Historia de una gárgola nos explica la historia de Balial, una horrenda y
monstruosa gárgola que lleva siglos durmiendo inmovilizada en piedra en lo alto
de una catedral de París, hasta que en una terrible noche de tormenta, un rayo
le devuelve la vida. Este es el principio de esta comedia gótica que he tenido
el placer de que me acompañara estos últimos días.
Conforme este atroz monstruo va recordando sus pasadas correrías nos las va explicando en primera persona, relatándonos
los años en que se dedicó a sembrar el terror y como, por extraño que parezca,
esta criatura mezquina y maloliente tuvo la posibilidad de salvar a la
Humanidad enfrentándose al emisario del Maligno, hasta entonces aliado suyo.
Balial se presenta a sí mismo como un monstruo egoísta, mezquino y que solo
vive para causar el terror a los hombres, aunque conforme avanza el libro nos
damos cuenta de que se le puede aplicar el cuento de “gárgola habladora poco mordedora”.
En muchas ocasiones él mismo resquebraja su coraza y confiesa que acaba comiendo
roedores y sapos antes que humanos, es hasta considerado e incluso sensible (aunque también puede ser un prodigio de mal gusto, hedor y escatología... no lo olvidemos). Lo
más sorprendente de todo, incluso para él mismo, es darnos cuenta de que el bichejo
inmundo éste es capaz de tener sentimientos y, de manera desconcertante,
enamorarse. Este amor desesperado es que el que le da las fuerzas y el valor
(que ni de lejos se suponía) para enfrentarse al ejército del Mal. El resultado
de este enfrentamiento... pues mejor no lo desvelamos ya que para eso está el
libro.
La elección por parte del autor, Milo J. Krmpotic, de explicarnos la
historia en forma de narración en primera persona por parte de Balial le
confiere mucha agilidad a la lectura del libro, haciéndose así muy amena y
provocando que inevitablemente el protagonista nos caiga simpático a pesar de
la imagen que el bicho quiere proyectar de sí mismo.
A pesar del tono ligero- casi humorístico- del mismo, el escritor emplea
muchas descripciones, siendo estas especialmente precisas en los últimos
capítulos al describir la composición de los diferentes ejércitos del Mal. Por
contraposición al tono general irónico de la novela quiero destacar el capítulo XXV,
para mí un ejercicio de alta literatura.
Desde la primera vez que lo leí lo conecté con la genial Sin Noticias de Gurb de Eduardo Mendoza, no tanto por el humor evidente de esta última sino por el trasfondo irreverente y la absoluta falta de pretenciosidad del personaje principal.
Milo J. Krmpotic es un autor inclasificable ya que después de
escribir novela juvenil, también ha escrito narrativa adulta, novela negra
(argentina) y ahora comedia.
Milo J. Krmpotic en la Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Milo_J._Krmpotic
Recomendación:
Dado el tono de este libro creo que toca reivindicar la novela gótica más aterradora: H. P. Lovecraft, sin ninguna duda. La Melancólica Muerte de Chico Ostra de Tim Burton.
Escribiendo esta reseña estuve picoteando canciones de The New Pornographers, Tuxedomoon, Bauhaus y la genial Es Feo de Manos de Topo.
Me gustó mucho este libro y Milo me parece un autor a descubrir que se separa bastante de la literatura convencional
ResponderEliminarBesos