martes, 5 de febrero de 2019

TONI HILL- TIGRES DE VIDRE - TIGRES DE CRISTAL. Una crítica


Tras la excelente impresión que me dejó Los Ángeles de Hielo estaba expectante ante la nueva novela de Toni Hill. Así cuando los Reyes Mágicos de Oriente me dejaron un ejemplar de Tigres de Cristal (Tigres de Gel en catalán), no tardé demasiado en ponerme con él.

La acción se sitúa en el barrio de San Ildefonso (que en sus inicios tenía el horrible nombre de Ciudad Satélite), en 1978. En la escuela del barrio coinciden -a sus doce años- Víctor y Juanpe y nace una extraña amistad entre el chico popular y el marginado de la clase. Amistad que se refuerza ante los continuados ataques que recibe Juanpe por parte del Cromagnon, el abusón oficial de la escuela, que le martiriza y hace la vida imposible a la mínima oportunidad.

Un día ambos amigos, hartos de la situación, deciden darle un escarmiento al Cromagnon, pero se les va de las manos y acaba en tragedia. Mientras uno va al reformatorio, el otro se va apresuradamente a vivir al pueblo andaluz de su abuelo, dejando atrás la responsabilidad y la vida que llevaba.

Treinta y siete años después, y por casualidad, coinciden de nuevo y poco a poco va renaciendo la amistad entre ellos y con ella la complicidad, los recuerdos, las culpas, los remordimientos y la reiteración de unos roles que ya habían jugado en su día. Lo que parecía ser una excursión a una borrosa infancia acaba convirtiéndose en una pegajosa tela de araña que les atrapa totalmente, hasta el punto de que el abrumador peso del pasado empieza a condicionar su presente y les hace plantearse cruciales decisiones sobre su vida actual. 

En la sinopsis no desvelo demasiado pero realmente estamos ante una novela muy ambiciosa. Toni Hill entrecruza hábilmente dos espacios temporales mientras expone diferentes temas: el crecimiento de los barrios creados a base de grandes bloques de cemento para alojar a los inmigrantes -principalmente andaluces y extremeños- que habían llegado para trabajar en las fábricas del cinturón rojo barcelonés (la acción se sitúa en San Ildefonso, Cornellà) creando casi mini ciudades; la lucha obrera que se produjo en estas fábricas a finales de los años setenta en busca de mejores condiciones laborales; el bullying en las escuelas incluso cuando todavía no existía este concepto y era el acoso de los abusones, remarcando la novela su mayor visibilidad actual por la inmediatez de la tecnología y las redes sociales. Además de estos aspectos llamémosles “sociológicos”, la novela brilla sobremanera en otros más psicológicos; en como el peso de la culpa y el deseo de reparación se va apropiando de la voluntad del individuo así como en la dificultad de escapar del influjo del pasado, que sigue ahí, acechando y planeando sobre los actos y decisiones del presente.

Los personajes están muy bien trazados, no solo los principales -que cuentan con gran hondura psicológica- sino que otros como Alena o Miriam se hacen tremendamente atractivos al lector. La estructura de la novela, dando voz de forma alterna a los diferentes protagonistas que se van cruzando por las calles del barrio, ensamblando perfectamente presente y pasado, y alumbrando diferentes aspectos conforme avanza la lectura, le confiere un enorme atractivo e interés provocando que el lector devore la novela atraído por unos poderosos personajes que se hacen querer mientras percibe, preocupado, como la creciente sombra de la inevitable tragedia se cierne sobre ellos.

Tigres de Cristal es una novela magnífica que mantiene el interés en sus casi quinientas páginas gracias a una historia poderosa y unos personajes sumamente atractivos que confirma a Toni Hill como el gran escritor que se reveló en Los Ángeles de Hielo.


Otras reseñas del autor

Toni HIll en la Wikipedia

Recomendación: 
Tanto esta novela como la anterior del mismo autor.

Mientras escribía esta reseña escuché el abrumador Eta edertasuraren lorratzetan biluztu ginen de la mejor banda de post-hardcore europea, Lisabö, también el frenético Kick de White Rose Movement, discazo que ha caído injustamente en el olvido así como el oscuro Fragments de los italianos Starcontrol.

2 comentarios:

  1. A Toni Hill lo conozco más como traductor, pero por lo que dices parece interesante el argumento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Su anterior novela, Los Ángeles de Hielo, ya me parecía una muy buena novela y en esta se ha lucido.

      si le das una lectura ya me dirás qué te parece.

      Saludos

      Eliminar