Tras un diálogo inicial, sacado de Opening Night de John Casavettes, empieza a sonar un bajo grave, profundo y penetrante que nos traslada a un espacio temporal indefinido entre 1980 y 1981, concretamente en una cavernosa, oscura y abarrotada sala de conciertos de Londres, la canción que suena es Shup Up, por la voz diría que canta Siouxsie. y por la manera en que suena el grupo posiblemente lo sean.
La batería monolítica que da inicio a la segunda canción hace que todo el
público esté moviendo los pies al compás. Cierro los ojos guiándome por el
sonido de la voz de la cantante, mientras me sumo al baile espasmódico practicado
en las primeras filas, volviéndonos todos locos con los I am Here
finales (que dan título a la canción), provocando el primer pogo del concierto,
que dicho sea me desplaza varios metros hacia el centro enfrente mismo del
escenario.
En City’s Full las guitarras toman un mayor protagonismo provocando
la continuación del pogo y la locura entre todos los asistentes, aprovecho para
tener los ojos bien abiertos y ver que el negro es el color predominante y que
los pelos cardados no son excepción. Empiezo a dudar de si podré aguantar tanta
intensidad si siguen a este ritmo.
Con Strife empiezan a reverberar, distorsionar y acoplar las guitarras
en un efecto deseado, viniéndome Sonic Youth a la cabeza. Cuando Beth, -la cantante- empieza a cantar,
casi chillando, el bajo ya es el amo de la situación provocando que todos estemos
ladeando las cabezas sin parar mientras sigue dando una exhibición vocal. Al
acabar estamos todos excitados aullando y aplaudiendo. El grupo sigue con Waiting
for the Sun, canción que se inicia lenta y pausada y mientras seguimos
hipnóticamente con la mirada a Beth las guitarras empiezan a subir y subir
llevándonos a un crescendo fabuloso que termina repentinamente y entonces todo
el grupo hace chirriar sus instrumentos llevándonos a una catarsis al ritmo de
una pesada guitarra agonizante con la que termina la canción.
Cinco canciones, varios pogos, hipnosis colectiva, corazones acelerados ¡esto
se merece una cerveza!. Me acerco a la barra mientras suena Dead Nature,
un instrumental ralentizado, tétrico y amenazante que me sirve para llegar a la
barra y, posteriormente, volver a mi sitio a pesar de la reinante oscuridad y la
gran cantidad de gente que se agolpa en la parte delantera de la sala. El
momento de calma y pausa salta por los aires al empezar a sonar una guitarra
atronadora seguida por un ritmo marcial de batería y la cadencia trotona del
bajo. Siguiendo el frenético ritmo de la misma las primeras filas volvemos a
estar en ebullición (se trata de She Will, uno de los temas más
esperados), levantando todos el puño con el She Will del final, momento en que
el imbécil de mi lado me pone perdido de cerveza...
Me giro para no decirle nada justo cuando empieza a sonar una guitarra
malsana – que me recuerda a los Bauhaus...- pero cuando aún no he acabado de
identificar este pensamiento el pogo que se acaba de formar se me lleva otra
vez por delante. Todos a dar vueltas al ritmo de esta fantástica canción, No
Face. Incluso estoy oyendo un riff de U2 (pero de cuando los irlandeses
eran un grupo creíble y no los de las últimas décadas). El último minuto de la
canción con los músicos aporreando sus instrumentos a toda velocidad mientras
la cantante se retuerce sobre el micro es sencillamente impresionante. Y siguen
acelerando al empezar Hit Me y ahora definitivamente se han convertido
en los Bauhaus en su vena más punk. Ahora mismo la sala es un auténtico
hervidero con todo el público saltando y coreando sin parar.
Sin dar tregua vuelve el bajo juguetón que da inicio a Husbands
secundada por la contundencia de la batería y la guitarra que va danzando sobre
la canción. Cuando la cantante empieza a repetir Husbands Husbands Husbands es
mi momento y accidentalmente derramo el vaso de cerveza encima del atontado que
anteriormente me había duchado y así con la adrenalina en su nivel máximo
(Husbands posiblemente sea su mejor canción) y el público totalmente entregado
se apagan todas las luces del escenario y después de unos segundos escasos de
ovación y gritos por parte del público, empieza a sonar Marshall Dear,
un medio tiempo sosegado y contenido donde las guitarras toman protagonismo
pero solo en la parte central. La voz quejumbrosa de la cantante junto con un
saxofón que ha aparecido de la nada nos guían hacia el final de la canción y
del concierto. A la vez que la canción agoniza se van encendiendo progresivamente
las luces y miramos a nuestro alrededor y podemos ver nuestras facciones
sudorosas y extasiadas.
Pues aunque esta sea la impresión al escuchar el disco, lo cierto es que este
disco, Silence
Yourself, es el debut recién
publicado de 4 chicas londinenses que se hacen llamar Savages y al oírlo nos viene a la mente referentes como
Bauhaus, Joy Divison y por encima de todo, Siouxie and the Banshees, debido al
similar timbre de voz de la cantante. La cantante canta y chilla con actitud y
buena voz, la sección rítmica es contundente y omnipresente y las guitarras oscilan
entre la delicadeza o el ser absolutamente chirriantes.
Silence Yourself tiene 4 o 5 canciones absolutamente rompedoras: I am here, City’s full,
She Will, Face Me, Husbands (la joya de la corona) y no sobra absolutamente
nada en él.
Otro disco que podemos enclavar dentro de la corriente revival post punk o after punk
sumándose a los nombres de Holograms, Toy, Cold Cave, Girls Names, Diiv, Soft
Moon y similares, posiblemente encabezando el grupo junto a los últimos
mencionados. De todas maneras aunque sus referentes sean tan claros, Savages tienen personalidad propia convirtiendo
este Silence
Yourself en un disco realmente
disfrutable.
SAVAGES - SHUT UP
SAVAGES - SHE WILL
SAVAGES - HUSBANDS
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