Creo que no descubro nada si digo que la gran ventaja de las ediciones de bolsillo es su reducido precio. Esta asombrosa demostración de inteligencia tan solo es pretexto para resaltar que por unos escasos 7-8 euros, uno puede aventurarse a adquirir títulos desconocidos que le llamen la atención por motivos peregrinos. En una de las visitas a mi librería preferida y después de coger los que quería me llevé de relleno y casi a ciegas, Stoner de John Williams.
Lo cierto es que deposité el libro en una estantería y allí, con su bonita portada -en la edición de La Butxaca-, ha estado reposando impertérrito durante algo más de dos años hasta que el otro día, en el mágico momento de elegir la próxima lectura y bajo el elaboradísimo criterio de no querer un tocho, fue el elegido.
El libro no es ni más ni menos que la narración de la vida de William Stoner, nacido en 1891 en un pueblecito agrícola de Missouri (para situarnos uno de los estados centrales USA), hijo único de un matrimonio de humildes campesinos y con un destino claramente ligado a la tierra y a ayudar a sus padres. El chico dio muestras de inteligencia en sus estudios y las autoridades propusieron a sus padres que fuese a cursar estudios en la nueva Facultad de Agricultura situada en la cercana Universidad de Columbia. Para William aquello representa una nueva vida ya que debe dejar la granja familiar y trasladarse a la gran ciudad cuando nunca antes había salido de su pequeño pueblo. Allí estudia con la intención de aprender nuevas ideas para aplicarlas a la explotación familiar pero en el segundo curso, y como en una epifanía, se da cuenta de que lo suyo son las letras cambiando sus estudios. Cuando al terminar la carrera, le ofrecen una plaza de profesor ayudante en la Universidad, no se lo piensa dos veces y acepta dejando atrás su marcado futuro como campesino.
William, siempre metódico y esforzado, se vuelca en la enseñanza y en los libros. Desde los pasillos de la Universidad ve transcurrir la vida, su vida, con un cierto distanciamiento; desde acontecimientos históricos tan importantes como las Guerras Mundiales hasta situaciones tan íntimas como su propio matrimonio. Se deja llevar por la corriente de los días sin hacer demasiado por prosperar, sin aspavientos ni salidas de tono. La vida es para Stoner un trayecto en tren que pasa secuencialmente por diferentes estaciones.
John Williams se revela como un narrador inmenso. Utiliza un tono crepuscular totalmente acorde con el carácter del protagonista; estoico y resignado- totalmente alejado del perfil tan sobado de héroe- que no duda en reprimir sus pasiones y se mantiene obstinadamente fiel a sus principios aunque le lleven a decisiones equivocadas. Con este material consigue hilar una narración fluida y poderosa, de fuerza torrencial, empleando un lenguaje preciso y ajustado, sin florituras, y con una enorme capacidad de emocionar sin caer, en ningún momento, en un sentimentalismo que no casaría con el tono de la novela. Brilla especialmente al convertir en especial cualquier detalle cotidiano y, sobre todo, consigue que el lector quiera desesperadamente al pasmado de Stoner, incluso o puede que por su falta de tino, y que desee permanentemente que en la página siguiente de las trescientas treinta y dos que tiene la historia, su suerte cambie de una vez por todas. Stoner tiene esa extraña cualidad de gustar, incluso fascinar, sin saber definir demasiado bien por qué, generando una adicción irresistible.
Bajo un falso envoltorio de historia sencilla, John Williams nos regala en Stoner una narración maravillosa, reflejando magistralmente la vulgar cotidianeidad de un hombre, tan gris y mediocre como especial y único, casi como cualquiera de nosotros. Sin ninguna duda, un libro fascinante, un tesoro.
John Williams en la Wikipedia
John WilliamsRecomendación:
Evidentemente esta novela y encontrar el resto de novelas del autor.
Durante la redacción de esta reseña escuché el novísimo y magnífico El Gatopardo de los maravillosos Triángulo de Amor Bizarro, el bellísimo Vuelve a Empezar de los reaparecidos Tom Boyle así como el convincente Records de Kyoto de los brumosos Últim Cavall.
Mi ejemplar de Stoner te da las gracias. Ya no ve tan lejos el día en que por fin lo coja del estante y me lo lea.
ResponderEliminarVidas paralelas, solo falta que también sea edición de bolsillo. Acércale a la pole y ya me dirás.
EliminarSaludos