Una
de las ventajas de suscribirte a la magnífica revista Librújula, además de la
calidad de sus escritos, consiste en que te obsequian con un libro a elegir. En
el número uno de la publicación, me decidí por El
nadador en el mar secreto de William
Kotzwinkle, del que no tenía ninguna referencia aparte de la
imposibilidad de escribir correctamente el apellido del escritor. El libro lo
leí con rapidez pero me dejó una impresión tan grande que sabía que en un momento
volvería a hacerlo, como así ha sido.
Aviso: en el resto de la entrada spoilereo de lo lindo.
Diane Laski está embarazada, mucho, y en mitad de la noche
despierta y descubre que ha roto aguas. Avisa a su marido, Johnny, para
ir al hospital. Solo que está a cuarenta kilómetros de su casa, situada en
medio de un océano de nieve y donde hace tanto frío que nunca saben si la vieja
camioneta podrá arrancar. Entre frecuentes contracciones de Diane y
mucha suavidad al volante para no patinar con el hielo, consiguen llegar a la
ciudad.
De
inmediato y ante la elevada frecuencia de las contracciones empieza el
parto. Un parto que se presenta difícil y complicado ya que el niño viene de
nalgas. Después de mucho rato, gran esfuerzo, enorme cansancio y toneladas de
sudor el niño nace, pero las caras de los sanitarios anuncian que algo no ha
ido bien, nada bien de hecho.
La
sinopsis se queda corta y a la vez desvela demasiado, pero se hace muy
complicado enhebrar un resumen sin alumbrar datos cuando se trata de una novela
corta de tan solo 90 páginas, en la cuidada y muy elegante edición de Navona
Editorial. Noventa páginas que vale la pena digerir poco a poco debido al
hondo calado emocional de la historia. William
Kotzwinkle utiliza un lenguaje sencillo, aunque lleno de bellas y
visuales metáforas sobre conceptos próximos y universales, para narrar una
tragedia. Tragedia hasta cierto punto cotidiana pero no por ello menos
devastadora. No abusa de las descripciones sino que utiliza un tono siempre
sobrio y comedido, sin ninguna concesión al exceso, concentrándose en las
sensaciones que experimenta el matrimonio Laski, especialmente John,
tanto durante la bellísima descripción del parto como todo lo que vendrá
posteriormente. Ante la corta duración del relato, el escritor no realiza un
hondo perfil psicológico de los protagonistas, pero muestra lo suficiente para
saber que son personas fuertes que aceptan con entereza y resignación el cruel
desenlace. Esta es precisamente la clave que encumbra a esta novela a la altura
de clásico. En ningún momento se cae en el sentimentalismo fácil y la
aceptación del dolor ante lo irreparable, ante la pérdida, se narra con una
contención estoica admirable. El lector, acongojado, no puede evitar un pesado
nudo en la garganta ni la aparición de traicioneras lágrimas durante la lectura
de esta corta novela de desoladora belleza.
Leer
El nadador en el mar secreto es una
experiencia tan acongojante como recomendable. Es imposible permanecer
indiferente ante ella y no queda más remedio que recordar el poético título del
libro durante mucho tiempo, así como a su autor, William
Kotzwinkle, ante la deslumbrante calidad y sobriedad de su narración. Un
libro que deja una marca tan indeleble como perdurable.
William Kotzwinkle en la Wikipedia
Recomendación:
No conocer al autor creo que fue más ignorancia mía que no falta de popularidad del mismo. Por tanto, incidir más en su obra. De hecho, por ahí preparado tengo Doctor Rat.
Librújula, sin ninguna reserva.
Me gustó, es condensado todo loq ue el autor refleja que encima es una vivencia personal. En realidad fue descubierto por casi todo el mundo por ser citado en otro libro, ya ves.
ResponderEliminarBesos
Como digo por arriba, lo encontré una pequeña maravilla. Una narración prodigiosa llena de sentimiento contenido y lograr que una vivencia personal tan dura no tenga nada de exhibición impúdica me pareció de gran mérito.
EliminarBesos
Pues me haces dudar. Hasta ahora no había leído opiniones muy positivas (por ejemplo).
ResponderEliminar¿Entonces Librújula está bien? ¿Es del estilo de Qué leer? La página web es un poco regulera.
Y una chorrada final: ¿no te da un poco de grima el tacto de las tapas? He manoseado en la fnac varios libros de esa colección y soy incapaz de sostenerlos mucho tiempo por culpa del repeluco que me da la rugosidad de la tela.
Hazme caso, el libro es una maravilla. No tiene ni un solo fuego de artificio y creo que te gustará.
ResponderEliminarLibrújula está bien. No recuerda demasiado a Que Leer. Las críticas de los libros son mucho más personales. Lo único que le pasa, como a todas las publicaciones, es que siempre ponen una estrella de más.
En cuanto a la coda final (y me he ido a tocar el libro), me gusta el tacto del libro e, incluso, lo encuentro elegante.
Lo que me da grima es que compres en la FNAC (bueno, salvo en rebajas y si revientan precios).
Abrazo.