Vagando
por mi librería habitual, me sorprendió la belleza hipnótica de la portada de
uno de los libros expuestos. Al ver la pegatina del prestigioso Premi
Llibreter y lo atractivo de su sinopsis, tuve claro que me lo llevaba
conmigo. La obra en cuestión es Hermano de Hielo
de Alicia Kopf, una autora que me era
totalmente desconocida.
Indagando
posteriormente (aunque en la solapa lo indica), pude comprobar que Alicia Kopf es el seudónimo de la joven artista
multidisciplinar Imma Àvalos y que esta es su primera novela después de la
publicación en 2011 de Maneres de (no) entrar a casa, un libro de
relatos.
En
Hermano de Hielo, la autora se sirve de su
fascinación por los polos, el hielo, los icebergs y el frío en general para, utilizando gélidas
metáforas, narrar en primera persona la búsqueda de sí misma después de la
separación de sus padres siendo niña, de la dificultad de crecer con un hermano
autista –el hermano de hielo del título-, o de sus escasamente satisactorias
relaciones amorosas, mientras entremezcla interesantes historias sobre
expediciones polares, tanto exitosas como otras dramáticamente fracasadas,
alumbrando aspectos bastante desconocidas de las mismas y hablándonos de
aventureros como Amundsen, Scott, Shackleton, Peary y algunos otros más.
De
buenas a primeras sorprende la estructura del libro ya que no se trata de la
narración de una historia con continuidad sino que Alicia
Kopf utiliza la épica de los descubrimientos polares – de inicios del S.
XIX- para introducirnos en su mundo cotidiano, en su realidad. Estos saltos y
cambios de temática no dejan de ser reflejo de su vocación multidisciplinar,
aunque cabe resaltar el gran mérito de la escritora en realizarlos sin buscar en
ningún momento trascendencia ni caer en una impostada pretenciosidad. El uso de
la voz en primera persona y un lenguaje cercano y atractivo provoca que la
lectura avance con facilidad y capte rápidamente la atención del lector,
atención que se incrementa al mezclar diferentes temas y épocas con naturalidad
y sin estridencias en la continuidad.
A
pesar de su atractivo, el libro deja un ligero poso de insatisfacción debido a
la asepsia mostrada en los aspectos personales, en que los se muestran muy
contenidos –congelados- y la narración peca de una cierta languidez, echando en
falta una inyección de pasión y de sangre caliente que hubiese repercutido en una
mayor perdurabilidad del mismo. Esto puede responder a un cierto pudor de la
autora o bien, que sea un efecto metafórico buscado como reflejo de la
presencia constante del hielo que se apodera, mediante una fina capa de
escarcha, de toda la narración.
Hermano de Hielo es un libro sorprendente que provoca que fijemos la
atención en Alicia Kopf, interesante
autora de originales fijaciones, y estemos pendientes de sus nuevos pasos.
Alicia Kopf en la Wikipedia
Recomendación:
Aunque no venga a cuento, creo que no he recomendado en ningún momento leer al gran Kiko Amat, especialmente Cosas que hacen bum y la prodigiosa Rompepistas.
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