sábado, 28 de abril de 2018

LAS RUINAS - LATIDOS CÓSMICOS. Una crítica


Los barceloneses Las Ruinas, tenaces y obstinados, siguen adelante con su exigente plan de publicar diez discos en diez años y su nuevo trabajo Latidos Cósmicos es ya, ni más ni menos,  el octavo de la serie. Para contextualizar, cuántos de vuestros grupos preferidos tienen tal cantidad de discos?.

A estas alturas su sonido está claramente definido, protagonizado por los riffs de la guitarra omnipresente de Edu Chirinos, acompañado a la perfección por la poderosa base rítmica conformada por Jaime Bertrán al bajo y Toni López a la batería, convirtiéndose en una engrasada máquina de  fabricar himnos contagiosos de menos de tres minutos que hacen explosionar en sus desbocados conciertos.  Para el nuevo trabajo repiten en la grabación con el cada vez más solicitado Cristian Pallejà y con Ferrán Resines, que vuelven a conseguir una acertada producción con un sonido muy nítido, decantándose por una vertiente más pop frente a su punk habitual, ahondando en la senda iniciada en el anterior 100% Maximum Heavy Pop.

Tras su colorida portada, Latidos Cósmicos contiene 12 canciones para unos efímeros 31 minutos. Edu Chirinos canta la totalidad, a diferencia de discos anteriores donde Jaime también lo hacía. Las letras, como es habitual, son tan cercanas y cotidianas como críticas con la sociedad desigual, injusta y snob en la que vivimos, utilizando para ello buenas dosis de ironía y causticidad.  Ejemplos de ello son la inicial Me Manifiesto en que reivindican el derecho a ello con una sola frase que se repite durante toda la canción, No hay Dinero, el tema más contundente del disco denuncia el despilfarro monetario en función de los intereses y en la divertida Subcontratas Culturales, disparan contra los contratos basura en los museos y, por extensión, en todo el sector cultural “es la nueva esclavitud” proclaman. Sin olvidarnos del esnobismo en Food Truck, un pogo garantizado en sus conciertos. Mención destacable merece la demoledora Señoras que miran mal, un nuevo himno que puede entenderse como el reflejo de la incomprensión por la diferencia generacional o, mucho más atinadamente, la denuncia de los que en su día fueron luchadores idealistas y ahora defienden el establishment parapetados en la butaca del Consejo de Administración de turno, como el carca retrógrado de Felipe González (que encima se cree con derecho a pontificar, el muy impresentable). Es fácil ver reflejado al PSOE en esta canción y por extensión a la mayoría de grupos políticos y élites de este país de pandereta.

Como el mismo grupo reconoce, la idea vertebradora de Latidos Cósmicos es el no tener miedo al cambio, reflejándose en Cambiar, Lo estoy haciendo bien y Cerca del Sol como fases del proceso. En este paquete incluiríamos Viva la Resolución, situándose en el momento de tomar decisiones, en forma de sorprendente y divertida rumba que homenajea a Kiko Veneno.

Pero esta rumba no es la única sorpresa del disco; en Rey Merluza su letra surrealista les entronca con El Niño Gusano, la amorosa Un Ramo de Besos cuenta con una deliciosa línea de bajo que protagoniza el tema y una extensa y compleja parte instrumental, cerrando el disco con el bonito y ensoñador pop optimista de Final Feliz.

Latidos Cósmicos es un nuevo acierto de Las Ruinas, otro más. Un disco fresco y disfrutable, con textos inteligente y lleno de efectivos himnos guitarreros, que se hace corto e impele a escucharlo en bucle. Se acerca el final de su plan y empezamos a vislumbrar en el horizonte la amenaza de que al conseguirlo nos dejen huérfanos de nuevos trabajos. Tendremos que empezar a proponerles un nuevo plan que permita alargar su existencia y nuestro disfrute.

VIVA LA RESOLUCIÓN 

NO HAY DINERO

ME MANIFIESTO

LATIDOS CÓSMICOS EN SPOTI


OTRAS RESEÑAS DE LAS RUINAS: 100% MAXIMUM HEAVY POP

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