miércoles, 12 de junio de 2019

ANDREA CAMILLERI - LA DANZA DE LA GAVIOTA, LA DANSA DE LA GAVINA. Una crítica

Alguna que otra vez he proclamado en esta bitácora mi total admiración hacia Andrea Camilleri. Tanto en su exitosa serie del comisario Montalbano como cuando recrea episodios históricos de su convulsa Sicilia. Charlie Parker de John Connolly y Salvo Montalbano (por si alguien todavía no lo sabe, el nombre es un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán) son mis detectives de papel preferidos, curiosamente personajes totalmente divergentes, y cada cierto tiempo tengo la imperiosa necesidad de recurrir a ellos. Como no leía nada del siciliano desde el verano pasado, elegí sin dudar uno de sus títulos que tenía en espera: La Danza de la gaviota (La dansa de la gavina en su edición catalana).

Salvo Montalbano, en una noche insomne, se levanta de la cama y se instala en el porche ante la playa. De pronto, le sorprende la presencia de una gaviota en la arena a esas horas y todavía más cuando ésta empieza a moverse espasmódicamente en una especie de danza que no cesa hasta que fallece tras un escalofriante aullido.

Dejando de lado este extraño presagio, Montalbano se arregla para ir al aeropuerto a recoger a su querida Lívia con la que, por fin, podrá pasar unos días de vacaciones. Antes tiene que pasar un instante por la comisaria para firmar unos  documentos pendientes. Al llegar y preguntar por el inspector Fazio, se sorprende de que no esté y nadie pueda dar razón de él. Cuando su esposa llama preguntando por él ya que no acudió a su casa la noche anterior y su móvil no da señal, se encienden todas las alarmas ante su posible desaparición. En ese momento, Montalbano y todos los agentes intentan reconstruir los últimos pasos de su compañero, olvidándose el comisario de sus vacaciones. 

Tan solo para acabar de centrar la historia, remarco que Fazio es un policía muy recto. Una persona seria y estricta que nunca faltaría a su trabajo sin avisar y mucho menos, dejaría que su mujer sufriera por su ausencia. Por esto, desde el primer momento tienen claro en comisaría que la desaparición no es voluntaria y la alarma se apodera de ella.

En La danza de la gaviota nos encontramos con un Salvo Montalbano de 57 años, cansado, reflexivo y convencido de estar entrando en la vejez. Cada vez se encuentra más distanciado del mundo que le rodea y de los cambios, tanto materiales como morales, que se producen a toda velocidad. Sigue con dudas sentimentales y más, cuando le aparecen apetecibles y jóvenes tentaciones. Su honestidad y sentido de la justicia siguen rigiendo sus actos aunque su coherencia le provoque, en ocasiones, comportamientos algo excéntricos y discutibles en una autoridad.

Andrea Camilleri es un escritor tremendamente hábil. Con un estilo directo y sencillo, sin florituras innecesarias, refleja con clarividencia las pasiones y pulsiones humanas, dotando de mucho ritmo a sus novelas. Logra con facilidad que queramos a sus personajes habituales y que detestemos a los malvados poderosos. Las mordaces críticas a la sociedad consumista, al poder establecido que solo quiere perpetuarse y a la superficialidad de los valores imperantes, escondidos entre sus líneas exudando bilis y causticidad, nos hace sonreír con complicidad mientras disfrutamos de la lectura y de las contradicciones de su personaje principal, al que para rematarlo, cada vez le cuesta más soportar los inconvenientes de una complicada relación a distancia.

Según la Wikipedia, La danza de la gaviota es el título 22 de la serie del comisario (de más de 30) y a estas alturas no tendría demasiado sentido intentar describir a los personajes que transcurren por sus páginas ya que aburriría al lector fiel y desconcertaría al que desconoce la obra de Camilleri. El siciliano es un autor muy prolífico, lleva publicada más de 100 títulos y, a sus 93 años y ciego por un glaucoma sigue escribiendo en ese italiano salpicado de variantes sicilianas que, por desgracia, es imposible reflejar en las traducciones. 


La danza de la gaviota es otro disfrutable capítulo de una serie imprescindible. Proporcionará unas horas de lectura gratificante y hará sonreír al lector sin que se dé cuenta. Bajo su aparente sencillez se esconden unas demoledoras cargas de profundidad tan efectivas como poco explícitas. Andrea Camilleri es un escritor extraordinario y en Urano hace tiempo que le hemos dedicado una de las plazas más bonitas del planeta.


Andrea Camilleri en la Wikipedia

Recomendación: 
Para quien no le conozca, iniciarse con Camilleri. Si es en la serie de Montalbano empezar por el principio. Además está prácticamente todo en edicion bolsillo a precio más que asequible.

Mientras escribía esta reseña escuché el sensacional Loud Like Love de Placebo, un disco que gana con el tiempo en parte por tener casi al final, agazapada esperando a ser descubierta, la impresionante Begin the End. También un disco tan violento como maravilloso; Pornography de The Cure. Sobran las palabras ante tamaña obra maestra.

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