jueves, 12 de marzo de 2020

Let's Festival: Las Novias y New Model Army 07/03/20

El sábado 7 de marzo el Let’s Festival, junto con la promotora Eclipse Group, ofrecía uno de sus cabezas de cartel: New Model Army en su gira 40th Anniversary, acompañados de unos teloneros tan de culto como la banda zaragozana Las Novias.

Al salir estos últimos al escenario, la sala ya presentaba un buen aspecto quedando claro que el público no solo había venido a ver los británicos. Empezaron con Invicto, el tema que da título a su último álbum de estudio, y Subtitulado. Tras este par de temas, Toño anuncia que van a empezar a meterle brasa; la espléndida Hypnos, la atmosférica y muy disintegration La Bóveda Hundida de las Retinas y la contundente El León Enjaulado constataron sus palabras. A destacar el buen estado de forma de la banda, tanto por la voz de Toño como por las guitarras y su pétrea base rítmica, que continúa tantos años después hermanándoles con el hard-rock de los mejores The Cult.


La parte final empezó con un momento emotivo en la intro de El Sol dentro de ti, seguida por el atronador bajo funkie de No y la presentación de una canción nueva, LF, en la que quieren hacer un homenaje a su juventud y, por ende, a sus orígenes. Por cierto, aprovecharon que el día siguiente era el reivindicativo 8M para dedicarla a las mujeres y reclamando el final de la discriminación de género. 

Y con la novedosa LF terminaron su actuación, 40 minutos que se nos hicieron cortos, muy cortos. Las Novias convencieron a sus seguidores y llamaron positivamente la atención de quien había venido por New Model Army.

New Model Army; 40 años de carrera en los que han lanzado 15 discos de estudio, varios de ellos magníficos. Incluso el último From Here, que presentan en esta gira mantiene más que dignamente el nivel. Podrían hacer como otros y girar con un permanente grandes éxitos, pero esto no va con la banda de Bradford y no dudan en tocar temas tanto de su último disco como de la mayoría de ellos.   

Tiempo de cambio de escenario, cervezas de rigor, expectación y calor creciente, muchísimas camisetas de NMA -y no solo de esta gira- y la Salamandra llena para cuando se levanta el telón dejando ver a Justin Sullivan solo en el escenario con su guitarra eléctrica, empezando a atacar arrolladoramente el himno No Rest sumándose poco a poco el resto de los músicos a la interpretación. Siguieron con las densos e imbricadas Never Arriving y The Weather, del último From Here. En The Charge y sus hipnóticos coros empezaron los pogos de un público entregadísimo. Con el principio a capella de 51st State constatamos el magnífico estado vocal de Justin Sullivan que iba soltando alegatos desde la tierra del Brexit y la sumisión del Reino Unido ante USA. En Stormclouds, cambio generalizado de instrumentos ocupando el bajista Ceri Monger los tambores, para reforzar la percusión y darle el aire tribal que el tema requiere. Ligero descanso en Island y Born Feral, otra vez con dobladas e hipnóticas percusiones, Over the Wire y la bellísima Winter -que da título a su destacable penúltimo disco-. 

Después de esta secuencia de temas más reposados, nos preparan para lo que vendrá caldeando el ambiente con el estribillo casi pop de Where I Am, seguida por una arrebatadora Purity que convierte la sala en un karaoke con todo el público cantando a grito pelado “This purity is a lie”. Nivel de intensidad ascendente con el folk electrificado de Green and Grey (y las memorables caras de felicidad de los asistentes cantando). Si tras estos dos monumentos hechos canción enlazan con Stupid Questions, la fiesta está más que garantizada. Ya hace un buen rato que el pogo se ha apropiado de las primeras filas (por cierto, hacer pogos sin camiseta es asqueroso, una guarrada. No te hace más hombre, te convierte en un cerdo. ¿Por qué tengo que aguantar tu sudor, babosa inmunda?). La fábrica de himnos ya no acepta parones y para el último tema todavía logran incrementar la velocidad con la bélica Here Comes the War llevando al público al paroxismo de puño en alto. 

Parón para recuperar oxígeno, recomponer las diezmadas primeras filas y pedir incansablemente los ansiados bises. Justin no se hace esperar demasiado y acomete en solitario la mítica Vagabonds acompañado por el público coreando los violines. Con la banda al completo interpretan la trepidante Poison Street que sirve de puente para llegar al final del concierto con la esperadísima I Love the World (5º rescate del descomunal Thunder and Consolation) que convierte la sala en una fiesta, un desparrame, una misa pagana oficiada por el predicador Justin y sus New Model Army ante unos asistentes totalmente entregados con sus bailes y pogos desde hace muchos minutos, pilars de tres incluídos. Ante la insistencia y el griterío vuelven a salir para premiarnos con la frenética e infecciosa Betcha (desde su primer disco, el lejano Vengeance) prolongando durante dos minutos y medio el frenesí de los asistentes. 

Solo había que mirar las caras de felicidad del público para ser conscientes del enorme concierto que nos ofrecieron New Model Army. Justin Sullivan ha demostrado que, aparte de estar muy en forma, es un tipo inteligente, se ha rodeado de músicos jóvenes y efectivos para poder conmemorar los 40 años de carrera de NMA, con un repertorio compuesto por un ramillete de temas mayúsculos que distribuye más que acertadamente en el setlist, ofreciendo un espectáculo memorable. Gran noche la que nos ofrecieron ambas bandas.


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