, graban su nuevo y esperadísimo trabajo, el LP Vuelve a Empezar, nada más y nada menos que nueve años después de su primer LP.


El disco se inicia con Hojas Amarillas, publicada como primer single, en la que un muro de guitarras secunda la bonita y delicada voz de Gloria. Muro de Cristal se mueve por patrones similares, instrumentación deudora de Slowdive y MBV, más rápida que la anterior y con una letra que habla sobre como las personas toman caminos distintos. Continúa En otra Etapa con un inicio relajado y de cadencia lenta que acelera conforme las guitarras, repletas de pedales y distorsión, crecen progresivamente apoderándose de una canción poseedora de una lírica preciosa. Sigue Erizos en Invierno, con una base rítmica claramente deudora del Wake Up de Arcade Fire mientras la letra desarrolla conceptos schopenhauerianos sobre la atracción y el punto de equilibrio, en una canción que igual acusa su larga duración. 


La segunda mitad se inicia con Gravedad, en que trenzadas guitarras sostienen su armazón mientras Gloria surfea dominante sobre ellas dando como resultado uno de los puntos álgidos del disco. A continuación llega Horas Perdidas, un delicioso caramelo pop de ácido trasfondo por su texto sobre la pérdida y su aceptación, contrastando el mensaje con el tono alegre y desenfadado de la canción que cuenta incluso con coros. En Universo Azul podemos encontrar aromas planetarios en sus inicios llegando a coquetear con el slowcore hasta que las guitarras revientan, como olas contra la playa, en su estribillo central perdurando en auge hasta el final. De la mano de la pausada y relajada Casiopea y Orión llegamos al final, contrastando el tono plácido de esta última con el resto mucho más bullicioso.


En la primera escucha de Vuelve a Empezar, nos reencontramos fácilmente con el sonido del grupo que conocíamos. Tom Boyle siguen siendo unos artesanos tejedores de bonitas melodías, favorecidas por la bonita y delicada voz de Gloria, envueltas por enmarañadas capas de guitarras que se retienen para desparramarse exponencialmente en los estribillos, dando como resultado unos temas tan atractivamente ruidosos como sensibles. Virtuosos creadores de disfrutable pop de amplio espectro, oscilante entre el engrasado noise-pop o shoegaze de Slowdive, My Bloody Valentine o Minor Victories y el pop delicado y preciosista de La Buena Vida o Nosoträsh, encajando perfectamente en unas coordinadas similares, como primos hermanos, de los añoradísimos Nadadora.


Vuelve a Empezar es un disco magnífico, que se hace muy corto en sus escasos 38 minutos, repleto de bellos e infecciosos temas destinados a perdurar. La larga espera ha valido la pena y Tom Boyle han vuelto para demostrar que son una tangible realidad. El disco enamorará sin remisión a sus seguidores de siempre y convencerá a quien les descubra por primera vez. Ahora tan solo nos queda pedirles que no esperen tanto tiempo en publicar un nuevo trabajo.

HOJAS AMARILLAS
 

EN OTRA ETAPA  


 HORAS PERDIDAS  


VUELVE A EMPEZAR en Spoti


 
A quien le pueda gustar el disco, dejo el enlace de la campaña de mecenazgo que están promoviendo para poder editar el disco en formato físico.
Colaboración Edición Física Vuelve a Empezar 

miércoles, 7 de marzo de 2018

Los Punsetes- Maricas.


Quiero morir en una discoteca llena de maricas,
quiero morir bebiendo vino a morro de una barrica,
quiero morir en el preciso instante en que lo diga una chica,
quiero una muerte tonta de esas que nadie se explica.

Y pasaría a formar parte de un ingente colectivo,
gente que ya no trabaja en laborables ni en festivos.
Y olvidaría las cosas que me han hecho daño,
gente que no se controla y se comporta de un modo extraño.

Quiero morir en las garras de un ser omnipotente,
quiero morir con los brazos abiertos de cuerpo presente,
quiero morir en una conferencia frente a un ponente,
quiero cantar canciones guarras en brazos de la muerte.

Se supone que la vida no en tan estridente,
mamá está equivocada y los libros mienten,
mamá está equivocada y los libros mienten,
mamá está equivocada y los libros mienten.