A punto de irme de mini
vacaciones y una vez hecha la maleta, me percaté que no me apetecía llevarme el
libro que estaba leyendo –por tocho y pelín coñazo-, por lo que me puse a mirar
entre los que tenía por casa (si me permitís la licencia diré: me puse a buscar
en mi biblioteca…) en busca de uno que me apareciese atractivo y de
tamaño reducido. Enseguida reparé en Domicili Provisional de Manuel de Pedrolo,
una novela que recordaba haber leído hace muchísimos años.
La obra de Manuel de Pedrolo es
una gran desconocida a pesar de tener una novela de gran repercusión: El
Mecanoscrit del Segon Origen que ha eclipsado al resto de su producción,
ciñéndola a un canon inexacto de literatura juvenil. Posiblemente sea el autor
más prolífico en lengua catalana, habiendo cultivado diversos géneros: novela, poesía,
teatro, cuentos y rompiendo en muchas ocasiones las fronteras entre ellos. Durante
la dictadura franquista fue víctima habitual de la debido a
su ideario izquierdista e independentista, a su lenguaje explícito en todos
los sentidos y a que siempre escribió en catalán. En 2018 se celebrará el
centenario de su nacimiento y será una buena oportunidad para reivindicar su
destacable obra.
Domicili Provisional es un relato
largo o una novela corta de escasas setenta páginas. La acción se sitúa a mitad
de la década de los años cincuenta del siglo pasado. En ella, se narra la asfixiante
cotidianeidad de una mísera casa realquilada en la que viven varias familias
junto con la pareja de ancianos arrendatarios, que imponen unas férreas y
bastante desatinadas normas a los realquilados. La falta de espacio, la pobreza
imperante y el comportamiento despótico de los ancianos provoca que todo se solucione
a base de gritos, trifulcas e incluso
peleas mientras todos tratan de salir adelante.
El relato se enmarca dentro de la
literatura del absurdo, al utilizar el escritor la exageración constante de las
situaciones para provocar el humor pero siempre con el trasfondo de hacer
reflexionar sobre la sociedad de la época. El comportamiento mezquino y
miserable de los ancianos plagado de desconfianza y la miseria absoluta del
resto de personajes (reflejado en su alimentación, vivienda, ocupaciones y
salarios) que ante la imposibilidad de cambiar su vida, aceptan su situación
con conformismo limitándose a intentar llegar a final de mes para poder pagar
el alquiler, no deja de ser una crítica a la dictadura franquista y a la
situación de pobreza en que vivió durante muchos años una parte muy importante
de la población. En algunos aspectos, este relato no deja de tener unos ciertos paralelismos con la grandiosa Nada de Carmen Laforet.
La experimentación, inconformismo
y dominio de las técnicas narrativas de Pedrolo se ven claramente en que en las
casi setenta páginas de la historia no encontramos ningún punto y aparte ni
tampoco ninguna línea de diálogo. Esta continuidad de la narración todavía
ayuda más a sumergirse en el ambiente opresivo de la vivienda y de la época. También es destacable el absoluto
dominio del lenguaje del escritor, siendo muy preciso en la narración de las
diferentes escenas humorísticas que son tan esperpénticas que aunque provoquen
la risa en el lector, esta se ve atenuada por un amargo trasfondo de tristeza ante
la mezquindad de los personajes.
Manuel de Pedrolo es mucho más
que un escritor de novelas juveniles y siempre se está a tiempo de descubrir o
profundizar en su extensa obra. Aviso con tiempo ya que posiblemente el año que
viene se reivindique su producción literatia.
Manuel de Pedrolo en la Wikipedia
Manuel de Pedrolo
Manuel de Pedrolo
Recomendación:
Ya he insistido en la redacción de la reseña, descubrir a Manuel de Pedrolo
Vaya hoy me pillas, y me gusta tu propuesta, es sumamente interesante. Hablaré con mi librera
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, ya me dirás.
EliminarBesos