Vernon Subutex, instalado en la cuarentena larga, casi cincuentena ya, se halla actualmente sin trabajo y sin ingresos. Regentó una reputada tienda de discos de ambiente rockero durante 25 años pero finalmente tuvo que echar el cierre. Ha sobrevivido un tiempo vendiendo discos y reliquias por ebay y con el apoyo de su amigo y famosa estrella internacional del pop, Alex Bleach. Pero cuando este muere, la realidad se impone y al no poder pagar el alquiler, se queda en la calle con tan solo una bolsa con sus cosas.
Desde ese momento, Vernon iniciará su particular peregrinaje buscando una cama y un techo donde quedarse unos días hasta alcanzar una nueva casilla en su particular juego de la oca. Novias ocasionales, amigos de hace años, contactos de su tienda y conocidos a secas le van acogiendo por intervalos y cuando no puede recurrir a nadie, duerme en la calle como el homeless en que se ha convertido.
Virginie Despentes se sirve de Subutex y sus esfuerzos para introducir y presentar al resto de personajes que pululan por sus páginas. Personajes de diferentes procedencias y espectros sociales, aunque predominan los burgueses, como ejemplo de la sociedad de nuestros días: niñatos que trabajan en H&M y que quisieran ser personajes de La Naranja Mecánica, la amante posesiva y paranoica, la exestrella del porno que decide ser transexual, la viuda rica amargada, la creadora de opiniones -habitualmente negativas- en Internet, la hija musulmana integrista de una antigua estrella porno, el guionista cinematográfico one hit wonder, el millonario hedonista celoso de sus propiedades. Un ramillete variado de inseguridades.
La novela expone en sus páginas los cambios provocados por el avance de las nuevas tecnologías, empezando por los hábitos de consumo que han provocado el cierre de la tienda de discos de Subutex, claro exponente del fin de una época. También constata la presencia continuada de las redes sociales en nuestra vida diaria, convirtiéndose en una nueva forma de contactar y comunicarse subrayando que no son una moda pasajera sino que serán medio y canal para nuestras interacciones. Aparición de nuevas profesiones como community managers, influencers y creadores de opinión en las redes. La escritora en las entrevistas profesionales incide en que quiere reflejar el miedo de la clase media a perder su estatus por factores externos y sin estar en absoluto preparado para ello. También se filtra la crítica a nuestra sociedad capitalista que acepta que un porcentaje, cada vez más elevado, de personas queden fuera del sistema hasta en punto de tener que vivir en la calle y no pase absolutamente nada.
La escritura de Virginie Despentes es poderosa y adicitva. Un torrente narrativo de espectacular inicio, en el que el uso continuado de frases con punto y seguido aportan mucha información y da sensación de agilidad. La estructura de novela coral, con todo un ecosistema de personajes relacionados más o menos con Subutex, permite darles voz -habitualmente mediante monólogos, para que expongan sus opiniones y puntos de vista. Aquí Despentes brilla al plagar de humor negro diferentes diatribas punzantes contra el rap, la homosexualidad, los musulmanes, la familia tradicional y la obligación de tener hijos, consiguiendo momentos francamente cáusticos. Otro aspecto interesante es las diferentes percepciones de los personajes, en función de quien opine. Como ejemplo destacaríamos al mismo Vernon Subutex, él mismo se considera un personaje anodino y, en cambio, ha dejado un poderoso recuerdo de tipo interesante en muchas personas. Para refozar el enganche de la novela, las continuadas citas musicales logran entusiasmar a los aficionados al rock de las últimas décadas.
Vernon Subutex I de Virginie Despentes es un libro apasionante, un puzle de atractivas historias que convergen en torno a su personaje principal narradas con pulso firme y fluído provocando las ganas y la necesidad de continuar leyendo los volúmenes posteriores de esta exitosa trilogía.
RECOMENDACIÓN:
Lógicamente devorar los 2 volúmenes siguientes para saber como acaba el amigo Subutex.
Me la imaginaba experimental y complicada de seguir, pero por lo que dices no es nada de eso. Me ha picado la curiosidad.
ResponderEliminarLa única dificultad estriba en la cantidad de personajes que se identifican por el nombre de pila, lo que puede llevar a una cierta confusión en algún momento.
EliminarPor lo demás, encuentro que es una lectura muy disfrutable.
Saludos