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jueves, 22 de febrero de 2018

TULSA - CENTAUROS. Una crítica

Tras la dilatada espera que soportamos hasta la publicación de La Calma Chicha en 2015, álbum con el que Miren Iza retomaba su proyecto Tulsa después de varios años, sorprendió muy positivamente que en menos de un par de años publicase su nuevo trabajo, Centauros. Si en el anterior tuvo como cómplices a nivel instrumental y de producción tanto a Charlie Bautista como a Carasueño, en éste repite con el primero e incorpora a Ángel Luján sustituyendo al segundo.

Tal y como ha afirmaba Miren Iza en las entrevistas promocionales, en Centauros ha compuesto exclusivamente con teclados olvidándose de su habitual guitarra y atreviéndose a probar cosas nuevas, reflejándose claramente en el sonido imperante en el disco.

Centauros empieza con la canción del mismo nombre, un tema directo repleto de fuerza y con la percusión en primer plano. Un tema de enganche inmediato aunque una excesiva repetición, tanto rítmica como del texto, puede provocar que no resista bien las sucesivas escuchas. Continúa con Bilbao en que un colchón de sintetizadores protagoniza un tema precioso que habla sobre los cambios en los espacios físicos, aunque también puede interpretarse como metáfora sobre como cambian las personas y perciben las relaciones amorosas con el paso del tiempo. En Canción y con unos tenues sintetizadores, describe el difícil proceso de creación aunque también se le puede buscar un doble sentido referido a las relaciones dolorosas por frases como “Sabes mejor que yo que cuando haya acabado contigo nos hundiremos las dos. Sin drama es aburrido”. Venda, vendita, venda se publicó como primer avance del disco y con arreglos deudores de los Radiohead más tranquilos y experimentales narra con tono cáustico una dependencia enfermiza que llega incluso al maltrato psicológico. La primera cara finaliza con la relajada La miel que pudo ser con una letra que se lamenta de lo que no se ha intentado.

La segunda mitad se inicia con Brancusi, homenaje al escultor rumano Constantin Brâncusi que es uno de los temas que sigue el esquema más clásico de canción de todo el disco. A continuación, Lobo, un pequeño experimento en el que suenan saxos desmelenados e incluso la vocalista se atreve con el falsete para hablar de los miedos, dándoles forma de animal. Tras ella, Pequeñas Embestidas, el delicioso dueto con Abraham Boba en la que en tono ligero se ríen de las pequeñas afrentas y baches de la vida y de la disposición en afrontarlos. Un suave teclado anuncia una pequeña catedral llamada Amiga, una nana confesional y muy íntima, de hondísimo calado emocional, en la que Miren narra y susurra más que canta sobre la pérdida de la amistad o del amor. Un tema de los que duelen. Mientras intentamos deshacer el nudo en la garganta, empieza a sonar Atalaya con una base electrónica casi kraut, conformando un hipnótico mantra, un synth-pop fantástico que cuenta con la decisiva colaboración de Betacam, convirtiéndose en la mejor canción el disco cerrándolo de la mejor manera posible.

Centauros -el disco- ahonda en la senda iniciada en su anterior La Calma Chicha, incidiendo en la práctica desaparición de las guitarras sustituidas con total convencimiento por teclados y arreglos con sintetizadores en un ejercicio de electrónica lo-fi. Las canciones tienen una doble dualidad; humana y animal (reflejada en centauros, lobos, perros y otras bestias que aparecen en las letras) en la que los textos y estructuras son la parte humana y los arreglos sintéticos y percusiones le dan el revestimiento que le convierten en animal. Esto se refleja perfectamente en el inicio con la homónima Centauros y Bilbao, aunque este inicio atractivo y lleno de magnetismo es algo engañoso ya que luego la producción se vuelve insípida y carente de personalidad, acusándose especialmente en la parte central del disco, que queda desvaída y no lograr remontar el vuelo hasta la espectacular triada final de canciones (Pequeñas Embestidas- Amiga- Atalaya), en la que para compensar el pequeño bajón anterior los temas alcanzan un nivel superlativo.

