Compré este libro el pasado Sant
Jordi al aberrante precio de 2 euros, en una parada con fines humanitarios y regentada por una amiga. Además, para ayudarle a vender no dudamos
en redecorarla (a la parada, no la amiga).
De David Trueba ya había leído la
desternillante Cuatro Amigos y la deliciosamente amarga Saber Perder, obras
posteriores a ésta Abierto toda la noche, primera novela -1995- del autor. Con
lo que me habían gustado las anteriormente citadas, estaba con Arial
18 en mi lista de novelas a leer próximamente.
Abierto toda la noche nos
presenta a una familia muy especial, los Belitre, que se encuentran en un
momento de cambio ya que abandonan el modesto piso donde habitaban para
trasladarse a un palacete que les ha caído en herencia. No a ellos, exactamente,
sino a su excéntrica abuela Alma. La familia está compuesta por los padres y
sus 6 hijos, todos varones y con características y aficiones muy marcados.
Estos 6 hijos son: Felisín,
aficionado y, a veces, crítico de cine que acaba de casarse impulsivamente con Nicole –una francesa
atractiva que se dedica a tomar el sol e ir de compras-. Basilio, feo, casi
repulsivo y muy acomplejado por su físico nada favorecido. Nacho, todo lo
contrario que Basilio: guapo, encantador y con enorme éxito entre las mujeres.
Gaspar, volcánicamente romántico y que, siendo adolescente, ya sabe que solo
puede ser escritor. Matías, que padece el Síndrome de Latimer (enfermedad psicótica
inventada por el autor) por el que se cree que es otra persona y actúa como
tal, en este caso su padre. El pequeño es Lucas, un niño punzante, hiperactivo
y que no para de hablar en todo el día. Sus edades van desde los 28 años del
mayor hasta los 9 del más pequeño.
A ellos les hemos de sumar a la
abuela Alma, que hace ya tiempo decidió no salir de la cama y que sigue
enviando cartas a sus amigas fallecidas. A su marido, el abuelo Abelardo,
devoto convencido, cruzado antitabaco y poeta de poco alcance. Al doctor
Tristán Bausán, psiquiatra de métodos discutibles que se instala en una tienda
de campaña en el jardín de los Belitre para tratar de curar a Basilio. A Mayka,
prostituta con corazón y pocas luces. A John y Paul, Testigos de Jehová que
debaten de teología con el abuelo y a Sara, la cuidadora de la abuela y que
revolucionará a la mayoría de los Belitre.
Estos son los personajes que
pueblan el libro y conforman el ecosistema familiar con sus comportamientos y
actitudes de cariño, rivalidad, autoridad, solidaridad, etc. En definitiva, sus
relaciones tejen el entramado interno de la familia y el autor explota de
manera desternillante las inmensas posibilidades que le proporciona una tan numerosa.
Pero bajo esta superficie de trazo ligero flotan otros aspectos como pueden ser:
el vacío de los padres de familia al sentir que se han volcado tanto en sus
hijos que se han olvidado de ellos mismos, los efectos devastadores de una
enfermedad mental en su interior, la actitud ante los primeros amores
volcánicos en los adolescentes, la lucha contra el mundo del ser físicamente
repugnante, la facilidad de convivir con el éxito del triunfador. Todo ello
perfectamente encajado dentro de, como dice la solapa del libro, el único local
abierto toda la noche, la familia. Aunque realmente esté abierto toda la vida
si se consigue encauzar debidamente y si las circunstancias lo posibilitan,
claro está.
Al leer la novela el autor
consigue hacernos reír en muchas ocasiones con las desventuras y ridículos de
los integrantes de la familia Belitre al trazarlos con unos comportamientos tan
extremos, pero el gran mérito de David Trueba está en que a pesar de las
risas, sus personajes tienen entidad propia y están muy definidos, logrando que
el lector coja cariño a cada uno de ellos y aunque sea una obra tan
claramente humorística, consigue emocionarnos hasta el punto de ponernos el
corazón en la garganta cuando la trama lo provoca y al terminar el libro, nos despedimos de ellos con cierta añoranza.
Abierto toda la noche no será
citada como una obra clave en la literatura contemporánea pero consigue
hacernos reír y emocionarnos y creo que ese era el propósito de David Trueba al
escribirla. Supongo que sería mucho profetizar que algunos de los
comportamientos de los integrantes de la familia tienen una base real más o
menos lejana, pero estoy casi seguro de ello.
OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:
David Trueba en la Wikipedia
David Trueba
Recomendación:
Óbviamente, sus libros posteriores Cuatro Amigos y Saber Perder.
Mientras
escribía esta reseña he
escuchado el monumental Carved in Sand de The Mission, el tratado de pop clásico y atemporal The Age of Understatement de The Last Shadow Puppets, el bonito y delicado Keep Walking or I'll Kill You de las australianas Agnes Kain y el carámelo pop de limón que es Sealed with a Kiss de los suecos Alpaca Sports.
Yo he leído Saber perder y Cuatro amigos también, hace tiempo. Y lo que recuerdo es un poco lo que comentas de esta lectura: no pasará a la historia universal de la literatura pero deja muy buen sabor de boca, emociona, es agradable y cercano.
ResponderEliminarBesos!
Ana, me gusta mucho que coincidas conmigo. Creo que en poco tiempo releeré Cuatro Amigos que me hizo reír mucho leyéndolo.
EliminarBesos.