A veces me pregunto dónde irán a parar los deseos a los que he tenido que renunciar, los viajes no realizados, los conciertos a los que no asistiremos, las películas planeadas que no veremos, los billares no jugados, los Scrabble no disputados, las disculpas no pronunciadas, las palabras inventadas, las canciones destrozadas, los personajes readaptados, las manos enlazadas desordenadamente que ya no corregirás, los t’estimo no pronunciados, el sonido de tu risa y la luz que me alumbraba.
Mirando atrás se
puede ver
que era tan
grande como el mar,
tan
imposible como estar aquí y allá,
pero no
importa la verdad
ni nada
más de lo demás;
ya sólo
quiero acostarme y no soñar
el buen
recuerdo se fue sin volverse a mirar
y
desapareció,
mil
universos no son suficientes por hoy
para
apagar mi voz
Parece
que hay que ser feliz
a toda
costa porque sí
y que es
tan fácil como ir a pasear,
pues no
es sencillo despertar
a
medianoche sin cuidar
no hacer
ruido y molestar a alguien más
y si un
mal día tú te vas
pero de
esos de verdad,
que no me
llamen, por favor,
que no me
llame nadie más,
y no
abriré la puerta ya
por más
que insistan sin parar;
habla de
algo en lo que no haya que pensar
No hay comentarios:
Publicar un comentario