Ya tenemos aquí el nuevo disco de Suede, Bloodsports. El 7º de su carrera, 20 años después de la
publicación de su homónimo primer disco. Aparte de los discos de Suede también
Brett Anderson y Bernard Butler han publicado discos en solitario y ese experimento
fallido llamado The Tears.
Aunque lo cierto es que
desde el fantástico Coming Up (1996) los trabajos publicados tanto bajo el
nombre de la banda como sus otras combinaciones me han interesado más bien
poco, salvo algunas canciones esporádicas, y creo que al mundo también. Buena
prueba de ello es que Suede ha vuelto a confiar en Ed Buller, productor de sus
tres primeros discos para intentar reflotar su nombre y llevarles por
el camino del éxito.
Con un cierto prejuicio
pongo el disco y empieza a sonar Barriers, una guitarra marca de la casa reforzada por
un omnipresente bajo que le da textura y profundidad al sonido y, primera
reflexión; qué en forma está la voz de Brett, muy buen primer tema con su guitarra ascendente y un enérgico estribillo. La agresiva
guitarra con la que abre Snowblind me pone en alerta y su riff acompañado de un
gran bajo y la pasión y épica con que canta Brett me hacen percibir que estamos
delante de un gran tema, el mejor en muchos, muchos años. Seguimos con It
Starts and Ends with you, posiblemente algo más tópica pero aún así un muy buen
tema pop que es el que han elegido como primer single del disco. Hasta ahora 3
canciones luminosas, esto promete.
Empieza a sonar Sabotage con
un ritmo más calmado después de la trilogía inicial y una guitarran que
parece retorcerse detrás de la voz de Brett dándole un tono oscuro muy
apropiado, en este tema dan rienda suelta a toda la épica made in Suede (Dog
Man Star) convirtiéndolo en otro de los grandes momentos del disco, junto con Snowblind las mejores canciones del mismo. Seguimos con
For the Strangers, otro tema que mantiene la buena línea del disco gracias a la
omnipresente guitarra de Richard Oakes contrapunteando perfectamente la voz de
Brett Anderson.
Ya ha pasado la mitad del
disco y una sonrisa ilumina mi cara. Este continúa con Hit Me que aunque suena
menos imaginativa tiene un buen estribillo que hace que discurra fácilmente por
el reproductor.
La siguiente es la
primera balada propiamente dicha del álbum, Sometimes I Feel I’ll Float Away,
un tema ampuloso y muy vacío, ni la voz de Brett transmite el dramatismo ni la
emoción necesaria ni la música contagia demasiado. Con el siguiente tema What
Are You Not Telling Me, el disco toca fondo. 3 minutos totalmente superfluos
llenos de nada.
A continuación viene otro
medio tiempo como es Always en el que Brett Anderson consigue transmitir un
tono de desolación a su voz que salva el tema y nos lleva de la mano hasta
Faultlines en el que la instrumentación y, especialmente, la batería enmarcan
la voz de Brett consiguiendo transmitir una sensación de desamparo y emoción
contagiosa que nos hace evocar momentos de las mejores canciones tristes de Suede.
Y el disco se ha terminado y se ha hecho corto. Y uno se da
cuenta de que quiere volver a escuchar el disco. Y eso solo quiere decir que es
un buen trabajo y, sobretodo, que me ha gustado, mucho y más teniendo en cuenta que mis expectativas eran prácticamente nulas.
En resumen un muy buen
álbum que se pueden dividir claramente en 2 partes: las 6 primeras canciones
que nos trasladan, junto con los Suede, a algún momento de 1995 justo entre Dog
Man Star y Coming Up. Los temas aún conservan parte de la épica y desgarro del
primer álbum y se ven trazas de los singles redondos, directos y arrolladores
del Coming Up. De hecho tanto Snowblind, como Sabotage e It Starts and Ends with you podrían estar tranquilamente en estos discos.
La 2ª parte del disco
decae de manera alarmantemente especialmente con Sometimes I Feel I’ll Float
Away y What Are You Not Telling Me, consiguiendo remontar con Always y,
especialmente Faultlines. Suede demuestran que siguen teniendo un enorme talento al equivocarse eligiendo las canciones para los discos ya que varias de las caras B del disco son superiores a estas 4. Para muestra volver a escuchar el maravilloso recopilatorio de caras B, Sci-Fi Lullabies.
El sonido del disco es magnífico, Brett Anderson canta como si no hubiesen pasado 20 años desde que empezó en esto, la guitarra de Richard llena todo el disco y está muy bien secundado por bajo, batería y teclados. La mano de Ed Buller se hace evidente dando un gran empaque a todo el sonido del disco.
El sonido del disco es magnífico, Brett Anderson canta como si no hubiesen pasado 20 años desde que empezó en esto, la guitarra de Richard llena todo el disco y está muy bien secundado por bajo, batería y teclados. La mano de Ed Buller se hace evidente dando un gran empaque a todo el sonido del disco.
En una clasificación de
discos de Suede este Bloodsports se situaría inmediatamente detrás de su
trilogía mágica Suede- Dog Man Star y Coming Up. A cierto distancia sí, pero a
bastante más distancia del resto de los álbumes de su discografía y a años luz
de sus trabajos en solitario o del publicado bajo el nombre de The Tears.
Los Suede han demostrado
ser chicos listos presentando un trabajo de escasos 41 minutos (que aprendan
otros grupos, por favor) confiando en el productor que les guió por el camino
del éxito a la vez que ha actualizado su sonido y con tan solo 2 canciones
malas de un total de 10.
Una grata sorpresa cuando
ya no esperábamos nada de ellos.
It Starts and Ends With You
Barriers
BloodSports en Spotify
Pufff Suede!
ResponderEliminarHace siglos que no escucho nada de este grupo, y no me ha sonado nada mal.
Todo sea poner un poco de atención, gracias en todo caso por el recuerdo que me has traído asociado a este nombre
Besos
Eso mismo pensé yo en un primer momento: puff Suede, seguro que otro nuevo LP lleno de banalidad. Y no, todo lo contrario, un disco más que digno.
ResponderEliminarGracias a ti por ponerte con él.
Besos.