El escritor chileno Roberto Bolaño desde su prematura muerte en 2003, ha ido adquiriendo gradualmente un prestigio y repercusión más que merecido. Especialmente reconocido por sus obras 2666 y Los Detectives Salvajes, en los últimos años se han publicado póstumamente diferentes títulos. Entre ellos, El Tercer Reich, novela que parece ser fue de las primeras de Bolaño, de su primera etapa, fechándose alrededor de 1989.
Udo Berger, joven alemán de 25 años, se dispone a pasar sus primeras vacaciones con su novia Ingeborg. Para ello elige el mismo pueblo y hotel de la Costa Brava al que venía de adolescente junto a su familia. Espera disfrutar del sol, de la playa, del amor desbordante de su novia y, reservar tiempo para dedicar a su pasión: los WarGames. No en vano es campeón de su país y disfruta enormemente replanteando batallas de la 2ª Guerra Mundial, esforzándose en variar su resultado final.
Este planteamiento inicial se ve alterado cuando conocen a otra pareja de alemanes, Charly y Hanna, con los que empiezan a salir cada noche y aguantar sus frecuentes broncas y borracheras. Además, se juntan con el Lobo y el Cordero, dos buscavidas del pueblo y con un curioso personaje que se dedica a alquiler patines en la playa y que responde al mote de El Quemado. Así, entre días de playa y fiestas, a las que Udo no siempre acude por quedarse en el hotel, van transcurriendo las vacaciones incrementando la confianza entre el grupo de nuevos amigos, hasta que un día Charly desaparece haciendo surf.
Pasan las horas, los días y Charly no aparece. Terminan las vacaciones, deben irse, pero Udo decide quedarse hasta que encuentren el cuerpo de su compatriota. Esos días en soledad los llena intimando con Frau Else, la propietaria del hotel, que ya le fascinó en su adolescencia, rondando con el Lobo y el Cordero y, especialmente, jugando una partida de El Tercer Reich con El Quemado, ser que le provoca una extraña ambivalencia, una atrayente repulsión.
Reconozco que la sinopsis es larga y que me he enrollado más que otras veces, aunque creo que es necesario. En El Tercer Reich, Bolaño, narra en poco más de un mes el cambio total de una persona. Cuando Udo inicia sus vacaciones es un joven confiado, seguro de sus posibilidades y lleno de vida, al terminarlas es una persona totalmente diferente habiendo dejado atrás la mayoría de sus ilusiones y motivaciones. También muestra de soslayo el impacto del turismo en una localidad costera y, entre los trabajadores dedicados a este sector, como podrían ser los trabajadores del hotel y de bares cercanos al mismo.
El tono utilizado refleja claramente el cambio en la evolución del protagonista principal. En la primera mitad hay mucha acción, pasan muchas cosas y predominan los días soleados. Los personajes están llenos de ilusiones y expectativas. El punto de inflexión es la desaparición de Charlie. A partir de entonces y coincidiendo con el final del verano, se inicia la segunda parte; los días se arrastran pesadamente como un pelotón ciclista el día después de una etapa frenética, las nubes roban el protagonismo al sol. El comportamiento de Udo cada vez es más decadente; instalándose en el desasosiego, y sus obsesiones pasan a ser Frau Else y, especialmente, la partida de wargame que desarrolla noche tras noche con El Quemado. Al desasosiego mencionado contribuyen claramente los enigmáticos personajes que pueblan las páginas de la novela. Sugieren más que muestran. Son como sombras en las que se intuyen intenciones pero que no llegan a mostrarse. Son peligrosos o tan solo están desesperados y todavía no se han dado cuenta?. Esta falta de claridad, que podría ser atractiva acaba convirtiéndose en desconcertante al no traslucir las motivaciones de sus comportamientos. Toda esta incertidumbre y falta de explicitud acentúa el tono de confusión en que se sume la novela. Como más errática y repetitiva se vuelve, mayor es el desapego y cansancio que provoca en el lector, que acaba el libro con una cierta sensación de historia desaprovechada, de desmoronado castillo de naipes.
El Tercer Reich me ha parecido una novela inconclusa, no por falta de un final sino por adolecer de una revisión exhaustiva y una cierta poda, especialmente en su segunda parte. Posiblemente Roberto Bolaño la guardase en un cajón para hacerlo en un futuro. Posiblemente, se ha terminado publicando para obtener rentabilidad con el merecido y tardío status que ha alcanzado su fallecido autor. Business is business, que dicen.
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Recomendación:
Queda't a casa! Quédate en casa! Stay At Home! y lee.
Roberto Bolaño y, a poder ser, comprar libros en librerías. Si todo el mundo apuesta por la comodidad de que te traigan libros a casa, igual un día no podrás ir a mirar libros en ningún sitio.
Mientras escribía esta reseña he disfrutado de las versiones de The Cure que ofrece Muzikalia en este magnífico artículo.
Muzikalia - 20 versiones de The Cure
Bolaño me gusta en títulos contados. Este que encima dices que lo ves inconcluso, ahí se va a quedar.
ResponderEliminarBesos
Pienso que es un título para fans fatales del chileno o estudiosos de su obra.
ResponderEliminarBesos