Sigo con el filón de la
colección de Novela Negra que publicó este verano el periódico El País. La
ventaja tanto de estas colecciones, llamémosles baratas, como de las
expediciones a las bibliotecas es que puedes aventurarte con autores que te son
totalmente desconocidos y si los tuvieses que comprar en tapa dura, muy
posiblemente se quedarían acumulando polvo en los estantes de la librería.
Toda esta perorata es para
justificar la elección a ciegas de La Huella, de la escritora estadounidense
Patricia Cornwell. Al leer la solapa veo que se trata de una novela
perteneciente a la serie de la patóloga forense Kay Scarpetta. Por norma
general, cada vez que me empiezo con la serie de un personaje intento empezar
por el primer libro publicado aunque si alguna vez no se sigue este principio
tampoco pasa nada (salvo que mi neurosis protesta durante unos días).
El libro empieza con el regreso
de Kay Scarpetta a Richmond, localidad donde labró su enorme prestigio y de la
que salió por la puerta de atrás por presiones políticas. Lo mejor del caso es
que vuelve a esa ciudad respondiendo a la llamada de ayuda de su sucesor para
desentrañar las oscuras circunstancias del crimen de una joven adolescente en
un caso que podría tener repercusiones políticas. Al avanzar la novela vemos
que aparte de este caso se destapan otros que también presentan puntos oscuros
y la protagonista debe y quiere buscar algún aspecto que los permita relacionar
con un mismo autor. Uno de estos otros casos es la agresión a una joven que
trabaja para su sobrina.
Entre el componente familiar de
éste último caso y el hecho de trabajar en la ciudad y en colaborar con el departamento
en el que se convirtió en un referente provocan que la investigación se lleve a
un terreno mucho más personal de lo que acostumbra a ser un caso normal.
A pesar del atractivo punto de
partida del libro, éste me ha parecido una completa pérdida de tiempo. El ritmo
de la narración es soporífero, teniendo que transcurrir 250 páginas para que
ocurra algo mínimamente interesante. Los personajes son tan maniqueos que
resultan increíbles; la inspectora Scarpetta es un prodigio de virtudes y la
adornan múltiples cualidades mientras que su sustituto es un desastre absoluto que
llega a tal punto que el lector se pregunta cómo puede desarrollar su labor.
Pero no es solo eso; las
motivaciones del asesino no acaban de quedar claras, la prueba que actúa como
denominador común de los casos roza el surrealismo, el comportamiento y
motivaciones de los protagonistas es absurdo incluso, o especialmente, a nivel
personal. La aparición de varios personajes (la sobrina y su entorno) es
totalmente superflua y, para rematarlo, el final del caso es precipitado.
En conclusión, que a veces no
debería importar dejar un libro sin terminar e ir a por otro. Una gran
decepción éste La Huella de Patricia Cornwell.
Patricia Cornwell en la Wikipedia
Recomendación:
Después de unos personajes tan estereotipados qué mejor que recomendar a Andrea Camilleri y a su comisario Salvo Montalbano. Personaje con múltiples matices e imperfecciones y reflejo de la vida siciliana y, lo que es mucho mejor, de la vida en general. Por cierto, estos últimos días ha tenido repercusión por la concesión del IX Premio Pepe Carvalho.
Mientras escribía esta reseña he escuchado el flojo Wolf's Law de The Joy Formidable, el divertido La Ciudad Subterránea de Dorian y el majestuoso Ovations de los enormes Piano Magic que ha dado empaque a todo esto después de tanta ligereza.
Mira que me he reído. A veces también me gustaría ser capaz de dejar a medias un libro.
ResponderEliminarEsta mujer... escribe entretenimiento. De esos libros para llevar en tren y tal vez perder sin grandes dramas.
En tu caso lo mejor del libro... la música durante la reseña.
Besos
jajaja gracias por tu comentario. Cuesta, cuesta dejar un libro.
EliminarBesos.
No puedo estar más de acuerdo con tu crítica! Una auténtica pérdida de tiempo. Ni giros en la historia, ni misterio, las conclusiones de la investigación cogidas con pinzas.. Vaya decepción.
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