domingo, 8 de febrero de 2015

Spoon- They Want My Soul. Una crítica.


Para los uranianos, Spoon son una clara debilidad. La alta calidad de sus trabajos, la oscilación constante entre pop y rock y, sobre todo, la gran cantidad de canciones luminosas que poseen, nos han alegrado la vida en muchas ocasiones. Solo la escasez de estribillos en ellas les ha impedido ser aún más populares. Cuatro años después de su último trabajo publican nuevo álbum, They Want My Soul, el octavo en su carrera, dieciocho años después de la publicación de su debut, Telephono. En el grupo se han mantenido desde sus inicios el vocalista y guitarra Brit Daniels así como el batería Jim Eno, que son los que marcan el sonido de Spoon.

They Want My Soul empieza con 2 canciones, Rent I Pay e Inside Out, que se mueven en las coordenadas habituales del grupo, omnipresente batería marcando el ritmo y la voz de Brit Daniels acompasándose a él mientras su guitarra se retuerce como una serpiente al calor del verano. Tras estas 2 primeras canciones se inicia el viaje que supone el resto del disco, a partir de Rainy Taxi que nos ofrece una canción acelerada y nos conduce al super single, Do You, una vacilona y muy rítmica canción que nos hace mover los pies mientras repetimos el pegadizo título de la canción. Seguimos con Knock, Knock, Knock, con una contundente batería que muestra el camino a unos deliciosos bajo y guitarra acústica que mecen la voz del cantante mientras la canción no deja de crecer llenándose de extraños efectos. Un templo de canción y nuestra favorita del disco. Después de semejante maravilla, la sorprendente Outlier nos lleva de la mano de los Bee Gees a la pista de baile, en un tema con una cadencia destacable filtreando con la electrónica e incluyendo hasta palmadas.

Seguimos con el tema que da título al álbum, They Want My Soul, que nos devuelve a los senderos más habituales del grupo siendo otra fantástica y muy rítmica canción con la voz del cantante sobrevolando entre las guitarras. Después del vértigo de los últimos temas ralentizan con I Just Don’t Understand para, a continuación, dar paso a otro de los grandes temas del disco, Let Me Be Mine con unas enormes líneas de bajo que toman el protagonismo de la canción. No nos hemos dado cuenta y estamos ya en New York Kiss, la canción que cierra el disco, otro tema enorme gracias a su crescendo y a unos teclados que le ayudan a dar matices.

Y así se acaba el disco y sus 37 minutos se nos hacen muy escasos. They Want my Soul es un disco variado, divertido y muy disfrutable que cuenta con 3-4 grandes canciones, especialmente su enorme parte central, y el resto no desentona en absoluto.

Spoon hace ya mucho que son grandes. Ahora además demuestran que son inteligentes. Después de un disco como Transference, bueno pero demasiado repetitivo en sus planteamientos, no han dudado en alejarse de los mandos de la producción y cedérselos a Joe Chiccarelli y Dave Fridmann, que han enriquecido la paleta sonora del grupo dotándola de más elementos y una mayor profundidad. Consiguiendo que este They Want My Soul se sitúe entre las mejores obras del grupo, a la altura de Kill the Moonlight, Ga Ga Ga Ga Ga o Gimme Fiction.

Si nunca les habéis escuchado, no lo dudéis, dedicadles unas escuchas. Nos lo agradeceréis.

OTROS DISCOS: HOT THOUGHTS


Do You

Outlier

Knock Knock Knock

Rainy Taxi

They Want My Soul en Spoti

2 comentarios:

  1. Has dado en el clavo con lo de la escasez de estribillos. Creo que por eso nunca han llegado a conquistarme. Soy clasicote.

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  2. Dales una oportunidad a los cucharillas, empieza por el GaGaGaGa o éste mismo y ya me dirás.

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