Me gusta la forma de escribir
de John Connolly y me apasiona la
serie del detective Charlie “Bird” Parker. El hecho tener en casa casi
toda la colección –comprada en la añorada Librería Negra y Criminal-
siempre posibilita el ir avanzando en su lectura. A pesar de ello, ya hacía más
de un año que terminé el anterior cuando me puse a leer Los Amantes, el octavo de la serie (leídos por
orden numérico, lógicamente).
En él nos encontramos a un
Charlie Parker con la licencia de investigador suspendida y que ocupa su tiempo
trabajando como encargado en un bar, el Great Lost Bar. Ahora que tiene tiempo
y, tal y como avanza en el prólogo, va a dedicarse a intentar averiguar qué
impulsó a su padre, un honrado y equilibrado policía y padre de familia, a
matar a tiros sin motivo aparente a una pareja de jóvenes desarmados,
suicidándose posteriormente dejando atrás a su esposa y un hijo de pocos años.
Los encuentros con antiguos
compañeros de su padre en el cuerpo le aportan poca luz y añaden una molesta
sensación de muro, de ocultamiento por su parte. Mientras tanto, se presenta en
su trabajo Mickey Wallace, escritor especializado en temas morbosos con gran
repercusión en ventas, que está decidido a escribir un libro explicando la historia
de Parker y los extraños casos en los que se ha visto involucrado, al que Bird
echa de mala manera. Además, por diferentes estados del país se descubren
asesinatos en que los autores han dejado una extraña inscripción como marca. Al
ir descubriendo nueva información sobre su padre, Charlie Parker empieza a
preguntarse si estos asesinatos rituales no tendrán que ver con él a pesar de
los años transcurridos mientras viejas presencias vuelven a hacer aparición.
En Los
Amantes, John Connolly se centra en
el personaje de Will Parker y conforme se adentra en él, consigue
alumbrarnos sobre los orígenes de su hijo Charlie y resolver alguna de las
incógnitas que planeaban sobre él aunque, acaso alguien lo dudaba?, no dejan de
plantearse otras nuevas. También vuelven a tener protagonismo elementos
sobrenaturales que habían quedado algo aparcadas en las entregas anteriores.
Como no puede ser de otra
manera, se reconocen fácilmente las características comunes de la serie: los
conflictos internos y la lucha permanente de Charlie Parker contra el Mal y la
atracción de éste hacia el protagonista, violencia soterrada que se desborda
con facilidad y turbias relaciones personales que esconden una importante
barniz ponzoñoso. Como es habitual, la novela ofrece un gran ritmo y una
elevada tensión narrativa. John Connolly
vuelve a dar muestra de una prodigiosa capacidad narrativa, situando parte de
la trama en los años sesenta -explicando el compañerismo del cuerpo de
policía-, encajándola perfectamente con el presente sin chirridos ni
estridencias. Sus personajes, poderosos y complejos, poseen muchos matices y
están excelentemente trazados. Durante la narración desarrolla diferentes hilos
o tramas diferenciadas, en tiempo y espacio, que acaban confluyendo como piezas
en un puzzle y sin dejar de sorprender al lector.
Los Amantes es otra entrega brillante que
refuerza mi convencida adhesión a la serie de Charlie Parker y la admiración
hacia John Connolly, un gran
escritor, que siempre ofrece historias turbias de lectura tan exigente como
gratificante.
OTRAS
RESEÑAS DEL AUTOR:
John
Connolly en la Wikipedia
John Connolly
Recomendación:
La serie Charlie Parker y
empezar por el primer título de la misma: Todo lo que muere.
Puestos a recomendar, mi otro
autor preferido en este género: Andrea Camilleri con la serie de Salvo
Montalbano.
Me gusta el punto de partida, con lo de la investigación del padre, pero por lo que cuentas no tiene mucho sentido leer el libro si no se han leído los anteriores de la serie, ¿no?
ResponderEliminarNo es imprescindible ya que el amigo Connolly se preocupa de que no queden cabos sueltos y explica la importancia del personaje aunque, evidentemente, si se han leído los libros anteriores el contexto se entiende mejor.
ResponderEliminarEn esta serie, empezar por el primero creo que es importante.
Saludos