viernes, 30 de noviembre de 2018

HAZTE LAPÓN - YO LOS HE VISTO


Se acabó el tiempo, no solo para perder el tiempo, y llegó, irremisible, la hora del exilio. No, no somos grandes y no nos comportaremos como tales. La vida adulta también conlleva tener que aceptar el quedarte impertérrito en tu rincón del cuadrilátero esperando la decisión del árbitro. Y es cierto, los hoteles se pagan por horas. Puede haber una frase más deprimente?. Sigo en Suiza aunque el enemigo no soy yo, y hace frío, y no hablo de bares, pero es efectivo para despertar a salvo de los incendios. Bueno, todos tenemos nuestras obsesiones circulares y conozco bien y reconozco una conversación llena de trampas. Habrá que hacerse a la idea de que el receso no tiene fecha de caducidad aunque no comprendo cómo puede doler tanto algo que no se conoce. Y por eso me prometí quererla sin un reproche. Algo muy propio de la gente que no quiere epatar ni hacerse notar. Existen, yo los he visto, andan por ahí.



La gente que no quiere epatar ni hacerse notar
La gente que no quiere epatar ni hacerse notar…. 


Existe, en algún sitio, en algun lugar
La gente que no quiere epatar ni hacerse notar…
Existe, yo los he visto, andan por ahí…

Algunos van a tu misma peluquería
Algunos compran tu misma marca de café
Algunos llaman a sus madres todos los días
Pero no saben nada de eso

 de lo que todos estáis hablando
  La gente que no quiere epatar ni hacerse notar….
Existe, yo los he visto, andán por ahí

Algunos saben o dicen que saben de literatura rusa
De Nabokov, Chejov, Dostoievsky, Gogol, 
Alexander Pushkin, 

Algunos saben o dicen que saben de música clásica contemporanea
De Shoenberg, Alban Berg, Bela Bartok, Benjamin Britten, Leonard Bernstein

Porque la gente que no quiere epatar ni hacerse notar….
Existen, por algún sitio, en algún lugar…. 


Algunos creen haber oido hablar de Slavoj Zizek
Casi ninguno cree haber oido hablar de Mark Kozelek
Y alguno afirma que incluso ha visto 
toda la saga de Star Trek
Pero no desde una puta perspectiva
 irónica y postmoderna
Y no saben nada sobre la última polémica
En la que todos estáis participando
Que por acción u omisión, de alguna forma
Os estais posicionando 


 Pero ellos no, poque no saben nada de eso,
 nada de eso, nada de eso…
No saben nada de eso, no saben nada de eso, nada de eso, nada de eso… 

 
Porque la gente que no quiere epatar ni hacerse notar
La gente que no quiere epatar ni hacerse notar…
Existen, yo los he visto, son más de un millón

Algunos viven tranquilos, otros están nerviosos
Algunos tienen problemas y otros están ociosos
Algunos son idiotas de remate, otros son más listos que tú, y más listos que yo
Algunos son más guapos, más felices, mejores personas….



viernes, 23 de noviembre de 2018

JOHN CONNOLLY - VOCES QUE SUSURRAN. Una crítica


Alguna que otra vez he reconocido mi admiración por la serie Charlie Parker del escritor irlandés John Connolly. De hecho, junto con el siciliano Andrea Camilleri son mis dos escritores preferidos de novela negra, a pesar de tener estilos diametralmente opuestos. Entre que hacía casi un año que no leía ningún libro suyo y que tenía por delante un viaje en el que podía leer tranquilamente, elegí sin dudar para acompañarme Voces que Susurran, el volumen #9 de la serie.

Un joven veterano de la segunda guerra de Irak, Damien Patchett, se ha suicidado. Parece extraño porque Damien no tenía ningún tipo de problemas al regresar de la contienda e incluso trabajaba junto a sus antiguos compañeros soldados en una empresa de transportes. Aunque el suicidio es evidente y no admite dudas ni especulaciones, el progresivo deterioro psíquico experimentado por el soldado las semanas previas a su muerte, así como la aversión que siente por uno de los excompañeros, provocan que el padre del suicida contrate a Parker para que indague al respecto. 

Cuando el detective descubre las rutas y frecuencia de los trayectos de los camiones, siempre hacia Canadá, empieza a sospechar que se dedican al contrabando. Pero al constatar que Damien no es el primero del grupo de exsoldados que se suicida, la investigación se pone interesante y más todavía, cuando le amenazan seriamente para que la abandone. Ante ello, Parker hará todo lo contrario decidido a llegar hasta el fondo del turbio asunto que empieza a intuir.

Al tratarse de una serie es fácil reconocer los lugares comunes: la violencia soterrada, el humor corrosivo que utilizan sus personajes, aspectos sobrenaturales que aparecen de manera guadianesca entre sus volúmenes (y en este toca!!!) y enemigos muy poderosos, casi invencibles en un lucha directa. John Connolly como marca de la casa, sigue haciendo gala de un vigoroso torrente narrativo, utiliza unas descripciones magníficas y precisas como introducción para centrar y situar la acción así como una ambientación siempre precisa. En sus páginas siempre pasan muchas cosas y transcurren varias subtramas, incluso en diferentes ámbitos espacio temporales, pero siempre acaban encajando a la perfección, como piezas de un laborioso y complicado puzle.

