sábado, 5 de mayo de 2018

OLIVIER TRUC - L'Últim Lapó - El Último Lapón. Una crítica

Hace ya bastante tiempo que compré L’últim lapó del Olivier Truc, primera novela del periodista de investigación francés. El motivo principal fue que la historia se desarrolla en Laponia, así de simple. Por si alguien lo desconoce, este enorme territorio no tiene estado propio sino que se extiende por Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Vastas extensiones de nieve con escasa densidad de población, frío constante prácticamente insoportable y, al estar situada sobre el Círculo Polar Ártico, días de noche eterna que poco a poco se van convirtiendo en días sin oscuridad. Cómo será de inhóspito que Papa Noel decidió instalar allí sus factorías para poder trabajar en paz durante todo el año.

En Kautokeino (Laponia noruega) hay mucha expectación ya que están a punto de exponer un preciado tambor sami que han donado después de permanecer muchos años en el extranjero. A pocos días de inaugurarse la exposición al público, el tambor es robado durante la noche. Los principales sospechosos son los miembros de la ultraderecha que consideran inferiores a los samis, los integristas religiosos que menosprecian su chamanismo además de delincuentes comunes que podrían obtener beneficio con su venta.

El robo ocurre a escasos días de la celebración en la ciudad de una conferencia de la ONU sobre poblaciones autóctonas, por lo que se moviliza a toda la policía de Kautokeino para resolver rápidamente el robo, incluso a la Policía de los Renos (cuerpo policial que opera en la extensa tundra lapona y que se dedica principalmente a dirimir en los conflictos entre ganaderos que se dedican a la cría de renos) donde encontramos a los protagonistas: el agente sami Klemet Nango y su nueva compañera, la joven Nina.

Para acabar de complicar el ambiente, uno de los ganaderos a los que habían interrogado Klemet y Nina es brutalmente asesinado. El fallecido, Mattis, era descendiente de uno de los principales chamanes de la región. En las primeras indagaciones, los policías descubren que parece ser que el dibujo del tambor podría ser el mapa de un legendario tesoro. A pocos días de la conferencia, con los nativos samis protestando en las calles y los simpatizantes de ultraderecha contrarios a los lapones buscando bronca, las presiones que recibe la policía empiezan a ser asfixiantes. En este ambiente, Klemet, Nina y el resto de agentes, tratarán de recuperar el tambor y esclarecer el brutal asesinato con la mayor rapidez posible.

Tras este punto de partida, L’Últim Lapó, ofrece una investigación policial bien desarrollada, que mantiene el interés durante sus más de quinientas cincuenta páginas gracias a las complicaciones que van surgiendo en el avance de la misma y a los potentes personajes principales: un Klemet con muchos años de experiencia en el cuerpo, pero que al ser nativo es rechazado por los suyos por ser policía y por el resto por ser sami y Nina, joven e inteligente agente llegada recientemente a tierras tan frías, para la que este es el primer caso importante que afronta. Todo ello con el enorme atractivo de desarrollarse en unas condiciones totalmente diferentes a las nuestras: temperaturas que alcanzan y superan con facilidad 30 grados bajo cero, vastísimas extensiones de tundra nevada por donde opera la Policía de los Renos y que llega a alcanzar cuatro países diferentes, auroras boreales y el curioso efecto de la noche polar (casualmente, el inicio de la historia se sitúa en ella y conforme avanza la narración las horas de sol van ganando terreno a la noche).

Pero lo que realmente convierte en singular a este libro es que tras una correcta historia de robos y asesinatos, Olivier Truc nos descubre la cultura lapona (mejor utilizar el término sami ya que el más conocido y comercial lapón tiene connotaciones despectivas) y muestra como es una identidad atávica que ha estado oprimida y ninguneada a lo largo de los siglos por los pobladores que han ocupado sus terrenos históricos (suecos, noruegos, fineses y rusos) debido a las grandes riquezas naturales que atesoran. A pesar de una cierta toma de conciencia y reivindicación en las últimas décadas, hoy en día continúan estando escasamente integrados, empleados principalmente en trabajos de escasa relevancia (el caso de Klemet es claramente una excepción) y en algunos casos, dedicados a algo tan duro y escasamente rentable como la cría de renos, profesión a la que se aferran por tradición y respeto a sus ancestros. En cuanto a su cultura, el miedo a su chamanismo provocó que fuesen perseguidos y sus objetos rituales destruidos en su casi totalidad (de aquí la importancia del tambor robado) por parte de las religiones de los pueblos anteriormente mencionados.

El gran mérito de L’Últim Lapó de Olivier Truc estriba en que permite descubrir aspectos de una cultura ciertamente desconocida, bajo la coartada de una peculiar investigación policial, con una cuidada ambientación y una trama original y bien desarrollada que logra mantener la atención hasta el final de la novela.  
Recomendación: 

Seguirle la pista a Olivier Truc. Su manera de escribir es ciertamente didáctica.
Laponia pinta muy bien pero qué pereza con tantísimo frío.

Durante la redacción de esta reseña escuché el pop contagioso de The Spook School en su divertido Try to be Hopeful, el inspiradísimo Gatopardo de los imprescindibles Triángulo de Amor Bizarro y para ambientarme, el magistral No son tu marido de Hazte Lapón.


2 comentarios:

  1. Me gustó, me lo pasé muy bien y lo vi muy bien ambientado, así que le guardo muy buen recuerdo. Es diferente, y eso siempre lo agradezco
    Besos

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    1. Veo que sacamos unas conclusiones similares, me alegro.

      Besos

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