martes, 30 de octubre de 2018

Carolina Durante - La Noche de Los Muertes Vivientes

Las caras en el metro son grises y viscosas y se mueven tambaleándose mientras montamos el magnífico karaoke sueco (que vivan!) y exaltamos ensoñaciones pijas. Y me río, y nos reímos, mucho además, hasta desfigurarnos. Y les miro, y nos miran. Aunque damos tanto miedo que giran la cabeza disimulando apresuradamente, o igual solo es atracción. Tan grotesco que resulta tremendamente divertido.

Y todo se mueve, a un lado y a otro, pero solo es la velocidad y el errático traqueteo del underground que llega a puerto antes de borrar nuestra sonrisa maníaca. Cómo demonios va a ser atractiva si hace un frío de la ostia?.

Los fuegos artificiales se apagan en la cama, al supurar las heridas de tus romos puñales.


Cuando muero cada noche
no se suelen ver cometas
hoy no es una excepción
ojalá que no amanezca

El metro está vacío
a las 6 de la mañana
y las caras de la gente
son mas grises y más raras

Ya va siendo hora de volver a casa
Ya va siendo hora de volver a casa
Ya va siendo hora de volver a casa
Ya va siendo hora de volver a casa

La ciudad no es atractiva
cuando termina la noche
y las calles aun oscuras
donde solo se oye el frío

Viernes madrugada
tan solo quedan los restos
y las malas sensaciones
después del nocturno fuego

La noche ha estado bien
hasta que ella ha aparecido
te juro ha estado bien
pero creo he recaído

Y cuando llega el fin,
siempre es puro pesimismo,
que si el tiempo perdido,
que si el odiarse a uno mismo.

Bajando corredera,
cuando me cruzo a Dionisio
me dice de ir a un after
creo que está poseído


Tus puñales aun me duelen en la espalda

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