Sus personajes siguen tan completos y atractivos como siempre. Los buenos con sus contradicciones y luchas internas y los enemigos, implacables y coherentes. En Voces que Susurran las novedades un consisten en un sujeto repulsivo llamado Herodes así como la aparición de un prometedor futuro enemigo: El Que Espera Detrás Del Cristal. Sin olvidar el regreso de un viejo conocido: El Coleccionista. 

Connolly aprovecha esta novela para mostrar varios temas anclándolos en el sustrato de la novela. El primero de ellos, es el estrés post-traumático que sufren, en muchas ocasiones, los militares al volver del frente. No es fácil acostumbrarse a la normalidad de una vida rutinaria después de estar en la guerra. Con el paso del tiempo pueden emerger secuelas que habían quedado ocultas. En un contexto similar, se denuncia el expolio que ejercen los vencedores (o conquistadores o invasores) sobre el enemigo. En el texto se ve claramente reflejado en el saqueo del Museo de Bagdad aunque el expolio real es más amplio y no solo se trata de bienes materiales. También aborda el continuo contrabando entre USA y Canadá al existir una frontera de tan enorme extensión. El contrabando en la frontera norte de los USA pasa ciertamente desapercibido, al menos por estos lares, ante el enorme foco mediático de la frontera sur, con México, y los inmigrantes ilegales.

Voces que Susurran es otra gran novela dentro de la serie de Charlie Parker. Su lectura es tan adictiva, frenética y atractiva como siempre aunque bien es cierto que es ciertamente continuista, pero qué hay que pedirle a una serie sino una cierta base de persistencia y coherencia?. Si cada entrega contuviese golpes de efecto terminaría por perder toda credibilidad. John Connolly, libro a libro, personaje a personaje, cada vez ocupa una posición más reforzada entre los grandes del género. Cómo que todavía no le conoces?. Pues no sabes lo que te estás perdiendo.

John Connolly en la Wikipedia
John Connolly

Recomendación: 
La serie Charlie Parker y empezar por el primer título de la misma: Todo lo que muere.

Puestos a recomendar, mi otro autor preferido en este género: Andrea Camilleri con la serie de Salvo Montalbano. 
Con este tipo de reseñas hay que ser coherente y no se puede escuchar folk cabañístico sino que requiere algo más correoso, más ponzoñoso. Por eso, durante la escritura de esta reseña he escuchado el vibrante Long Life de Structures, el muy reciente Modern Cults de Holygram así como el fantástico Polara de Uniforms.
 

viernes, 9 de noviembre de 2018

ANDREU MARTIN - SOCIEDAD NEGRA. Una crítica


Que a estas alturas aún no haya reseñado nada de Andreu Martín empieza a ser imperdonable. El barcelonés es uno de los escritores más prolíficos de nuestro país. Entre novela negra, juvenil e infantil ha publicado más de cien títulos, habiendo obtenido gran cantidad de premios, aunque tengo la ligera sensación que no tiene el reconocimiento que se merece. Para sacarme la espina traigo Sociedad Negra, la última novela que he leído del autor y que ganó el premio Crims de Tinta en 2012.

La aparición de la cabeza decapitada de una mujer en una calle de Sants, sorprende a la policía barcelonesa por la brutalidad del crimen. Ante ello, enseguida se sospecha que los autores puedan ser bandas latinas, maras concretamente, pero la rumorología de los bajos fondos filtra un posible robo en la sede de la mafia china, bajo la disimulada fachada de una tienda de ropa, y el asesinato podría ser tan solo su consecuencia. Aunque semejante exhibicionismo no tiene nada que ver con la atávica discreción oriental.

Mientras oficialmente se sigue la pista de las maras, un veterano policía especializado en tríadas chinas decide confiar en su olfato y recurriendo a sus contactos y confidentes, empieza a investigar la relación del crimen con la mafia china establecida en Barcelona. ¿Seguirá la dirección correcta o bien será el hazmerreír del cuerpo?. ¿Conseguirá algún avance ante el infranqueable muro de silencio oriental o quedará atascado en punto muerto?.

Tras este punto de partida, el autor nos describe los intereses y negocios de las mafias internacionales establecidas en nuestras ciudades. Por muy sorprendente o lejanas que puedan parecernos están aquí, totalmente establecidas y bien relacionadas, controlando sus negocios con mano de hierro. Por las páginas de Sociedad Negra también aparecen delincuentes de poca monta que aspiran, ilusos, a un futuro mejor, alcohólicos irrecuperables, prostitutas sin porvenir, policías desengañados y, en definitiva, un catálogo de perdedores que malviven en su día a día.

La novela se estructura en torno al día del robo (que efectivamente se produce) y los capítulos, muy cortos, se suceden desordenadamente desde un mes antes hasta cuatro días después del día de autos, proporcionando información de manera gradual para hacer encajar las piezas del puzle, aunque sin dejar de reservar sorpresas al lector. Los personajes están muy bien trazados y definidos, con sus subtramas correspondientes que acaban encajando perfectamente en el nudo central de la novela. Como es habitual en las obras de Andreu Martín, que nunca falla, la sensación de acción es constante -en este caso, potenciado por el uso de capítulos muy cortos- y la lectura se convierte en frenética y muy adictiva.


