Los canadienses Arcade Fire,
posiblemente junto con Radiohead el grupo más “grande” de la música
alternativa, han requerido de los servicios de James Murphy (LCD Soundsystem)
para que les produzca su nuevo LP, Reflektor, el 4º en su carrera.
Después de 3 grandes discos y
tras haber perdido el factor sorpresa, muy probablemente la banda haya querido
dar un bandazo a su carrera, juntándose con un productor que les dé un barniz
electrónico (ahondando en el camino iniciado en la fantástica Sprawl II
-Mountains Beyond Mountains- de su enorme e infravalorado The Suburbs), dejando
a un lado la épica habitual de sus obras, una de las característica que les han
convertido en un referente.
Tras una campaña publicitaria de
amplia presencia en los medios se presentó el disco con el single de título homónimo, Reflektor, tema
espléndido y claramente dirigido a la pista de baile, a pesar de sus 7:34
minutos. Un acierto total para abrir el nuevo disco.
La siguiente canción, We Exist, con su enorme base
rítmica que recuerda a la genial Black is Black de Los Bravos y sus arreglos
discotequeros vacilones se convierte en otro gran tema que gana con las
escuchas.
A pesar de estos 2 magníficos
temas como inicio, su continuación no logra mantener el nivel; Flashbulb Eyes
se convierte en un batiburrillo de ritmos entrecortados que llegan a recordar a
un reggaeton amplificado, Here comes the Night Time solo es atractiva cuando se
acelera y alcanza un ritmo esquizofrénico (similar a Wonder II del último disco de my Bloody Valentine)
siendo el resto muy anodino. La falta de instrumentos de cuerda, marca de la
casa arcadefireana, se acusa mucho en Normal Person y en You Already Now en que
toda la canción gira en torno a Win, tanto que su voz se vuelve histriónica haciéndose
demasiado insistente.
Después de éstas, la acertada Joan
of Arc sabe a gloria subiendo el nivel y Here Comes the Night Time II da una tregua
antes de las 3 canciones siguientes: Awful Sound (Oh Eurydice), It’s never Over
(Oh Orpheus) y Porno, todas ellas superando los 6 minutos, demasiado tiempo
para unas canciones tan planas, con pocos instantes destacados y mucha
monotonía. Sus casi 20 minutos son un “polvorón de difícil digestión”
provocando dispersión en la atención del oyente.
Atención que se recupera
inmediatamente con las 2 últimas composiciones del disco; Afterlife y
Supersymmetry, 2 auténticas maravillas en que la conjunción entre Arcade Fire y
James Murphy encaja a la perfección y logran cerrar el disco dejando un muy buen sabor de boca.
Es un mal disco? Para nada, un
disco que contiene Reflektor, We Exist, Joan of Arc, Afterlife y Supersymmetry
no puede ser malo pero su excesiva duración (75 minutos) y la gran diferencia
de calidad entre las canciones mencionadas y el resto son un lastre insuperable
para éste Reflektor.
La pátina electrónica que Arcade
Fire le han querido dar a su música le sienta bien pero no hasta el punto de
ser su característica principal. Se acusa mucho la ausencia de guitarras,
violines y otros instrumentos de cuerda que definen su sonido. Su sustitución
por bases electrónicas se revela insuficiente y la solución no estriba en dar
mayor protagonismo (aún) a la parte
vocal de Win, ya que ésta se convierte en excesiva en varios momentos.
Reflektor sería mucho mejor y más
disfrutable si lo hubiesen podado en 3-4 canciones y recortado la duración de
varias de ellas. Aún así, tanto Reflektor, We Exist y Afterlife ya son nuevos clásicos de la banda canadiense.
Otras Reseñas:
Everything Now
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REFLEKTOR
WE EXIST
AFTERLIFE
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