A pesar de esta cierta descompensación entre inicio-final y la parte central, Centauros es un trabajo notable, y lo afirmamos porque cuenta con dos enormes bazas: la fantástico voz grave e interpretación de Miren Iza, actualmente y sin ninguna duda de las mejores vocalistas de nuestro país, y sus soberbios y característicos textos. En sus letras canta desde la resignación, dejando atrás la rabia para instalarse en el desencanto de quien ha aceptado la pérdida sin levantar la voz e incluso, se siente falsamente poderosa mirando desde la barrera, desde la atalaya. Aunque cuando quiere apretar el acelerador emocional consigue abrumar en frases como “Hace años te habrías quedado en mi casa, y ahora te estoy llevando a un hotel”, una frase tan sencilla como devastadora.

Centauros supone otra reafirmación, otro brillante eslabón en la cadena de Tulsa. Un gran disco, gracias a la privilegiada voz y los certeros textos de Miren, que cuenta con canciones enormes como Bilbao, Atalaya, Amiga o Pequeñas Embestidas, al que una mayor fuerza en la producción le hubiese convertido en un trabajo magnífico. 

 ATALAYA


CENTAUROS
 BILBAO


 CENTAUROS en Spoti



OTRAS RESEÑAS DE TULSA: 
LA CALMA CHICHA

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Philip Kerr- La Mano de Dios. Una crítica.




Grata sorpresa me llevé al descubrir entre los atiborrados estantes de la Biblioteca Pública, La Mano de Dios, el segundo volumen de la serie Scott Manson del escritor escocés Philip Kerr, que sitúa la acción en el mundo del fútbol aparcando a Bernie Gunther, el detective en tiempos de la Alemania nazi que le ha dado prestigio y popularidad. El título, como no podía ser de otra manera, utiliza terminología futbolística como ya acaecía con el primero de la serie, Mercado de Invierno.

Scott Manson continúa como entrenador del London City FC al inicio de la nueva temporada. Inicio que viene marcado por la celebración de la ronda previa de la Champions League. Competición para la que lograron clasificarse a pesar del fallecimiento de su técnico Joao Zarco. Vivimos la llegada de los esperanzadores  fichajes, primeros entrenamientos y giras veraniegas recaudatorias, hasta llegar al plato fuerte; la eliminatoria contra el Olympiacos griego que dará acceso al vencedor a la deseada fase de grupos.

Partido en el que los jugadores saltan al campo ante la brutal hostilidad de la afición local. El partido empieza bien, muy bien para el equipo inglés, hasta que una de las estrellas del equipo, el ruso Bekim Develi, cae desplomado en el campo tras una jugada. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, no logran recuperarlo y lo trasladan al hospital. Sus compañeros, muy afectados, se vienen abajo y encajan una abultada derrota mientras el ruso fallece pocas horas después. Lo que parecía ser una crisis cardíaca se complica al desarrollar la policía griega una investigación paralela relacionada con un crimen. Ante esto, el London City queda retenido en Atenas hasta que termine la investigación policial pero la situación de huelga general amenaza con retardarla indefinidamente. Con la temporada ya  empezada y ante la proximidad del partido de vuelta de Champions, Scott Manson decide empezar a investigar por su cuenta, para poder aportar algo de luz al caso que posibilite la salida del país de su equipo y así recuperar la normalidad. 

Philip Kerr vuelve a demostrar un vasto conocimiento de las interioridades y entresijos del mundo del fútbol de élite, un mundo desmesurado totalmente alejado de nuestra cotidiana realidad. La principal virtud del libro radica tanto en su creíble ambientación como en que el escritor avanza en la narración con el cuchillo afilado y sin dejar títere con cabeza. Refleja sin cortapisas que el deporte rey se ha convertido en un enorme negocio que mueve y despilfarra ingentes y desorbitadas cantidades de dinero. Desde unos jugadores que perciben retribuciones demenciales y que gastan con alegría y necedad propios de su condición de idolatrados y caprichosos semidioses hasta unos multimillonarios presidentes de fútbol (con abundancia de rusos, chinos, jeques árabes)  que compran presidencias de clubes como un trofeo más sin tener ni idea del juego –ni del club- en busca de repercusión y obertura de puertas para sus negocios, pasando por los agentes futbolísticos a los que acusa –con razón- de ser casi tratantes de esclavos de lujo siempre en busca de su jugosa comisión y acabando con los dirigentes de los organismos internacionales y su facilidad para sacar provecho en beneficio propio del dinero generado por los clubs. No olvida en su repaso a los fanáticos aficionados ultras de los equipos que amparados bajo la excusa de la defensa de unos colores pregonan su exacerbado racismo, un fascismo integrista y una injustificable violencia en sus actos.