Sociedad Negra es una novela muy interesante al llamar la atención sobre las sigilosas mafias orientales y su establecimiento en nuestro entorno. No será la última novela que reseñaremos de Andreu Martín. Sin ninguna duda, un referente en novela negra.

ANDREU MARTÍN en la Wikipedia:
Andreu Martín


RECOMENDACIÓN:
Profundizar en la obra del autor.

Durante la redacción de esta reseña he escuchado el espectacular, otro más en su carrera, Cold Hands de Suede, el divertido y elegante Coup de Grace de Miles Kane así como el encantador Un Lugar Imaginado de Neleonard. 

lunes, 5 de noviembre de 2018

Matthew Weiner - Absolutamente Heather. Una crítica

En el mágico momento de elegir la próxima lectura, se me planteó un dilema: en tres días tenía que hacer un largo viaje en tren y bien es sabido, que en ellos se debe iniciar novela. Por tanto, tenía que elegir un libro ligero, que pudiese leer en tres ratos -antes del viaje- porque por espacio no iba a llevarme dos libros. Y no, no tengo Kindle ni cosas de esas (llamadme antiguo, lo soy, del mesozoico concretamente).

Oteando entre mis libros, di con uno que encajaba perfectamente con mis deseos: Absolutamente Heather de Matthew Weiner, “el debut literario del creador de Mad Men” como destacaba en la faja promocional del mismo. Esta frase y las críticas superlativas me hicieron desconfiar un poco pero sus escasas 150 páginas y un texto no demasiado denso, encajaban perfectamente con mi idea. 

Mark y Karen Breakstone son un matrimonio de clase media alta. Viven en una buena zona de Manhattan, aunque ellos quisieran ser todavía más ricos y elitistas. Tienen una sola hija, Heather, que reúne todas las virtudes: inteligente, guapa, simpática, educada. Una chica talentosa que al entrar en la adolescencia está acostumbrada a ser el centro de atención, situación en la que ella se maneja con total comodidad.

Al realizar unas importantes obras en su edificio, los Breakstone quedan como únicos moradores del mismo ante la llegada de los obreros. Entre estos, un muchacho de aspecto inquietante se obsesiona con Heather y la espia para coincidir con ella siempre que puede. Mark, su padre, se da cuenta de la mirada turbia e insistente del muchacho y empieza a temer por la seguridad de su hija. 

Tras esta esbozada sinopsis, Matthew Weiner deja caer algunos temas de lo más interesantes: desde la aparición de un elemento perturbador para la seguridad de los tuyos (y de tu mundo, en general) y de cómo serías capaz de reaccionar ante la amenaza, pasando por el reflejo de las diferencias de clase entre el matrimonio y la complicada vida del desconocido que solo conoce la miseria. También se refleja el como la hija es el centro del universo de sus padres y como al ir creciendo y tomar conciencia de su individualidad y de su poder, el eje del mundo de sus padres va virando ante sus cambios. Esto se ve reflejando especialmente en el personaje de Karen, su madre. Este último aspecto hace recordar por momentos, a la magnífica novela Stoner de John Williams (aunque Absolutamente Heather palidezca en la comparación).

Como he dicho más arriba, la novela tiene unas escasas 150 páginas. Si tenemos en cuenta el tamaño de la letra y el gran espacio entre párrafos, la duración del libro se reduce considerablemente. El estilo narrativo consiste en párrafos de pocas líneas sin apenas líneas de diálogo. El libro se lee con gran rapidez y su gran mérito consiste en que, por momentos, crea congoja en el lector gracias al uso del terror psicológico. El libro sugiere más que muestra, amenaza más que actúa. De todos modos, todo en el libro es muy superficial y muy prototípico. Adolece de poca profundidad, con cierto aspecto de esbozo con escaso desarrollo.

Lo mejor de Absolutamente Heather es que cumple su cometido: genera adicción y proporciona entretenimiento durante los tres ratos que dura. Por el contrario, a la historia le falta enjundia, los personajes son insípidos y responden a gastados clichés por lo que la novela está destinada a olvidarse tan facilmente como se ha leído. No deja de ser más que un chicle de fresa ácida con un bonito envoltorio que aprovecha la fama de su autor (por si alguien no lo sabe, Matthew Weiner es el creador de Mad Men).

Ante el contenido de la faja promocional con expresiones como impactante, soberbia, tour de foce y afilada como un estoque solo cabe decir que el aparato promocional crea monstruos. Exagerados se queda muy corto ante estos elogios.


RECOMENDACIÓN:
Mad Men, la serie.

Durante la redacción de esta reseña he escuchado el brillante Galorias de Alias Galor sorprendiéndome de lo bien que aguanta el paso del tiempo. La obra maestra en forma de disco debut llamada The Stone Roses del grupo del mismo nombre y, pasando a la radio, el magnífico Poplaroid que emiten en Ipop Fm.