sábado, 24 de septiembre de 2016

Lydie Salvayre- No llorar




Los integrantes de Librújula son bien majos. No solo publican una revista bimensual elaborada con mucho cariño y no menos calidad sino que al suscribirte regalan un libro bien escogido. Al renovar la mía obtuve No Llorar de Lydie Salvayre, novela que me interesaba desde su publicación tanto porque la acción transcurre muy cerca de mi ciudad como por estar galardonada con el Premio Goncourt, premio este que siempre garantiza calidad.



En el libro la autora refleja los recuerdos de Montse, su anciana madre enferma de Alzheimer, que prácticamente no recuerda nada de su vida excepto el verano en que tenía 15 años y estalló la guerra civil española. Para Montse que procede de una humilde familia campesina y vive en un pequeño pueblo, los cambios van a suceder a gran rapidez alterando totalmente su vida. En los primeros meses del estallido de la guerra, en la zona republicana –donde se ubica el pueblo donde vive Montse- se exacerban los ideales izquierdistas, especialmente los anarquistas, reflejados en el personaje de su hermano Josep con sus propuestas de reparto igualitario de tierras y riqueza. Aunque estos ideales rápidamente chocan con los intereses particulares de los habitantes del pueblo que acaban rechazándolas.



Ante esto, Josep decide ir a la gran capital para unirse a la columna Durruti arrastrando con él a su hermana y dejando atrás su vida anterior. En Barcelona, los aires de libertad, esperanza y fraternidad junto con el contacto con los jóvenes republicanos van a cambiar para siempre su vida y sus horizontes. Cuando Josep empieza a percibir las grietas en los ideales anarquistas se desencanta de ellos y decide el regreso al pueblo. Pero al llegar a este, el ambiente se ha enrarecido. La ilusión y los aires de cambio que se respiraban en los meses anteriores han dado paso a una calma tensa en espera del desarrollo de la guerra, en la que parece que van ganando los nacionales. Gradualmente, Josep pasa de ser el idealista henchido de ilusión contagiosa a ser un elemento molesto,  discordante, mientras que Montse acepta emparejarse con el hijo del terrateniente renunciando a sus recién descubiertas ideas y provocando una hecatombe a nivel familiar con su hermano.   



Como contrapunto a la historia principal en No Llorar también se refleja las ideas del escritor francés George Bernanos respecto a la Guerra Civil española. Católico convencido, es testimonio desde Mallorca del avance de las tropas sublevadas (remarco esto último porque últimamente parece ser que se olvida que el “alzamiento” fue un atentado contra un gobierno elegido democráticamente) y de cómo la iglesia se pone de su parte, inhibiéndose e incluso siendo cómplice en algunas de las atrocidades que cometieron contra sus enemigos. Esto le lleva de una postura inicial simpatizante con los falangistas a acabar difundiendo y denunciando, en su obra Los Grandes Cementerios Bajo la Luna, los crímenes y tropelías cometidos con la aquiescencia de una hipócrita y cobarde iglesia católica española.



Tras este argumento, destacar que lo realmente interesante del libro es que muestra como afecta el avance de la guerra y los cambios políticos en un pueblo pequeño donde todo el mundo se conoce y los papeles, marcados por los orígenes familiares, son inamovibles desde generaciones atrás. Como los odios, rencores y envidias avivados por años de espera latente afloran a la superficie bajo el contexto y la justificación de una guerra fraticida. Durante su lectura se percibe como van calando las diferentes posturas en función de sus posibilidades de victoria. Desde la inicial reivindicación izquierdista, con auge de ideas anarquistas y comunistas, hasta su posterior retroceso y el progresivo abandono de sus ideales ante el avance de los falangistas que terminan imponiéndose y represalian a los anteriores.



A pesar de lo expuesto, la narración en No Llorar no convence. Se lee con rapidez y sin dificultad, de manera incluso demasiado liviana, y por desgracia, no logra emocionar. Demasiada ligereza para los temas que toca, demasiada asepsia en su tratamiento. Cierto que toda historia personal es exigua en la inmensidad del mar de una guerra pero aún así se echa de menos una mayor profundidad en el tratamiento de las emociones: le falta pasión, desgarro, odio, incertidumbre. Se echa de menos un mayor músculo narrativo, hecho éste que provoca que los personajes deambulen por las páginas como autómatas. La oportunidad que ofrece el contexto histórico se desaprovecha porque la escritora tampoco ahonda lo suficiente en él, dejando las justificaciones a las apariciones de Bernanos. Si quiere explicar que una guerra justifica acciones abominables, se han de buscar causas y motivaciones y no dejar que sea el lector quien se haga una composición de la situación. El final de la historia es precipitado y deja al lector con una cierta sensación de que no ha conseguido conectar con lo que la escritora quería expresar, quedándose la novela en una dura historia personal enmarcada en el contexto de un cambio político pero desperdiciando un planteamiento inicial mucho más ambicioso. No Llorar de Lydia Salvayre me ha decepcionado, me esperaba mucho más y lo olvidaré con facilidad.


Para terminar, comentar que uno de los aspectos que más se destacan de No Llorar es la forma en que juega con el idioma, mezclando el castellano y el catalán con el francés en boca de la anciana. No tengo claro si con la traducción esto se pierde totalmente o si la similitud entre estos idiomas es tan elevada que estos elogios me parecen francamente desmesurados. 

Lydie Salvayre en la Wikipedia


Recomendación: 
Otorgar siempre un punto positivo a la hora de elegir libros a los galardonados con el Premio Goncourt.
In the Aeroplane over the Sea.

Mientras escribía esta reseña he escuchado el tratado de voluptuosa belleza agreste llamado In the Aeroplane Over the Sea de Neutral Milk Hotel, el desasosegante y desconocido Songs for a November Night del genio Nick Cave y el etéreamenteo bello 23 de Blonde Redhead.  


2 comentarios:

  1. Tampoco me convenció, iría incluso más allá, me pareció parcial en la historia y demasiado dirigida en las palabras lo que ha provocado que sea una más, más de lo mismo, sin ningún tipo de rasgo especial que diferencie este título de otros mil. Una pena
    Besos

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  2. Que sea parcial me parece normal tratándose de unas memorias pero que provoque indiferencia es bastante más triste. Estamos de acuerdo en que se olvida fácilmente.

    Besos

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