Al transcurrir la mayor parte de la historia en la Grecia del rescate europeo, el autor no pierde la oportunidad de describir un país en descomposición y totalmente paralizado por su quiebra económica. Situación provocada por muchos años de expolio por parte de sus dirigentes y un fraude generalizado extendido a todas las capas de la sociedad, causas ante las que la Unión Europea hizo oídos sordos hasta que vio que podían hacer tambalear sus cimientos. Una vez impuestos por ella unos imposibles planes de austeridad (con el mayor peso recayendo sobre la población más vulnerable) dejan al país a la deriva para retirarse a sus lujosos salones de reuniones. Los contrastes del país se observan claramente al comparar el lujo donde se hospeda el equipo y el estado lamentable de las calles, los deficientes servicios públicos o incluso los vetustos estadios. 

En cuanto al estilo narrativo, cabe diferenciar entre las partes meramente futbolísticas y la investigación del crimen. Las primeras son una auténtica gozada para el lector amante de este deporte, destacando especialmente las cien absorbentes primeras páginas que se consumen de manera trepidante, sin poder despegar la atención del texto al captar perfectamente el ambiente del fútbol de alta competición. Las piezas del puzzle de la investigación están bien encajadas y se van desvelando con el transcurrir de la novela, no siendo demasiado previsibles y preservando el factor sorpresa hasta el final, aunque en estas partes la lectura se ralentiza en comparación con las anteriores. Además la serie tiene una gran virtud: su personaje principal Scott Manson. El protagonista es íntegro y coherente en un mundo en que estos valores no abundan. Es carismático e imperfecto y su obstinación y determinación consiguen el aprecio del lector.

La Mano de Dios, al igual que el primer título de la serie, es una novela reservada para los aficionados al fútbol por la cantidad de referencias y situaciones reconocibles que provocan una lectura voraz y muy entretenida de sus más de cuatrocientas páginas. Aunque hay que decir que quien no sea aficionado a este deporte mejor elija otro título.

Para terminar, una propuesta a Philip Kerr: una futura entrega sobre el Real Madrid, con la alargada mano de Florentino haciendo negocio en su poderoso e influyente palco en disputa con el Barça de Messi presidido por el pusilánime de Bartomeu.

Otros títulos de Philip Kerr:


Philip Kerr en la Wikipedia
Philip Kerr


Recomendación: 
Estar atento a las futuras novelas de esta serie. También la serie del detective Bernie Gunther por la originalidad de la misma.
Durante la redacción de esta reseña he escuchado Cautivos de Tulsa, grupo que cuenta con una cantante maravillosa, Miren Iza. También Latidos Cósmicos el nuevo disco de los desenfadados Las Ruinas así como Surrender de los combativos Holograms.


jueves, 17 de septiembre de 2015

Tulsa- Oda al Amor Efímero

No somos por aquí demasiado de hacer publicidad. Pero enterarnos de que la banda sonora de la última película de Jonás Trueba, Los Exiliados Románticos, está compuesta por Miren Iza y Tulsa, es sinónimo de imperatividad para verla. O mejor dicho, escucharla.


Podría pasarme la vida lamiéndome las heridas
 y aún no cicatrizarían.
Mejor me levanto y salgo de este estéril letargo. 
Y vuelvo a empezar a empezar a creer 
que hay alguna opción de ganar.
No me importa si eres listo o idiota, 
te voy a querer igual. 
Si apareces ahora mismo entre los peces, 
te voy a perdonar cualquier pecado mortal.
Podría por fin demostrarse que todo es un sinsentido,
y aún no existirían los caminos. 
Podría hacerme leer la mano seis veces al año, 
y aún no sabría dónde ir.
No me importa si eres listo o idiota, 
te voy a querer igual.
Si apareces ahora mismo entre los peces, 
te voy a perdonar cualquier pecado mortal.
Daremos cine italiano o si prefieres cine francés.
Nos buscaremos las cosquillas, 
las agotaremos en un mes. 
Toda mi ambición es verte,
es enredar la noche de ayer.
Mi casa vacía es tu casa vacía y yo...
te voy a querer.
No me importa si eres listo o idiota,
te voy a querer igual.
Si apareces ahora mismo entre los peces,
te voy a perdonar cualquier pecado mortal.
Me conformaré con ver la vida pasar.
Nada de esto será trascendental.

domingo, 26 de abril de 2015

Tulsa- La Calma Chicha. Una crítica.



