En mi librería habitual pedí a los libreros que me recomendasen algo ligero. Tuvimos a varios autores en la quiniela y finalmente la elección recayó en Vuelve de Samuel Benchetrit. El nombre del autor me sonaba muchísimo, aunque no terminaba de ubicarlo. Fue cuando llegué a casa y miré en la Wikipedia (decir que mi memoria prodigiosa tuvo un flash revelador hubiera estado bien pero sería más falso que las promesas de los políticos) que recordé haber leído uno de sus Crónicas del Asfalto, además de ver que un desgraciado suceso acaecido años atrás le salpicó llevándole a las páginas de todo tipo de prensa (pero eso es harina de otro costal y no voy a tirar de recurso fácil).
El protagonista de la historia es un escritor de mediana edad. Aunque sería más concreto utilizar el pretérito más que el presente ya que hace tiempo que no escribe una sola línea, o sea que está en plena crisis creativa. A esto cabe sumarle que su vida familiar es un desastre; está separado sin superarlo y su hijo de dieciocho se fue hace unos meses a viajar por el mundo, dejándole solo y abandonado (o esta es su dramática interpretación).
Ha entrado en una rutinaria espiral procastinadora: de madrugada, mientras bebe, hace listas de buenos propósitos a poner en práctica al día siguiente. Se levanta pronto, divaga un poco, fuma, se vuelve a acostar otro rato largo, despierta, fuma, bebe, ve un reallity absurdo y se acuesta a media tarde. De noche, vuelve a empezar la rueda elaborando otra lista mágica que no cumplirá nunca.
Este bucle vicioso de hastío se rompe con la llamada de un productor televisivo para adaptar un viejo libro suyo para una serie de televisión. Pero antes, debe facilitarle un ejemplar. Ejemplar que no tiene y ahí empiezan sus avatares. No lo consigue ni en su editor, ni en librerías, ni en el todopoderoso Amazon, por lo que acaba recurriendo a una residencia de ancianos para encontrar una vieja admiradora (lo de vieja en todos los sentidos). En ella, se deja convencer para ir a leer a los internos estableciendo así una nueva rutina, un cambio, que le hace salir de casa. Motivación que se incrementa y realimenta al conocer a una agradable y tartamuda enfermera del centro.
Samuel Benchetrit no tiene ninguna intención de contarnos una historia reveladora, que sirva de faro y aporte luz a nuestras confusas vidas. Todo lo contrario, como mucho incide en el peterpanismo de muchos hombres así como en la inseguridad y el frágil ego de los creadores, incapaces de resistir una comparación desfavorable, y sus tremendas crisis creativas. El que realmente necesita no luz, sino varias centrales eléctricas y nucleares juntas, es el protagonista de Vuelve. Precisamente porque es impresentable, egoísta y extremadamente torpe consigue ser entrañable. El lector, pese a la reticencia inicial provocada por su egoísmo, le termina acompañando encantado en sus delirantes andanzas; ya sea recibiendo libros equivocados de Amazon, soñando con repartidores imaginarios, contando historias de esquimales o, incluso, una desastrosa compra de patos.
El gran mérito del libro estriba en que sus personajes se hacen querer. El protagonista es un necio de consideración, pero consigue caer bien y logra divertir. No es humor evidente y de carcajada, sino que más bien es un humor de soslayo, que asalta a traición y provoca que te rías por una situación totalmente inesperada. Por lo absurdo puede recordar por momentos a Tom Sharpe e incluso podemos establecer un ligero paralelismo con la mítica La Conjura de los Necios de John Kennedy Toole (pero no alucinemos, estamos hablando de trazas. Ignatius Reilly es muchísimo más caristmático y exagerado). Entre el patetismo del personaje y sus rocambolescas andanzas, la lectura de Vuelve es muy ágil y agradable y cuando nos hemos querido dar cuenta las poco más de 200 páginas de la novela se han consumido e incluso el protagonista ha evolucionado y todo y nosotros contentos de su evolución.
El librero acertó con la recomendación de Vuelve y Samuel Benchetrit ya que me proporcionó unas horas de lectura entretenida con puntos de humor absurdo de lo más interesante.
Samuel Benchetrit en la Wikipedia
Recomendación:
Indagar en la obra de Benchetrit.
Mientras escribía esta reseña he disfrutado del magnífico Carnavas de los infravalorados Silversun Pickups, el arrebatadoramente pop Dramas del Primer Mundo de Capitán Sunrise y el excelente post-punk de Undertheskin en Negative.
Pues tiene buena pinta. Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
ResponderEliminarUn abrazo.