Hace unos pocos meses realicé mi primera visita a la fabulosa librería SomNegra, relevo de la ya mítica Negra y Criminal (aprovecho desde aquí para reivindicar y dar las gracias al Librero Paco Camarasa, fallecido hace escasos días). Después de coger los libros que tenía decidido de antemano, decidí escoger otro de propina del cajón de las ofertas con la única condición de ser un autor desconocido para mí. El elegido fue London Boulevard de Ken Bruen.
Lo cierto es que debo ser bastante ignorante ya que esta novela se llevó al cine en 2010 con el nefasto Colin Farrell (reconocida fobia propia) y la gran y bella Keira Knightley, pero como no la he visto, y dudo que lo haga con semejante gañán como protagonista, me pude zambullir en la lectura sin ningún tipo de influencias externas.
Mitchell, Mitch, ha pasado tres años en la cárcel por una pelea de la que no recuerda nada. Su amigo Billy, que trabaja para un mafioso que controla el sur londinense, le acoge y da trabajo en sus negocios de drogas y extorsión. Como Mitch tiene claro que quiere escapar de este ambiente busca una ocupación -digamos- legal, trabajando en la mansión de la legendaria actriz, ya sexagenaria, Lilian Palmer. Pero lo que tendría que ser un refugio tranquilo resulta estar plagado de sorpresas y la coexistencia con su vida de delincuente se vuelve cada más dificultosa de sobrellevar. Cuando su hermana Briony empieza a estar amenazada los sucesos se desencadenarán.
Si quisiéramos ser profundos diríamos que London Boulevard podría tratar sobre los problemas de la reintroducción en sociedad de los recién salidos de la cárcel, sobre todo si sus amistades son delincuentes y están bien establecidos. Desde el primer momento el presagio de que el protagonista volverá a prisión se cierne sobre las páginas de la novela, destino ante el que Mitch parece decidido a rebelarse. Aunque lo cierto es que la intencionalidad del autor es bien diferente y la novela se convierte en un retrato de los bajos fondos londinenses.
El estilo narrativo de Ken Bruen es tan directo como violento. Las frases son cortas y enlazadas por el uso reiterado de puntos y seguidos para lograr sensación de acción y urgencia. Los diálogos ocupan la mayor parte de la narración y escasean las descripciones, costando encontrar más de tres o cuatro, dando la sensación en muchos momentos de ser un guion cinematográfico antes que una novela. Todo esto le dota de un vertiginoso ritmo y mucha acción, avanzando su lectura con gran rapidez consumiéndose con facilidad sus doscientas cincuenta páginas.
Dónde está el problema? En su liviandad. La lectura de London Boulevard sabe a poco, es mucho más efectista que efectiva. La trama es confusa y poco verosímil a lo que contribuye decididamente que los personajes pululen por sus páginas con un comportamiento errático y poco coherente, siendo especialmente ridículos tanto la hermana del protagonista como la actriz legendaria (luchando por ser el remedo más cutre de Gloria Swanson de toda la historia de la literatura). Mención aparte merece Mitch, que actúa como un adolescente arrogante cuya máxima preocupación sean la ropa estilosa y soltar a todas horas citas de novelas policíacas. Ante ello, su capacidad de generar empatía y emocionar al lector es nula, a pesar de varios golpes de efecto en la parte final que buscan la complicidad con el lector, aunque su escasa sutileza no provoca más que indiferencia.
London Boulevard de Ken Bruen es una novela que se lee sin ningún tipo de dificultad y se disfruta mucho gracias a su ritmo trepidante, aunque una vez finalizada está destinada a ser olvidada con la misma facilidad.
Ken Bruen en la Wikipedia
Ken Bruen
Recomendación:
Perderse entre los estantes de SomNegra y encontrar tesoros.
Durante la redacción de esta reseña escuché el impactantemente bello 45 cerebros y 1 corazón de María Arnal y Marcel Bagés, el saltarín De Peces y Árboles de Grises así como el divertidísimo Could it be Different de The Spook School.
Y ya que este no merece mucho la pena, ¿cuáles eran los otros que compraste?
ResponderEliminarUno es el archifamoso Carter de Ted Lewis, al que le tengo muchas ganas, y el otro Música de John Connolly -uno de mis escritores más favoritos.
ResponderEliminarSé que no arriesgué mucho pero lo tenía claro de antemano.
Saludos
Música Nocturna, vull dir
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