En 2007, Tulsa –proyecto comandado por  Miren Iza- sorprendió con la publicación de su maravilloso primer disco, Solo me has rozado, en el que descubrimos la personalísima voz grave de su cantante (excepto para quien ya la conocía de Electrobikinis, su grupo anterior). Tres años después publicó Espera la Pálida, que a pesar de ser un buen disco está por debajo de su debut. Poco después surgió la noticia: Tulsa suspendía sus actividades indefinidamente porque su vocalista se trasladaba a trabajar a New York. Desde entonces la única señal de vida fue la publicación de un EP grabado de manera artesanal y casi clandestina que responde al nombre de Ignonauta.

Cuando ya casi habíamos abandonado las esperanzas de escuchar nuevos temas de Tulsa, el sello Gran Derby Records anuncia a principios de éste 2015 la publicación de La Calma Chicha, título del nuevo disco de Tulsa, que por cierto cuenta con una muy bonita portada obra de Juan de la Rica.

La Calma Chicha empieza con Leña, bonita canción sobre amor agotado que va creciendo poco a poco a golpe de teclado y batería, explotando justo al momento en que la vocalista pronuncia “cuánta leña tiene que caer para que se ahogue este amor. Esta leña nunca más arderá”. A continuación la magnífica Oda al Amor Efímero, una preciosa y melódica letra que canta dulcemente Miren, siendo sostenida por un efectivo colchón de sintetizadores. Sigue con la aceleración de Gente Común, en la que nos sorprenden con unas bases rítmicas calcadas a, ni más ni menos y por sorprendente que parezca, Joy Division. La siguiente, Casa, con una instrumentación muy saturada que funde la voz de Miren Iza hasta hacerla ininteligible en un tema con ciertas reminiscencias mybloodyvalentinianas.

La segunda parte del disco se abre con la maravillosa Los Amantes del Puente y su letra sobre la aceptación de la sumisión en el amor y con referencias a la dura película de Leos Carax. Sigue con Bosque, canción que no acaba de despegar y que cuenta con la colaboración del McEnroe Ricardo Lezón. Después de la serenidad de la anterior canción, unos saltarines sintetizadores inician la juguetona y bailable En tu Corazón sólo hay Sitio en los Suburbios, contrastando su ritmo delicioso con una lírica metafórica y triste. Disminuye la intensidad con Ay, canción de tono frágil que se convierte en un lamento y el disco termina con la relajada y serena Los Ilusos que de la mano de sus mullidos sintetizadores nos conducen al final del disco.

La Calma Chicha es un disco corto, 9 canciones para 34 minutos de disco, medida perfecta para que se nos haga escaso y nos quedemos con ganas de más. A la particular y preciosa voz de su vocalista se le suma el talento de sus compañeros de viaje: Charlie Bautista y Carasueño. La producción conjunta del disco reduce prácticamente a la mínima expresión la presencia de guitarras sustituyéndola por sintetizadores y programaciones y lo cierto es que estos nuevos ropajes le sientan estupendamente a Tulsa.

Las letras de Miren Iza continúan narrando historias de amor desgarradas y de finales infelices, pero a diferencia de las de Solo Me Has Rozado –presididas por la rabia y el despecho- en este disco se habla de la aceptación de la desigualdad de las partes en las relaciones amorosas, relaciones de sumisión desesperanzada y de pérdida anunciada.


En resumen, un magnífico disco que gana con las escuchas y que cuenta con temas enomes como Oda al Amor Efímero, Los Amantes del Puente y En tu Corazón Solo hay Sitio en los Suburbios manteniendo un alto nivel el resto de canciones y que sitúa a Miren Iza, si es que no lo era ya, en una de las mejores vocalistas de este país, y con diferencia.   
ODA AL AMOR EFÍMERO

EN TU CORAZÓN SOLO HAY SITIO EN LOS SUBURBIOS

LOS AMANTES DEL PUENTE


La Calma Chicha en Spoti