domingo, 29 de junio de 2014

Shalom Auslander- Lamentaciones de un Prepucio. Una crítica.



Lo reconozco, elegí este libro por varias razones. Por su título, Lamentaciones de un prepucio, por estar editado por Blackie Books (siempre una garantía de buen gusto) y, sobre todo, porque la sinopsis anuncia que nos desternillaremos de risa a costa de las experiencias del autor con la religión.

Shalom Auslander es un judío ortodoxo americano y en el libro nos narra su educación dentro de la comunidad judía, una educación temerosa de un Dios omnipresente, implacable y sediento de venganza. Un Dios acechante que vigila uno por uno a todos los integrantes de su rebaño, siempre esperando que cometan alguna falta -por pequeña que ésta sea- para castigarle.

Bajo esta educación represiva, el pequeño Auslander va creciendo asustado de las consecuencias de sus actos si se desvía de la línea marcada con trazo grueso por los rabinos de su comunidad, hasta que a los 9 años descubre los Slim Jim (pequeña barra de carne que evidentemente no se ajusta a los preceptos de la religión judía y está prohibido su consumo). Desde ese momento, Shalom se cuestiona las normas de su religión y empieza a incumplirlas sistemáticamente, descubriendo la pornografía, la masturbación y la marihuana, tentaciones a las que sucumbe desesperadamente.

Todos estos placeres prohibidos le producen gloria y satisfacción momentánea pero los remordimientos y el temor al castigo divino como consecuencia de sus actos no dejan de martirizarle en todo momento, con el ejemplo de Moisés tatuado perpetuamente en sus pensamientos, hasta que al hacerse mayor decide romper con su religión alejándose de ella. De todos modos, es demasiado tarde y Auslander tendrá que convivir con la neurosis y paranoia fruto de la educación recibida, lastres que deberá afrontar en cada decisión que tome en su vida adulta.

El tono del libro es humorístico y el lector se ríe de las peripecias del protagonista debido a los dogmas de su religión. A pesar de este tono, tiene un trasfondo triste y realista que nos afecta mucho más de cerca de lo que podría parecer. La religión (ya sea judía, católica, musulmana, etc) utiliza el miedo y la represión para que sus seguidores cumplan sus leyes aún a costa de instalar una cierta neurosis en sus cabezas. No hace falta subrayar ciertos paralelismos con la educación católica que hemos recibido en este país y que, actualmente, el gobierno de este estado laico quisiera volver a imponer.

A pesar de este tono humorístico, la lectura del libro no acaba de avanzar porque el tono anecdótico del mismo no sustenta sus 300 páginas, siendo su lectura desigual, oscilando entre momentos hilarantes y otros más tediosos. Lamentaciones de un Prepucio es un libro ideal para leer en verano a ratos sueltos.

Shalom Auslander en la Viquipèdia

Recomendación: 
No hacer ni caso a la etiqueta lecturas de verano y en este período seguir leyendo lo que le apetezca a cada uno. En cuanto a la religión que todo el mundo haga lo que quiera, pero sobretodo que se haga preguntas.

Mientras escribía esta reseña he escuchado el novísimo If de Neuman que supondrá un paso adelante en su carrera y el hipnótico y olvidado The Waking Hour de Dali's Car. Todo ello alternado con noticias y reportajes del Mundial de Fútbol.

2 comentarios:

  1. Hace tiempo que tengo este libro y lo dejé sin leer precisamente porque una amiga me comentó algo parecido a lo que tu cuentas, que es divertido, simpático pero que hay partes más espesas y que sólo con el humor como que no llegaba. Ahí está, lo mismo algún día cae, pero sin prisas.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Me gusta que tu amiga haya pensado como yo, de todas maneras el libro vale la pena leerlo. No cambiará tu vida pero te descubre cosas curiosas sobre la cultura judía y se ríe de ello.

    Si se pasa alguna página en diagonal, tampoco pasa nada.

    Besos.

    ResponderEliminar