Pues ya tenemos aquí el nuevo disco de Maronda “La Orfebrería según los
Místicos” y había cierta expectación entre sus fans sobre si serían capaces de
mantener el nivel, elevado, de su primer disco “El Fin del Mundo en
Mapas” que ha convertido a Maronda en el mejor grupo desconocido de este país.
El grupo formado por Pablo Maronda y Marc Greenwood, nos entregan 12
canciones que duran apenas 36 minutos, con una media de duración de menos de 3
minutos ya que la última canción dura 7 rompiendo la tónica general
del disco. Chicos listos estos valencianos sabedores de que es mejor dejarnos
con ganas de más antes que empalagarnos.
Maronda siguen ahondando en ese pop luminoso que tan bien dominan con
instrumentaciones muy claras y nítidas en la mayoría de temas y con ecos de bandas
clásicas como The Kinks, The Byrds e incluso The Beatles, y sobretodo, The Smiths. Lllevándolos a
terrenos físicos más próximos podríamos hablar de Los Brincos y Los Ángeles.
La temática principal de las canciones sigue siendo el amor, o mejor dicho
el desamor, centrándose en varias canciones en los momentos
posteriores a la ruptura; tiempo de añoranza, reproches y sobretodo, de echar
mucho de menos a la otra persona. Hay alguna nota de realidad social pero más como descripción del entorno actual que no como canción protesta.
El disco se abre con el primer single, Volverás, perfecto ejemplo de canción
pop que bajo la apariencia de una melodía alegre esconde una letra triste. A
continuación sigue con El Ruido Eterno y Me Fui Antes de Verte Llegar, otras 2
canciones claramente pop pero con mayor presencia de bajo y batería que le
dotan un gran sentido rítmico a ambas. La temática de las letras sigue siendo
la ausencia de la, hasta hace poco, pareja.
En la siguiente canción, Las luces resplandecen, se puede valorar lo bien
que canta Pablo ya que la música parece que tan solo acompañe a su voz,
contrapunteada con unos delicados arreglos. Y luego, salta la sorpresa con He Hablado
con Ella; un muro de guitarras? pues sí,
un tema shoegaze en medio de un disco pop y la bordan, vaya si lo hacen.
Continuamos con un regalo de canción: La Recriminación, una bonita y
omnipresente línea de bajo marca el ritmo de la melodía (aunque posiblemente no
le pase a nadie más, esta canción no deja de recordarme el Guns of Brixton de
The Clash). Además la bonita voz de Sandra Belda da la réplica a Pablo Maronda
convirtiendo La Recriminación en una canción preciosa, de las que a final de año tienen que estar arriba de todo en las listas de mejores canciones.
Con la siguiente, El Pájaro Cuco y la Muerte, el disco se vuelve
más oscuro siendo este otro tema con una importante base guitarrera, pudiendo
decir que es el segundo tema shoegaze del disco. Continuamos en un tono oscuro y
apagado con La Piedra Negra. En el
siguiente tema, La Cristiandad, retomamos caminos más poppies en un tema con un
gran trabajo de guitarras y arreglos de cuerdas (mandolinas?) que le dan cuerpo
y a la vez embellecen. Seguimos con Vivimos en Democracia una deliciosa canción
que bajo la apariencia de crítica social no hace más que describir los
problemas de una pareja.
Llegamos así a la penúltima canción del disco, Viaje al Fin de la Noche,
que pese a tener un gran trabajo de los instrumentos de cuerda se desperdicia
por la peor letra del disco. Esa rima noche-coche es demasiado evidente y
repetitiva. El disco acaba con Los Últimos Días de Arcadia, canción que rompe
con toda la homogeneidad del disco. Tal y como he dicho antes, dura 7 minutos
mientras que la mayoría de las anteriores no llega a las 3. Se trata de una
canción relato hablando de la juventud del narrador y así como las canciones
anteriores las letras pueden ser tristes pero envueltas en melodías alegres, en
ésta el tono melancólico se impone y te contagia.
En resumen, lo han vuelto a hacer. Maronda nos ha entregado un disco
delicioso. Pablo Maronda sigue demostrando que es un cantante fabuloso y hace
tiempo que tengo claro que Marc Greenwood es el mejor bajista de este país. La
producción del disco es muy acertada sonando todos los instrumentos muy nítidos
excepto en las 2 canciones más shoegazeras en que se busca, y se encuentra, el
muro de sonido. Los diferentes arreglos de cada canción se notan muy cuidados y
toda ellas muy trabajadas.
Además siguen siendo originales al no tener absolutamente nada que ver con
el prototipo de grupo indie clon planetario que impera actualmente en nuestra
escena.
Concluyendo, La Orfebrería según los Místicos es un disco delicioso que debería hacer ganar cotas de popularidad a Maronda.
Muchísimas ganas de verles en directo a ver si son capaces de trasladar
toda su luz y nitidez a un escenario.
OTRAS RESEÑA DE MARONDA:
OTRAS RESEÑA DE MARONDA:
LA RECRIMINACIÓN
Una vez más de aquí a Spotify gracias a tí. Me pasma la cantidad de música que descubro aquí
ResponderEliminarGracias y besos
Gracias a ti, supongo que debe ser equivalente a la cantidad de libros que me haces apuntar.
ResponderEliminarUn beso para ti.