Creo
que lo he comentado anteriormente, el detective Charlie “Bird” Parker de
John Connolly junto con el comisario Montalbano
de Andrea Camilleri, son mis personajes
preferidos de novela negra integrados en una serie. Colecciones tan
parecidas en su temática como totalmente antagónicas en su forma y contenido
que no sabría decir cuál es mi favorita. Como neurótico, intento leer los
libros por orden de publicación y al llevar cierto tiempo sin acudir a ellos,
no puedo evitar mirar de soslayo al estante donde los tengo ordenados. Un
tiempo excesivo después del anterior Los Atormentados le llega el turno a Los Hombres de la Guadaña, que es el 7º título
de la serie.
Los Hombres de la Guadaña sorprende debido a que el personaje principal no es
Charlie Parker sino que el foco de atención se centra en la pareja formada por
sus amigos Angel y, especialmente Louis. Intercala el presente de
la acción con flashbacks sobre la infancia y adolescencia de este último, en
una ciudad muy racista en la que la vida de un negro no vale nada. Ciudad de la
que tiene que huir a toda prisa al vengar, con 15 años y mediante un ingenioso
plan, la muerte de su madre matando al causante. Pero esta huida hacia ninguna
parte termina cuando sus perseguidores le localizan y Louis no duda en
eliminarlos. Sin opciones, no le queda más remedio que aceptar la oferta de Gabriel,
un misterioso personaje, para que pase a formar parte de su equipo de
segadores, asesinos perfectamente entrenados para obedecer y ejecutar sin
escrúpulos los encargos que reciben. Louis se acaba convirtiendo en el
mejor de los segadores y Gabriel en su mentor.
Volviendo
al presente, Louis empieza a verse acechado por uno de sus antiguos
compañeros de profesión con el que tiene cuentas pendientes, que ya ha actuado
contra sus propiedades e intereses como señal de advertencia. Aprovechando que
les ofrecen ejecutar una venganza contra un millonario de turbios negocios que
está protegido por su actual enemigo, deciden aceptar y resolver dos problemas
de una sola vez.
Al
llegar a la aislada y enorme propiedad de su objectivo, se dan cuenta de que
todo ha sido una trampa para que caigan en una encerrona, pasando a ser
víctimas en lugar de verdugos. Aislados entre la vegetación en un paraje
inaccesible por carretera, desorientados y sin comunicación con el resto de su
equipo empiezan a temer lo peor al saberse cercados por sus enemigos. Cuando Parker
recibe el aviso de que están en serios problemas, acude frenéticamente en su
ayuda sin tener la certeza de llegar a tiempo y sin saber exactamente a dónde
va ni qué hallará una vez lo encuentre.
Los
Hombres de la Guadaña es un libro diferente dentro de la colección. Es
claramente un spin-off centrado en la figura de Louis. Detalla su
juventud y sus inicios en el callejón sin salida del crimen, buscando así
mostrar las raíces de su contradictoria personalidad tan implacablemente profesional
en la ejecución de su cometido como protector con sus amigos, tan despiadado
con sus enemigos como leal a los suyos y a sus ideales. A través de su relación
con Louis también radiografía perfectamente a Angel, escudero
inseparable y que bajo su máscara de desenfado y despreocupación oculta una
eterna preocupación y un constante desasosiego por la parte oscura de su
compañero.
Es
fácil reconocer el estilo de John Connolly,
ritmo vertiginoso que permite devorar rápidamente sus 390 páginas, intercalado
de flashbacks del pasado para comprender mejor el presente, certeras
descripciones de situaciones que desembocan en el inicio de la acción,
personajes magistralmente trazados y toneladas de tensión y contundente
violencia que acecha en cada párrafo.
Pero
claro, echamos de menos a Charlie Parker -que prácticamente no aparece
hasta el último tercio de la novela- y sus conflictos internos, su afán de
justicia y la perpetua lucha entre el Bien y el Mal, el encuentro con lo
sobrenatural que en esta novela está totalmente ausente así como la turbiedad
intrínseca del personaje, características todas ellas que nos han hecho querer
al personaje.
Los Hombres de la Guadaña es un buen libro, la calidad
literaria de John Connolly está fuera
de toda duda, pero no deja de ser una curiosidad, una anécdota que complementa
la serie y nos ayuda a entender mejor a los amigos de Parker y su
compleja personalidad, a la altura del protagonista principal aunque sería un
error empezar a leer los títulos de esta serie por este libro.
OTRAS RESEÑAS DEL AUTOR:
- LOS ATORMENTADOS
- LOS AMANTES
- VOCES QUE SUSURRAN
- CUERVOS
John Connolly en la Wikipedia
- LOS ATORMENTADOS
- LOS AMANTES
- VOCES QUE SUSURRAN
- CUERVOS
John Connolly en la Wikipedia
Recomendación:
Para quien le desconozca, seguir a John Connolly empezar la serie por el magnífico primer libro de la misma: Todo lo que muere.
Andrea Camilleri tanto en sus novelas policíacos como las históricas sobre su querida Sicilia.
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