En su día elegí Cómo se hizo La guerra de los zombis, de Aleksandar Hemon -de los estantes de la estupenda librería La Buena Vida- debido tanto a su título como a la sugestiva portada de la edición de Libros del Asteroide. Si bien hoy en día todavía no sé si fue un regalo o un préstamo, llevaba un par de años en cola hasta ser elegido.
Joshua es un anodino treintañero judío que aspira a ser guionista de cine aunque dispone de escaso talento y menor autoexigencia. Asiste a talleres de guiones, recopila ficheros con ideas para desarrollarlas en un futuro -aunque sabemos positivamente que nunca lo hará- y trata de avanzar con un proyecto de guión en concreto: La guerra de los Zombis. Para sobrevivir, ejerce dando desastrosas clases de inglés para extranjeros mientras sigue sin entender como su novia Kimiko, opuesta a él en muchos aspectos, para mejor, quiere seguir saliendo con él.
La vida de Joshua transcurre inalterable hasta que de repente, el universo se confabula contra él y su equilibrio; primero, descubre dentro de su apartamento al pirado de su casero -Stagger- rebuscando entre su ropa interior lo que provoca que Joshua se instale en el apartamento de su novia. Luego su padre ausente le revela que tiene una enfermedad incurable y para finalizar, una dde sus alumnas bosnias -Ana- empieza a seducirle hasta el punto de que termina obsesionándose con ella y entra decididamente en el juego (o es que era él el que quería seducirla a ella?). Ante semejante vorágine de acontecimientos, Joshua se ve sobrepasado y la catástrofe amenaza con romper su plácida existencia de zombi adormecido.
A pesar de lo que me gustó el título, la historia no tiene nada que ver en absoluto con una película de zombis, ni siquiera planea sobre el proceso de creación. A lo más zombi que se parece el libro, es al deambular diario de su protagonista, sin avances ni aspiraciones, sin querer asumir responsabilidades y ofreciendo excusas para todo, blindándose ante cualquier exigencia. El punto más interesante de la novela reside en el cruce entre la vida protegida en su burbuja de seguridad, de Joshua y como ésta estalla al intimar con Ana, la emigrante bosnia que tiene que tirar adelante en un país extranjero con toda la dificultad que supone un país, una cultura e incluso una lengua diferente.
Este punto no deja de ser un reflejo de la historia del propio Aleksandar Hemon, nacido en Sarajevo y al que la Guerra de los Balcanes obligó a establecerse en Chicago. En la confrontación de estos dos mundos, se demuestra que Joshua es un adormecido, un zombi, incapaz de afrontar responsabilidades y naufraga tristemente ante la primera dificultad.
Alexsander Hemon demuestra que es un excelente escritor, situando al lector perfectamente en la historia y sus situaciones, despertando especialmente su interés ante la evolución de la situación sentimental de Joshua debatiéndose entre Ana y Kimiko. Utiliza un tono humorístico que se refleja en unos personajes que tienden a la caricatura, especialmente en el caso de Stagger -el vecino chiflado- y Esko -el marido exmilitar-, y en unas situaciones confusas, que se embrollan con rapidez, un poco a la manera de un Tom Sharpe alucinado si incluyese excombatientes zumbados en sus historias. Particularmente corrosiva es su crítica a los inútiles que asisten al taller de escritura así como a la religión judía y sus severos preceptos.
Pero Cómo se hizo La guerra de los zombies tiene un problema claro: un final tibio que deja las tramas irresolutas. Una conclusión decepcionante y que llega después de una situación caótica pero que no conduce a nada. Este final desmorona el castillo de naipes que se había ido construyendo durante toda la narración.
Cómo se hizo La guerra de los zombies, ofrece una buena narración, con momentos francamente divertidos y nos revela a un excelente escritor, Aleksandar Hemon, aunque un final precipitado y sin fuerza debilita la impresión final de la lectura.
ALEKSANDAR HEMON en la Wikipedia:
RECOMENDACIÓN:
Ante la bonita edición del libro, reincidir en la compra de novelas publicadas por Libros del Asteroide.
Pues tengo varios libros de Hemon en la pila de pendientes, pero este no. Al parecer es el peor (o de los peores) que ha escrito, así que si te ha gustado este es muy posible que el resto te guste todavía más.
ResponderEliminarEs un autor al que seguiré ya que, ciertamente, escribe muy bien y describe perfectamente las situaciones.
EliminarYa comentarás qué tal tus/sus lecturas.
Saludos