Crónicas Marcianas era una asignatura pendiente. Siempre
pensaba que era un clásico que tenía que leer y cada vez que oía/leía alguna
referencia del libro mi conciencia protestaba por no haberlo hecho todavía. De
todos modos tenía 3 claras reticencias sobre el libro: ciencia ficción (cuando
no soy demasiado aficionado al género), libro de relatos (me cuesta ponerme con
ellos) y, especialmente, el recuerdo del programa de Javier Sardá siempre me ha
provocado una cierta aversión.
De todos modos, en una de las últimas visitas a mi librería
habitual vi la edición de bolsillo de
Crónicas Marcianas y ni pude ni quise vencer la tentación de llevármela
conmigo.
Crónica Marcianas nos explica la conquista de Marte por
parte del hombre (como terrícola, se entiende) y aunque está formado por 25 historias
se podría dividir en 3 partes.
- Los primeras expediciones al planeta rojo. Relatando
tanto las impresiones de los expedicionarios terrícolas como la reacción que
tienen los marcianos al contactar con ellos.
- Una vez ya se considera a Marte como un lugar seguro, explica
la llegada de los colonizadores y de cómo se forman los asentamientos y se
construyen las primeras ciudades.
- Los últimos relatos describen la guerra atómica en la
Tierra y, en consecuencia, la descolonización
de Marte. Regresando sus nuevos habitantes a su planeta natal.
Y sí, se trata de una obra de ciencia ficción. Habla de
viajes especiales, de habitantes de otros planetas pero lo que subyace en la
trama de Crónicas Marcianas es una crítica al ser humano, tanto individual como
colectivamente utilizando para ello el planeta Marte como coartada o metáfora.
Ray Bradbury escribió el libro alrededor de 1950, en los
inicios de la Guerra Fría. Posiblemente por este motivo la amenaza de una guerra
atómica (que finalmente se produce) es constante durante sus páginas. El escritor quiere denunciar la enorme capacidad del ser humano para devastar su
propio planeta. Siguiendo en esta línea podemos considerar el libro como un manifiesto
ecologista criticando el uso y abuso de la naturaleza sin ningún control así
como por la absoluta falta de respeto de los colonizadores (o conquistadores) que
arrasan la cultura del colonizado (o vencido) sin importarles lo más mínimo. Otros
puntos negativos sería el racismo imperante en la sociedad así como también
quiere hacer una reflexión sobre la revolución tecnológica (o el progreso
indiscriminado) pidiendo que éste redunde en beneficio de la sociedad y no en
su perjuicio.
Cabe destacar la gran clarividencia del autor, ya que más de medio siglo después la mayoría de estos puntos siguen absolutamente vigentes.
Pero no todo son críticas, Ray Bradbury es un maestro describiendo sentimientos universales. El amor y los celos, los miedos e inseguridades
de los hombres ante lo desconocido, la soledad y la añoranza, la importancia de
los recuerdos y el dolor por los seres
queridos perdidos, el miedo a lo desconocido o peor todavía, que lo conocido
tenga un reverso oscuro que no conocemos. Al final hace un elogio del instinto
de supervivencia del hombre alumbrando una pequeña esperanza a la preservación
del ser humano.
Entre las historias destacaría las 4 siguientes:
Aunque siga brillando la luna: en él vemos como la
expedición terrícola ha llegado a Marte y uno de los expedicionarios, Spender,
va tomando conciencia de cómo su intervención llevará a la destrucción del
planeta Marte y se revela contra sus propios compañeros.
Usher II: ésta historia es un homenaje a Edgar Allan Poe,
H.P. Lovecraft y por extensión a toda la literatura fantástica. A la vez es una
crítica a la moral y represión imperante en la sociedad estadounidense de
aquella época.
Encuentro a Medianoche: en el que narra de manera desasosegante
el encuentro entre un terrícola y un marciano cuestionando la veracidad de la
argumentación de cada uno de ellos. Brillante.
Los Largos Años: un cohete de reconocimiento vuelve a Marte
20 años después y se encuentra a una familia viviendo en armonía. Éste relato
es un claro homenaje al amor así como al dolor provocado por la soledad, alcanzando
elevadas cotas de emoción que provocan un nudo en la garganta.
Las diferentes historias tienen pocas páginas, el ritmo de
lectura es ágil y muy ameno siendo Crónicas Marcianas un libro que se lee con
rapidez y que se puede releer muchísimas veces. El estilo de Ray Bradbury es
muy visual siendo muy fácil integrarse en el mundo fantasioso que propone ya
que se basa más en emociones humanas que en avances tecnológicos.
Crónicas Marcianas es uno de esos libros que hacen amar a la
literatura. En él se pueden reconocer toda la grandeza y miserias del ser
humano. Un libro magnífico, plagado de historias en apariencia simples pero
inolvidables y con una gran capacidad de emocionar por parte del autor, el gran
Ray Bradbury.
Ray Bradbury en la Wikipedia
Recomendación:
Hoy es fácil; Ray Bradbury.
Mientras escribía esta reseña he
escuchado la inmensa catedral revestida de tristeza que es el () de Sigur Ros, el fabuloso y poco reivindicado The Eraser de Thom Yorke y sus colaboraciones con Modeselektor y también la mano en la espalda siempre fiel que supone The Devil's Walk de Apparat.
La ciencia ficción es uno de esos géneros pendientes, lo intento lo intento... pero.. Y es verdad que hay algunos clásicos como este que parecen de lectura obligada. ¿Sabes? Sobre lo que dices de la clarividencia de Bradbury, pienso que en realidad más que clarividencia es que nuestra sociedad no avanza, y somos tan absolutamente predecibles. No aprendemos. ;)
ResponderEliminarBesos
Estoy contigo, la ciencia ficción también me cuesta pero lo cierto es que en este libro Ray Bradbury utiliza Marte como metáfora de la sociedad que le rodea. Totalmente de acuerdo en que no aprendemos absolutamente nada, solo hace falta mirarnos cualquier telediario. Qué desastre.
EliminarBesos.
Esta historia me encantó, la capacidad de darle la vuelta a lo de siempre creo que es un signo de genialidad
ResponderEliminarBesos
Coincidimos, considero que es un libro genial.
EliminarMe lo leí hace un par de años y me encantó. Forma parte ahora de mis favoritos. Genial, por cierto, la banda sonora con la que has acompañado tu crítica.
ResponderEliminarEs una maravilla de libro. Hay veces que se acierta con la música, el tono, la cadencia, el ritmo. En esta ocasión estaba muy lúcido eligiéndola.
EliminarGracias.