Fernando Alfaro es, desde hace muchísimo tiempo, un referente claro en la música -llamémosle así- independiente de este país y, después de cuatro discos con los seminales Surfin Bichos, cuatro con Chucho y tres con su propio nombre, sigue estando en forma, mucho. Tan solo un año después de su última obra, Saint- Malo, vuelve a reunir a sus queridos Chucho (doce años después de su último trabajo), bajan al estudio del gran Paco Loco y nos entregan un nuevo trabajo, el espléndido Los Años Luz.
En el disco podemos observar una clara bipolaridad entre las canciones, de una parte temas de rock guitarrero e intenso que, por momentos transitan por caminos blueseros y/o picotean del punk y recuerdan a los Chucho de sus discos iniciales, y por la otra temas que se asientan en el pop luminoso y delicado. Por la estructura del disco incluso podemos afirmar que los temas se agrupan de tres en tres alternando ambas tendencias.
El primer bloque empieza con la reconocible sintonía de Thames TV que abre Esto es un error, la espléndida Flores sobre el Estiércol (primer single) contraponiendo su aire de blues sórdido con un estribillo claramente pop y Nadie es Inocente con sus raíces en el psychobilly y su letra rabiosa y vengativa. El siguiente bloque, de claro cariz melódico, lo forman la delicadísima Cosas Hermosas, Un Inmenso Placer con su divertida letra que ensambla perfectamente con la juguetona línea de bajo que protagoniza la canción (y que la empareja con facilidad con Magic de su genial Tejido de Felicidad) y la muy melódica Oso Bipolar.
Cambio de tercio con un grupo de cuatro canciones (como excepción) que se inicia con Predicar en el Desierto, de tono apocalíptico y oscuro gracias a sus enloquecidas guitarras y una percusión insistente. Desidia que enmascarada en un tono delicado, posee una letra ponzoñosa que reclama el derecho al desinterés y a una cierta misantropía. En Fuego Fatuo, recuerdan a los mejores Surfin Bichos con sus riffs de guitarras omnipresentes y con un Fernando Alfaro escupiendo sus visuales textos para dar paso a Banderas Negras, posiblemente la mejor canción del disco, con una lírica nihilista y una tensión creciente hasta el límite, a la que contribuye decididamente un magnífico trabajo a la batería.
El último bloque, en este caso mucho más ligero, lo forman Viva Peret, un experimento rumbero pop que no acaba de encajar, la sorprendente Rayos que al inicio y por su percusión, recuerda al Rompehielos de The New Raemon aunque luego toma otras derroteros gracias a la aparición de un banjo saltarín y la postrera y más anodina, Las Chicas del Calendario.
Los Años Luz es un gran disco y certifica que la reunión de Chucho ha sido todo un acierto. Se hallan en un momento dulce, consiguiendo en todo momento un sonido robusto, equilibrado y de mucho empaque. El disco brilla especialmente en los momentos de mayor agresividad con un Fernando Alfaro cantando airadamente con la música encapotando el discurso debido a las rápidas guitarras y a las persistentes bases rítmicas. Solo al final se percibe una cierta sensación de fatiga provocado por el menor nivel de las 3 últimas canciones. El perruzo ha regresado, tan fiero, amenazante y agresivo como siempre y eso es una gran noticia para el oyente.
De todos modos, y para rizar el rizo con la exigencia, no dejamos de pensar que si el productor hubiese aplicado un poco de tijera y hubiese cerrado Los Años Luz con Banderas Negras estaríamos ante un trabajo todavía más redondo.
FLORES SOBRE EL ESTIERCOL
UN INMENSO PLACER
BANDERAS NEGRAS
LOS AÑOS LUZ EN SPOTI
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