sábado, 10 de febrero de 2018

Marcel Cranc - 7. Una crítica




Una de las mayores debilidades de los uranianos se llama Marcel Cranc. El cantautor mallorquín, alter ego de Miquel Vicensastre, ha publicado ya siete discos desde su inicial Amor Fràgil (2006) hasta el  último 7, publicado hace unos meses. En este, la principal novedad es que el balear vuelve a cantar en catalán después de pasarse al castellano en el anterior disco de estudio, Despertar.

Marcel Cranc es el compositor de todas las canciones y para grabar el LP ha contado con Toni Beltrán a la batería y Toni Brunet en guitarras y bajo, siendo este último también el productor. A destacar que los cien primeros compradores de su último disco recibían una cuidada edición especial realizada a mano. Todo un detalle por parte de un autor diferente.

Al inicio de 7 hallamos a una banda de pop elegante perfectamente acoplada, dando como resultado una triada de canciones espectaculares como Mar de Bering, la fabulosa Nord y la doliente Furtivament. En la parte central del disco, enmarcada entre los dos fugaces instrumentales #3 y #4, los temas se alargan y son más íntimos y relajados fruto de una mayor presencia de unos delicados teclados. La conforman D’amor; tema acústico con un desarrollo deudor de Thom Yorke, Superfície; uno de los escasos momentos en que las programaciones toman el protagonismo, Voler Ser; tema de clara base acústica que va creciendo conforme avanza y Qui ets tu; el tema más lineal del disco a pesar del órgano que asoma. Para la parte final vuelve el sonido banda pop en dos grandes canciones como Sobreviu y D’Argila con destacados arreglos electrónicos, finalizando el disco con la frágil y desnuda Ella.

Marcel Cranc sigue su carrera con paso firme, a pesar de tener escasa reconocimiento fuera de  Catalunya y las Islas Baleares. Oscila entre géneros como exquisito pop melódico, el folk e incluso la electrónica. Su formación de piano clásico le delata en la estructura y base de muchas de las canciones y su tono cálido de voz, que modula perfectamente, le da un matiz confesional y melancólico convirtiéndole en un muy buen cantante, aunque estas virtudes se evidencian mejor cuando las canciones tienen mayor instrumentación y no son tan minimalistas. Sus letras hablan mayoritariamente de amores perdidos y muy añorados, con textos bien escritos que detallan emociones poderosas de manera sutil.

Como crítica constructiva queremos evidenciar que, al igual que en sus últimos discos, en 7 se echa de menos una mayor deriva hacia la electrónica. En sus trabajos iniciales la presencia de ciertas bases y arreglos -con un acusado aire a Radiohead- le proporcionaba un punto de ruptura a sus canciones que le deba originalidad y casaba perfectamente con su voz. Una cierta sensación de contención, de no querer excederse, todo lo contrario a las derivas de sus vigorosos directos, le resta matices y provoca una cierta linealidad en algunos temas, como se evidencia en ciertos momentos de la parte central del disco.

7 es otra gratificante entrega de Marcel Cranc que sigue siendo uno de los mayores secretos del pop melódico y de buen gusto del país, con una colección de discos más que reivindicable, que requieren escuchas ya que huye del enganche fácil, para poder descubrir los cálidos tesoros que contienen. 

FURTIVAMENT 

MAR DE BERING

NORD


7 en Spoti

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Sí que lo es, creo que por arriba lo comentamos que el inicio del disco es espectacular.

      Celebro que te haya gustado.

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  3. Oye pues suenan bien, me gusta cuando comienzo la semana a horas intempestivas descubriendo nuevos grupos. Gracias

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