Al acabar el último libro que leí y estar en el mágico momento de elegir
nuevo libro reparé en este, que hace tiempo tenía en casa y pensé: he oído que
la película que han hecho es buena (ni idea, porque no la he visto, aunque me
sonaba). Cojo el libro, con su intacta banda promocional de la editorial, de
esas rojas chillonas, conteniendo la portada de DÉJAME ENTRAR, el libro y exitazo anterior de John Ajvide Lindqvist y diciendo con letras
enormes: DESCANSA EN PAZ LA NUEVA NOVELA DEL AUTOR DEL LIBRO REVELACIÓN DE
2009.
Hasta aquí está claro, bien, pues aquí el intrépido cronista estaba
convencido de que el libro en cuestión era DÉJAME ENTRAR... pues no, es DESCANSA EN PAZ, aunque lo cierto es que da igual porque no sabía
de que iban ni el uno ni el otro.
Una vez aclarado el entuerto, me sumerjo en la lectura del libro y la
historia empieza con 3 situaciones familiares diferentes que se van alternando
y, lógicamente, un nexo común entre ellos. La muerte de un familiar muy
próximo.
Los muertos son:
-
Un señor mayor, esposo de una mujer muy religiosa y a la vez abuelo de una
joven con problemas de adaptación (por decirlo finamente), ambas con una
especial sensibilidad hacia otras personas.
-
Una mujer en la treintena recién iniciada, esposa de un cómico inseguro y
madre de un niño de 8 años.
-
Un niño de 6 años, con una madre totalmente hundida y un abuelo cansado que
ha perdido toda esperanza.
Y como quien no quiere la cosa y sin saber ni cómo ni por qué, los
fallecidos en Estocolmo en los últimos 2 meses cobran vida tanto en la morgue
como los que ya están en los cementerios. Los muertos no son zombies que
quieren comerse el cerebro de los vivos sino simplemente quieren volver a sus
casas y mirarlas con sus ojos de cuencas vacías. A partir de este momento les
llamaremos los redivivos, le perdonamos el nombre al traductor
dado que buscar una equivalencia del sueco no debe ser fácil. Y entonces
empieza el problema: qué hacemos con ellos y cómo afrontan esto sus familias?.
Hasta aquí vamos bien. Planteamiento interesante, diferentes puntos de
vista y modos diferentes de afrontar la situación habiendo casos
particularmente dolientes (el del niño podría ser dramático). Además, uno de los personajes se llama Gustav Mahler y eso siempre es un punto positivo.
Y a partir de este interesante planteamiento empieza la deriva, sencillamente porque el autor
no desarrolla todas las posibilidades de este enorme punto de inicio. En ningún
momento sabemos la causa de la “resurrección” de los redivivos, ni por qué
corta en 2 meses, ni por qué alguno de los muertos puede hablar, ni por qué
solo en Estocolmo. Pero aún así, el
problema principal del libro es la falta de emoción.
El autor consigue transmitir tanta asepsia y tanta falta de pasión que
llega un momento en que te da igual lo que les pase a los personajes tanto redivivos
como los que siguen con su vida. Si bien es cierto que a partir de la página
300 el libro cobra un cierto ritmo, en una novela de 382 páginas tiene que
transcurrir ¾ partes para que adquiera viveza pues no vamos bien.
Estoy diciendo que el libro es un tostón? no, para nada.
Estoy diciendo que leerlo es perder el tiempo? en absoluto.
Lo que quiero decir es que el planteamiento inicial es muy interesante y
cuando piensas que su lectura te va a absorber por completo te das cuenta de
que no es así, de que puedes dejar el libro tranquilamente y, es más, te da
igual qué les ocurra a sus personajes. Y esto es una pena, además la mayoría de
porqués del libro quedan sin resolver. Puede que sea una errónea percepción mía
pero al libro le falta un punto de cocción en la mente del escritor.
Eso o es que igual no he entendido nada, que también podría ser.
Petición: Alguién ha leído Déjame Entrar? Dadme vuestra opinión, por favor.